LA MUJER DE LA CASA

LA MUJER DE LA CASA
octubre 24, 2015 Susana Reina
Es asombroso como muchas tenemos grabado el chip que
reproduce automáticamente pensamientos, emociones y comportamientos que
disminuyen a la mujer frente al hombre, aún entre las que estamos más
sensibilizadas sobre las luchas feministas.
Mi hija casada, se queda sola temporalmente por viaje del
marido a otro país; su hermano vive en la misma ciudad que ella y chateando
entre los tres, no se me ocurre otra cosa que decirle a él: “ahora te toca
cuidar a tu hermana”… Mi hija responde: “ ¡yo me sé cuidar sola mamá…
feminismoinc!”…
Podría defenderme diciendo que es solo un intento de
protegerla, que es cariño, que los hermanos están para cuidarse el uno al otro,
y que si a él le tocase estar solo yo le pediría a ella que lo cuidase, pero
todas son excusas. La verdad es que sentía que ella necesitaba tener al “hombre
de la casa” y que a falta del esposo pues estaba el hermano. Gracias a Dios no
me hacen mucho caso…
Lo triste de esta historia es que, a cuenta del modelo
machista, recargamos sobre los hombres muchas responsabilidades con eso de
declararlos ser el Hombre de la Casa. Lo he visto cuando los padres mueren o
están ausentes. Enseguida todos voltean donde el hijo mayor, no siempre el mayor
de los hermanos, pero sí el varón mayor, y esperan de esa criatura o joven que
asuma riendas y tome decisiones.
La verdad es que en Venezuela, con un modelo matricentrista,
la madre o la abuela es quien decide y dispone, pero al varón le toca dar la
cara y defender a la tribu ante cualquier amenaza externa e interna. Esta
práctica debe haber sido necesaria en la época donde a una mujer le estaban
prohibidas o limitadas muchas libertades, como por ejemplo, abrir una cuenta en
el banco, acceder a créditos, firmar papeles, suscribir contratos, fungir como
testigos en un  juicio y un largo
etcétera.
Además de todos esos trámites administrativos, la figura
masculina servía también para “hacer respetar” a la mujer frente a otros
hombres. Todavía hoy en muchos lugares, no les es permitido el acceso a mujeres
solas, por ejemplo bares o pubs. Y si van solas, muchos pueden pensar que están buscando emparejarse, o propiciando acercamientos… ir con un hombre
es como una defensa personal en esos casos. Los otros hombres captan el código.
Ella tiene perro que ladra.
Es un asunto de mantener la reputación, y además de roles
asumidos y esperados socialmente por cada género. Viene de la costumbre de ser
el hombre el sostén de hogar, el proveedor, pero además la voz de la familia. La
mujer calla y obedece, el hombre habla por todos.
Pero aún superados todos esos escollos, a pesar de los muchos
avances que hemos logrado como sociedad,  nos quedan a muchas de nosotras, incluidas las 4×4,  los temores de saber si solas nos
bastamos para llevar adelante una casa, más allá de la limpieza, cocina,
cuidado de los hijos y decoración, junto al trabajo y todo lo demás, sin un
macho alfa al lado.
Confiemos en lo que dijo Margaret Tatcher: “Cualquier mujer que entienda los problemas
de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país
”. No te
digo yo, los de vivir una vida propia sin necesidad de protección masculina.
Gracias hija mía por la enseñanza.

FEMINISMOINC
Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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