MUJERES TRABAJADORAS VI
Por Susana Reina
En esta sexta edición les presento a una consultora coach, una especialista en recursos humanos de una gran empresa de consumo masivo, una médica, una gremialista empresarial, una vendedora de mercado, una corredora de seguros y una músico profesional.
Siete mujeres que tienen en común el brillo de sus ojos cuando hablan y el haberse sabido conectar con sus motivaciones internas para estar donde están hoy. Maduras, centradas, enfocadas en lo que quieren de sus propias vidas. Todas han dado pasos decisivos en un momento de sus carreras u ocupaciones y fueron fieles a lo que querían para sí, sin complacer a nadie más.
Son mujeres valientes, que junto a las otras que hemos entrevistado con anterioridad, nos dan una idea de lo que somos capaces las mujeres de lograr cuando la mira está puesta en el objetivo. Si quieres revisar las antiguas entregas mira en MUJER POR QUÉ TRABAJAS, MUJERES TRABAJADORAS II. III. IV y V.
Estos son los nuevos testimonios:
“Trabajo para poder acompañar a la gente que toco y poder entrar en su mundo y que como coach pueda cuidarlos, cuidar sus almas. Una de mis luchas en mi vida profesional ha sido la Mujer, por esa característica social cultural que nos envía mandatos muy fuertes que nos hacen contactar con culpa. Mi trabajo ha sido dedicado en gran parte a que la mujer consiga formas más auténticas de vivir, que pueda contactar con plenitud, que pueda ejercer diferentes roles en su vida y que los viva plenamente. El hecho de ser mamá no impide que pueda realizarse en otros ámbitos. Si miro hacia atrás mi carrera como socia de Logros en Venezuela, ha sido poder realmente contactar con la humanidad de la gente, con esa dimensión que no mostramos, que en el día a día se nos va y que generalmente escondemos. Para mí poder ver transformaciones personales es mi mayor recompensa. Obviamente también he trabajado para hacer una vida, brindar a mi familia comodidades, ser rentable y lo digo sin ninguna vergüenza. Trabajo para vivir bien, para obtener dinero y formarme para mi crecimiento personal. En cada contacto me enriquezco, somos maestros y discípulos. Mi trabajo ha sido la forma de ser una aprendiz permanente. Es escuela, es formación, es rendimiento. Se transforma mi gente y me transformo yo”
Andreína es facilitadora internacional de coaching, madre de 3 hijos. Síguela por @coachandreina
CLARA PEREZ ARRAGA/ ESPECIALISTA EN RRHH/ CARAQUEÑA
Empecé a trabajar desde los 17 años porque siempre he creído que el trabajo es parte fundamental de uno como mujer, si quieres tener todo en la vida. Aprender a valerse por sí misma, procurarse todo su bienestar, sin importar las facilidades que hayas tenido en la vida. Trabajar para uno, para su desarrollo propio. No debe uno permitir llegar a depender 100% de un hombre. Me gusta trabajar en pro de a gente, proveerles oportunidades, por eso me gusta trabajar en Recursos Humanos, porque te da consciencia social y el aprendizaje de que las cosas en la calle son duras. Trabajar me dio un panorama más amplio de la vida. Lo considero mi aporte a la sociedad, me permite sentirme útil y brindarle a muchos la posibilidad de aprender el valor del trabajo. Cada vez es un reto más grande para las empresas de este país proveer puestos de trabajo estables. Las mujeres somos mucho más emprendedoras, damos el 100%. Me gusta enseñar y dar una perspectiva diferente en las personas en las que puedo influir. Sé que en el mundo hay formas de ganar dinero muy fácil, pero hay que valorar lo que uno se gana con su propio esfuerzo.
ANA ILSE ARRAGA/ FONOAUDIÓLOGO/ ESPECIALISTA EN FONOLOGÍA CLÍNICA, EN MOTRICIDAD OROFACIAL, DISFAGIA Y VOZ.
