Ficha de Lectura 3: Hacia modelos alternativos de ciudad compatibles con una sociedad inclusiva

Ficha de Lectura 3: Hacia modelos alternativos de ciudad compatibles con una sociedad inclusiva
junio 19, 2017 Susana Reina

Planteamiento central del texto

Ana Bofill, considera (a través de otras propuestas y autores) que la ciudad tal y como ha sido concebida hasta ahora, es un espacio que reproduce necesidades del capital, del intercambio y del protagonismo sexuado y sexista de lo público. Propone una ciudad articulada en torno a los ejes básicos de convivencia y sustentabilidad de las relaciones humanas, más que ciudades orientadas a recoger las necesidades del intercambio comercial. En el marco de estas relaciones y su sustentabilidad, la condición ciudadana debe, inevitablemente, considerar a la mujer protagonista de los cambios, diseñando espacios públicos y privados más acordes con sus necesidades y su interpretación de las relaciones.

Ideas clave del texto

  • “Un buen entorno físico urbano debe facilitar la vida de las personas que lo habitan, procurarles habitabilidad, que implica bienestar, confortabilidad y durabilidad, y debe adaptarse a una sociedad que incluya a todas las categorías de personas con todas sus diferencias. Una buena política urbanística es la que propone un planeamiento y diseño urbanos desde una visión amplia de la ciudad, visión total, holística, que abarca desde los espacios de la vida íntima, personal, hasta los espacios del habitar compartido y colectivo”
  • Tanto el espacio de diseño general de la ciudad (macro urbanismo) como el espacio de diseño privado (micro urbanismo, teniendo como eje la vivienda) requieren transformaciones más allá del espacio femenino entendido como “alteridad” de un mundo masculino dominante. Se requieren cambios en los patrones de propiedad, de conducta, de diseño y de interpretación de necesidades para dar pie a un modelo de ciudad. “El modelo de ciudad y de barrio deberá ser aquel que configura una distribución de residencia, equipamientos, servicios, comercio e industria que facilite la vida cotidiana orientada al cuidado de las personas, la cohesión y la integración social, y cree un paisaje urbano que de sentido de pertinencia a los lugares y favorezca la sensación de seguridad y de agradabilidad a todas las personas, a los colectivos y a todos los grupos sociales, es decir a toda la ciudadanía (…) La ciudad habitable, integradora, cohesionada, adecuada a la realización de los trabajos de cuidado de las personas, ciudad segura que favorezca el desarrollo personal, el encuentro y la relación entre las personas, el bienestar y la libertad, es la que se configura como suma de barrios con carácter de centralidad, formados por un tejido urbano en donde volúmenes y espacios libres son el positivo y el negativo de una trama compleja”.

 Principales aportes desde la lectura

  1. La ciudad como un entramado cuestionable en su configuración, en función de propósitos, niveles y figuras cuyo marco de referencia puede ser ajeno a las necesidades de la interacción humana compleja.
  2. Desde el entramado cuestionable, aceptar la posibilidad de que todo el constructo sistémico de los espacios esté condicionado por el capitalismo y se pudiera concluir que sin su modificación sistémica tampoco se podrá modificar en demasía el del diseño urbano.
  3. La ciudad como posibilidad para la integración múltiple de los universos vivibles y, a través de dicha integración (multinivel, multitarea y multi-imaginarios) base de la reexplicación constante de la condición de ciudadanía.
  4. La ciudad como posibilitadora-limitadora de relaciones, condicionando no solo la relación del ciudadano y su entorno, sino también la relación de los ciudadanos entre sí.
  5. La necesidad de abrir espacios de feminización del diseño público, por ejemplo, incrementando las posibilidades de interconexión circular, espiral y centrípeta en los barrios, vs las líneas dominantes de conexión lineal núcleo-periferia, más típicas del mundo y los roles masculinos.
  6. La ampliación de las necesidades a considerar en el espacio de diseño de políticas públicas, para superar el dominio del mercado como eje regulador y gradualmente estimular nuevas formas de socialización e interacción con poder político específico para abrir nuevos espacios de relación ciudadana.

