Por Graciela Díaz Lonigro
Tuve el honor de conocer hace más de diez años a Valentina Pérez Mendoza, la vida y el universo me la regalaron como alumna. Fui su profesora de Historia de la Cultura, para esa época, a inicios del 2000, diseñé un pensum para niños, ya que siempre he creído y sostenido, que desde pequeños debes estar empapado de todo cuanto te antecedió, para llenar las maletas de cultura, que han de servirte hasta el último día.
Valen como cariñosamente la llamamos quienes la amamos, resultó ser una alumna sobresaliente, a tan sólo 7 añitos ya era analítica, madura, profunda y de honda sensibilidad, siempre ávida de conocimientos y sobretodo de debates.
La peste roja, como a la mayoría de los talentos, también la expulsó de su amada Venezuela, desde hace ya 4 años vive en San José de Costa Rica, donde culminó su bachillerato y ahora se está iniciando en el mundo universitario, dejando el nombre de Venezuela limpio y en alto. Hoy Valen ya tiene 18 años.
Valen además de ser excelente en Historia de la Cultura y en idiomas, cursos que tuve la dicha de impartirle, también posee dotes artísticas muy destacadas, el arte se convirtió en más que una voz, el arte se volvió en ella un grito, que el mundo sepa, que este joven talento además de tener alma feminista, es una crítico profunda, quien expresa a través de un noble trabajo artístico, no sólo el amor a Venezuela, a la cual no ha sustituido, ni lo hará, sino además ha denunciado en sus espacios, los embates que vive nuestro País, gritándole al mundo nuestras penurias que son suyas, porque aunque no las vive, las siente y a veces es peor, más aun estando lejos.
Su obra se llama: “Camino al Aeropuerto”, un dolor latente que al parecer sigue allí…Las obras expuestas se titulan: “Camino al Aeropuerto”, “Si quieres comer ponte en la Fila”, “Pedazos del Ávila”, “Para qué quedaron los Bolívares”, “Quiebre” y “Políticas”. A continuación les dejo las fotos de la exposición, con sus descripciones respectivas, hechas por Valen.
O
tra de sus obras, en mi humilde opinión, altamente feminista, porque sabe darle el justo espacio y valor a la mujer venezolana en el ámbito político se titula: “Políticas”, en ella hace un reconocimiento a la lucha que libran Lilian Tintori, María Corina Machado y Helen Fernández, concediéndole además el noble título de representantes y símbolo de la mujer venezolana.
Mi favorita sin ánimo de sugestionarlos, es sin duda “Camino al Aeropuerto”, con esta obra Valentina me enseñó que: nuestras heridas siguen vivas, como debe ser, porque una herida te recuerda que estás vivo, también te recuerda, cómo fue causada y quiénes lo hicieron…El tiempo sutura las nostalgias, lo dejado atrás y los sentimientos encontrados. Esta obra, en fin, me abrió el alma, porque desde que salimos hacia el aeropuerto, el pavimento empieza a teñirse de Cruz Diez»