“Trabajo para generar mayores ingresos y el bienestar general para toda mi familia. Trabajo en lo que me gusta. La satisfacción más importante que tengo es ver la mejoría de mis pacientes y sus expresiones de agradecimiento llenan mi vida. Dios me puso en esta vida a trabajar justo en lo que yo quiero, hasta el punto de que no me hallo a veces ni de vacaciones, quisiera volver rápido. Me gusta estudiar también cada vez más para que todos mis pacientes salgan adelante mucho más rápido y tener la satisfacción personal de que es el trabajo bien hecho lo que les ayuda a mejorar”
“Estoy contenta por todas las experiencias que se me presentan, voy camino a encontrarme con mis amigos de la JCI de las Américas en Punta del Este, feliz por tener estas experiencias de crecimiento. El mayor aprendizaje que le puedo dar a mis hijos es enseñarles que hay que trabajar muy fuerte por las cosas que queremos y debemos saber integrar todos los aspectos de nuestra vida. ¿Cómo puedo mostrarles que hay que luchar para vencer las vicisitudes si renuncio a alguna cosa por otra? El mayor aprendizaje debe ser que podamos priorizar los intereses y hacer encajar nuestros sueños allí. Hoy por hoy siento que lo he logrado. Mi familia me sigue en todas mis locuras, pero tienen claro que eso me hace crecer como profesional y en esa medida me voy haciendo mejor persona, tengo mejor ánimo y mis triunfos se vuelven suyos. Mi madre fue una guerrera que supo educarnos y levantarnos en una época muy difícil, con el apoyo de mi abuela que complementaba nuestro tiempo con cariños y atenciones. Me tocó ser madre soltera a los 20 años. Fue una experiencia que determinó mi carácter y me hizo aterrizar para saber las verdaderas prioridades, crecimiento profesional vs atención a la hija y las responsabilidades de la casa. La experiencia laboral te pone a prueba, es un desafío porque a veces te cuestionan si en algún momento dejas de lado a tu familia por estar muy metida en el trabajo y viceversa. A veces nosotras mismas nos saboteamos y nos ponemos excusas para trabajar y mantener una familia. Pero lo importante es que decidas hacer lo que te hace sentir plena y feliz, sea adentro de tu casa o afuera. No te dejes llevar por los estereotipos que nos han dado para encasillarnos en un túnel. Acércate a Dios en los momentos de dificultad y lleva de la mano todo lo demás que te va a salir muy bien”. Síguela por Instagram @mquirogi
LISBETH/ CARAQUEÑA/ VENDEDORA
“Vivo en Petare, me gusta trabajar, porque ese es el motivo para llevar el sustento a mi casa. Tengo 4 años trabajando en el Mercado de Chacao, porque me levanto de miércoles a domingo a las 3 am y llego a mi casa a las 8pm. Tengo que negociar con proveedores de verduras en mercados populares y hago acuerdos para beneficiar a todos mis compañeros de aquí. De mi familia no me ayuda nadie. Tengo dos empleadas y ya podría decirse que soy una empresaria, pero quiero más y más. Le digo a todas que le echen pichón a la vida, que no todo es bailar, que hay que sudarse el dinero”
Consigue a Lisbeth en el segundo pasillo de verduras del @mercadodechacao Pura frescura de vegetales y de trato. Síguela por @carola0423
CAROLINA SCOTT/ CORREDORA DE SEGUROS/ CARAQUEÑA