  Dudas surgidas de la lectura

Partiendo de mi propio espacio de convergencia con Bofill (definido a partir de la presunción de posibilidades enormes de cambios relacionales entre los ciudadanos a partir de la arquitectura urbana y también que haya una línea de poder masculinizado en su diseño dominante) creo que fueron más las dudas que las certezas lo que me dejó la lectura, porque:

  • Creo que no hay en el texto prácticamente ninguna evidencia de lo que afirma, es decir, probablemente habría que leer otros textos a los que hace referencia para comprobar sus afirmaciones. Por ejemplo, la afirmación en el tercer párrafo de la pág. 424, “Con la globalización, con la explosión al límite de la economía neo-liberal, se ha producido mayor exclusión social.” construye una premisa básica que el lector debe “asumir” para continuar y aceptar el resto del planteamiento crítico con respecto al diseño actual de ciudad. Esto es solo un ejemplo, todo el texto está lleno de afirmaciones realmente arriesgadas en términos de “conclusión” que sirve de “premisa” a las líneas propuestas.
  • Mi otra área de dudas es una derivación específica de la anterior y de las premisas que pre configura aquella duda. Porque creo que podría haber múltiples argumentos que conduzcan a este planteamiento sin considerar necesariamente la dualidad hombre-mujer como eje de las diferencias de diseño y sus resultados. Es decir, en ningún lado de la lectura pareciera aclararse lo suficiente (insisto, sin asumir todas las premisas previas) que el diseño actual discrimina a la mujer y que un diseño deseable sería el diseño X, que la considera más y mejor, es decir, ¿De dónde se extrae que una ciudad más proclive al diálogo complejo, más generadora de interacciones vecinales y contextualmente amplias, más integradora y menos sujeta a las “leyes del capitalismo global” sea más o menos pro-mujer o más o menos femenina que una ciudad como la actual? No logré llegar al punto. Creo que escuchar a Ana Falú en la video conferencia de la semana me aclaró mejor este punto que la lectura.

Evaluación crítica

Ya el planteamiento sobre mis dudas deja entrever mi propia evaluación crítica. Seguramente por mi propia ignorancia sobre los argumentos que sirven de premisas básicas en la lectura, no logro concatenar tan fácilmente, como podría suponerse de la propuesta de Bofill, el por qué su diseño de ciudad combina ser más o menos neoliberal (que, aparentemente es algo malo) y más o menos masculino-femenino y más o menos inclusivo-excluyente, es decir más o menos considerado con las necesidades de excluidos, entre los que cabe destacar la mujer…

Me gusta mucho, de cualquier modo, su conclusión de ciudad necesaria. Intuitivamente coincido con esa descripción, aunque luego quizá pudiera diferir de que tanta adaptación le hiciese al cuerpo general de los centros urbanos que ella misma dice no necesariamente tuviesen que ser alterados. Yo, como ella, creo que la ciudad debe ser concebida (técnica y políticamente) como un espacio de convivencia, no solo facilitando las interacciones comerciales o las derivadas de estructuras y roles pre concebidos. También evalúo positivamente que sea una ciudad que abre posibilidades de interacción compleja -no solo en el sentido de posibilitarlas, sino incluso de sugerirlas- y creo que pueden estos diseños y sus incentivos involucrados dar pie a nuevas formas de ciudadanía, afectando los resultados más o menos discriminantes del mercado. Pero creo que también el mercado abre posibilidades constantemente que no pueden ser siempre “manejadas, interpretadas o leídas” por un super poder diseñador que las concibe mejor a partir de ejes ajenos al mercado. Si Bofill avanza hacia esa premisa (que no me queda claro) creo que también podría ser criticable semejante ambición sobre las estructuras de evaluación, planificación o incluso sobre la misma democracia vecinal participativa que pareciera sugerir como interacción primara para concebir la ciudad.

Ficha elaborada en el marco del Programa “Políticas Públicas de Género” de la UIM

VALE LA PENA VER…https://www.eventosuim.org/

 

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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