María Cecilia Ghersi: “En la lucha feminista si no se toman posiciones radicales no se ayuda a quienes más lo necesitan”

María Cecilia Ghersi: “En la lucha feminista si no se toman posiciones radicales no se ayuda a quienes más lo necesitan”
abril 23, 2025 Alejandra Watts
maria cecilia ghersi

Sin duda alguna, la migración sigue siendo un desafío marcado por desigualdades. Cuando hablamos de ser mujer y migrante, nos referimos a historias de resistencia y barreras, que incluso ahora, no se cuestionan lo suficiente.

María Cecilia Ghersi, consultora en Comunicación, especialista en Relaciones Institucionales y escritora, lo sabe. Llegó a México desde Venezuela hace más de dos décadas con la certeza de que entender la cultura a través del arte y la historia haría el proceso más fácil, pero pronto descubrió que la adaptación es mucho más compleja cuando se trata de habitar un país con tantos contrastes. Desde entonces, ha construido una carrera donde la comunicación, la política y el feminismo se entrelazan.

“Llegué hace 22 años y lo primero que vi es que ambas culturas son opuestas en una cantidad de aspectos que creí que se me salían de las manos. Los mexicanos en la Ciudad de México tienen una energía muy distinta a la que yo traía desde Los Andes y el choque fue estremecedor, no lo puedo negar. Al tiempo descubrí que vivía en un lugar apasionante donde a pesar de las enormes diferencias culturales, yo tenía las puertas abiertas para iniciar una vida de joven y adaptarme a una ciudad abundante, creativa, rica en símbolos, ruidosa, estresante y al mismo tiempo generosa en experiencias y una diversidad de culturas como contienen pocas ciudades. Ha sido la experiencia más enriquecedora de mi vida”, recuerda.

Ghersi es articulista en varios medios medios de comunicación entre ellos el diario mexicano El Heraldo donde escribe sobre política, actualidad, justicia social y feminismo. Asegura que su interés en la política se lo debe a su madre y su interés en la lucha por la igualdad de género inició cuando ella se convirtió en mamá.

“La vida en México me fue llevando a participar activamente en algunos temas políticos y ciudadanos que me apasionaban y me despertaron muchas preguntas. Sin ser experta en el tema pude compartir épocas maravillosas con personas muy admirables. Con los años una se vuelve más observadora y más crítica. El feminismo es otro tema y se lo debo a la maternidad. Fui una madre joven en un país desconocido y tuve que aceptar que estaba afectada y muy confundida con lo que debía, quería o tenía que hacer. Estoy segura de que ese fue el momento más transformador de mi vida. El patriarcado y la misión de la madre son cosas que conviven en el día a día de la mujer oprimiendo desde el Estado y desde la familia toda posibilidad de un punto medio y justo. El contrato social silencioso es cruel para las mujeres desde sus cimientos más longevos. La lucha feminista es una lucha a muerte y una siente que si no toma posiciones y actitudes radicales no ayuda mucho a quienes más lo necesitan”, detalla.

Uno de los proyectos más recientes de la comunicadora es el podcast «La bodega« el cual califica como un lugar donde depositar dudas, inquietudes y teorías de personalidades que le interesan y le han hecho reflexionar sobre múltiples temas que le apasionan.

“Una bodega es un lugar donde acudir cuando uno quiere compartir con alguien, sentirse cómodo y sin compromisos. Las bodegas fueron para mi lugares mágicos, como las taguaras (bares pequeños en Venezuela), los mercados de calle, los almacenes de juguetes y las tiendas de café donde ver al otro tal como es no requiere ningún esfuerzo”, explica.

México lindo… y machista

Mientras México presume una cultura que exalta a la mujer como pilar de los hogares al mismo tiempo encabeza la listas de violencia machista y feminicidios en la región. Diez casos al día, según registros de la ONU. Las activistas denuncian que el machismo está tan arraigado que muchas personas no lo ven por querer disfrazarlo de tradición o confundirlo con “amor”.

“México es más machista y patriarcal de lo que nos atrevemos a pensar”, declara Ghersi. “La cultura reafirma una adoración casi irreal por la importancia de la familia y lo que realmente se vive dentro de ellas. Entre la adulación a la mujer y el odio a la misma ocurre todo un mundo muy dramático donde ellas están obligadas, no sólo a continuar con el guión, sino a enriquecerlo con voluntad extrema y mucha innovación porque la vida familiar está a cargo de las mujeres y cometer errores les puede costar muy caro. El feminicidio es una consecuencia de esos “errores”. Quizás ser guapas, inteligentes, madres y esposas abnegadas, independientes, rebeldes, libres o dependientes económicas nada más, les hace ser el blanco perfecto para la violencia. La sensación que respiro es que nos tienen que ajusticiar y nos tienen que sentar siempre en la silla de los acusados para que en la estructura que sostiene a un país muy masculino, no pueda moverse nada y que desde las fuerzas nuevas, de mujeres muy enteradas de lo que es la igualdad, lo inamovible de los hombres se defienda con una violencia cada vez más dura, más fuerte y más disimulada”, agrega.

Después de un proceso de reflexión, la creadora de “La bodega” dice que hoy en día no se considera a sí misma como activista pues su proceso de divulgación y participación en el movimiento feminista lo califica como lento, “quizás más analítico y cuestionador”, pero que “nunca es tarde para abrazar desde la empatía todo lo que sea necesario.”

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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