“Me mueve a trabajar el deseo de hacer algo que me satisface, la rentabilidad que eso me dé y la posibilidad de desarrollar las ideas gerenciales que tengo siempre en mi cabeza. He trabajado desde los 17 años ininterrumpidamente. No me veo sin producir. No tanto en acciones ejecutoras. Me gusta más el mundo de las ideas para que puedan ser puestas en marcha por otras personas. Me gusta la asesoría, la creatividad, los proyectos. La producción para mí implica tocar la parte creativa. Fui empleada y desde hace 13 años dí el paso a formar mi propia empresa. Para mí esta decisión la tomé en un momento idóneo, porque sentía que ya las corporaciones no tenían nada que ofrecerme y sentí que era ya la hora. No sé si esto funcionaría para todo el mundo, pero a mí me resultó. Creo que hay personas más asociadas al trabajo empresarial y eso también es válido porque de allí sacan todo su éxito profesional. A las mujeres jóvenes que se están incorporando a la fuerza laboral les aconsejo conocerse a sí mismas como mujeres, entender que no somos competencia para el hombre, sino que cada quien en su espacio tiene que dar lo mejor de sí sin perder su esencia, empoderarnos en nuestro rol de líderes ejecutivas es lo ideal. Eso no se hace de la noche a la mañana, hay que requiere mucha madurez, mucho estudio, constancia en el enfoque profesional y en todos los ámbitos de su vida”
LIBIA CAZOLA/ CARAQUEÑA/ MÚSICO/ 51 años
“Desde niña crecí con la inquietud de la música, aunque trabajé en empresas de seguros por 7 años donde me desempeñé muy bien, pero mi pasión por la música era más fuerte. Canté 10 años en la Capella Caracas y después me puse a enseñar a todo el que quisiera cantar y es lo que hago ahora. Enseñar a otros a cantar, a respirar, a ser mejores personas, a disfrutar de su vida. Una hora de canto sirve para desprenderse del estrés haciendo lo que te gusta. Salgo todos los días a la calle a ejercer mi profesión como profesora de canto. Coordino ensayo de coros, enseño a los niños a cantar. Ayudo en mi casa, hago colas, compro el mercado… pero nunca sería ama de casa 100%. Aprendí a tocar cuatro viendo televisión, después si tuve grandes maestros, cuyo conocimiento aprendido quiero transmitir a mis alumnos. Todos podemos cantar, todos tenemos el aparato fonador, aún sin oído puedo enseñarles, tengo mucha paciencia. En el medio artístico hay mitad y mitad de mujeres músico. Tengo buenos modelos de mujeres que trabajan en orquestas, coros. La disciplina es una cosa muy importante, siempre ponerse retos y estudiar. Si siguen estos consejos les irá muy bien en la vida, como a mí”
ALEJANDRA SUZZARINI / MARABINA / ABOGADA
“Tengo un hijo de 19 años, soy abogada. En principo quería ser educadora en ciencias sociales pero no me convenció la carrera y estudié Derecho. Amo mi profesión en todos los sentidos, he logrado aprender muchísimas cosas tanto desde la lectura como de la práctica del Derecho. Debido a una situación que viví hace unos años de violencia de género, se conjugó en mí el deseo de ser abogada, aunque es un área distinta a la que yo ejerzo. Trabajo en Derecho administrativo y esto de la violencia me enseñó muchísimas cosas. A ser más humana, a que las mujeres somos muy fuertes, aprendemos a sobrellevar las situaciones por la familia, por los hijos, a veces por encima de nosotras mismas. Pero la experiencia al final fue muy satisfactoria en el sentido de que logré salir victoriosa de la situación por la que estaba atravesando, salí fortalecida y además lo más bonito es que me ha permitido apoyar a otras mujeres que han vivido situaciones de violencia. No sólo apoyarlas desde el punto de vista judicial, sino indicarle los pasos que deben seguir para denunciar, y sobre todo darles apoyo moral, saber cómo se sienten, hablarles de lo que deben enfrentar, qué pueden evitar para no tener más inconvenientes de lo que la situación de violencia genera. Estoy muy contenta con mi situación profesional y como madre. Me siento muy plena con mi vida. Mi placer es la lectura, por trabajo y placer. Leo todo lo que me presenten, salvo que sea muy malo como el de 50 sombras de Grey que me pareció pésimo porque entre otras cosas incentiva la violencia de género. Esa soy yo!”
