¿Quién es Isabel Carmona de Serra?

¿Quién es Isabel Carmona de Serra?
enero 1, 2020 Susana Reina

Fue presidenta de Acción Democrática, líder política perseguida en la época de la dictadura del Gral. Marcos Pérez Jiménez y miembro del Frente Nacional de Mujeres.

P: ¿Cómo se inició en el mundo del feminismo o en el mundo de lucha por los derechos de las mujeres?

R: Desde el primer momento que tomé conciencia de la necesidad de la libertad y de defender la justicia, me integré a la causa de la mujer y la lucha por los derechos de la misma. Empecé desde las filas del partido Acción Democrática, donde milité siempre desde muy temprano. A los 16 años ya estaba militando en la juventud del partido y en la clandestinidad, contra la dictadura de Pérez Jiménez, la cual contribuyó al desarrollo de una generación que tuvo muy clara la necesidad de conquistar la libertad como única forma de desarrollarse y de alcanzar derechos y aspiraciones en aquella etapa.

P: ¿Qué acontecimiento marcó ese punto donde usted sintió que debía alzar su voz?

R: El derrocamiento de Rómulo Gallegos. Cuando se producen las primeras elecciones libres en el país y es electo por el pueblo por primera vez un Presidente de la República, el escritor y maestro de la juventud Rómulo Gallegos. En el derrocamiento de Gallegos cuando los militares van a detenerlo él les pregunta quién puede hacer preso al presidente de la República y ellos contestaron “el alto mando militar”. Le dijeron que lo iban a desterrar del país, él se opuso y lo detuvieron. Esto lo lleva a dejar una declaración, porque le pedían que renunciara para que lo dejaran libre; como él se resistió, hizo un llamado al pueblo “pueblo de Venezuela, yo he cumplido con mi deber, cumple tú ahora con el tuyo”. Yo sentí el llamado y comprendí que tenía que enfilarme a luchar por la libertad.

Luego en el derrocamiento de Pérez Jiménez, las fuerzas democráticas empiezan a reagruparse y a procurar órganos de presión para combatir la dictadura. En esa estrategia general, la juventud es la primera que se incorpora a esa lucha, pero dentro la juventud emergió la convicción de luchar también al mismo tiempo por la causa de las mujeres. Las mujeres no estábamos plenamente incorporadas a la lucha política, a pesar de que en 1947 se celebran las primeras elecciones libres; además de votar, pues la mujer es incorporada a los partidos políticos y entra en la acción política, y ese por supuesto es el despertar de un movimiento reprimido históricamente, que no salía a la luz porque no se creía en las mujeres y en esos tiempos todavía las mujeres estaban replegadas en sus destinos históricos que eran los oficios de la casa. En ese momento que se produce el sufragio universal y directo y las mujeres votan por primera vez, ahí se consagra la consigna y el entendimiento de que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres, por tanto, no podían seguir siendo ignoradas.

Dentro de ese esquema de lucha, Acción Democrática se convierte en el partido impulsor de un proceso de cambio histórico que nunca se había hecho. Gracias a eso, al Parlamento venezolano se incorporan 14 mujeres para luchar desde las tribunas parlamentarias por sus derechos y por la justicia social. Esa etapa yo la vivo como adolescente y por supuesto es mi despertar político y al mismo tiempo el inicio de mi propia lucha.

P: ¿Cuál fue su mayor labor en esta lucha por la igualdad de género?

R: A partir del llamado de Pérez Jiménez, fui una luchadora combatiente directa, que fue a la cárcel varias veces para tumbarlo. Desde la cárcel de mujeres en San Carlos estado Cojedes, con tan solo 17 años seguía luchando. Luego en la cárcel de los Teques, di a luz a mi primer hijo.

La juventud de mi tiempo que ya había conocido la libertad, el derecho al sufragio y la importancia de conquistar derechos para la mujer, se incorpora con fervor a la lucha para el derrocamiento de la dictadura que nacía y allí estoy yo, incorporada plenamente a esa lucha desde las aulas de la escuela Gran Colombia donde yo estudiaba interna. Salgo con las compañeras a luchar por la libertad y me las llevé para la Universidad Central de Venezuela (UCV). Esa lucha fue la que aprovechó mi generación como conductora de un proceso que se iniciaba, duró 10 años y en el cual nosotros los jóvenes fuimos protagonistas del derrocamiento de esa dictadura. Muchos líderes políticos quedaron asesinados por la dictadura, pero esos líderes habían dejado el mensaje y el punto de la lucha para saber que no podíamos rendirnos y que el asesinato de ellos, nos obligaba a asumir desde temprana edad la responsabilidad de conducir un proceso que se iniciaba para combatir esa dictadura.

Después de 10 años, el 23 de enero dio sus frutos y se puso en fuga al dictador en el avión llamado la vaca sagrada. Lo que nos genera espacio de poder, pero no queríamos gobernar, solo libertad. Los que toman Miraflores son los representantes de la alta burguesía del país como Eugenio Mendoza, pero eran puros hombres de las fuerzas económicas y algunos políticos, pero ninguno era de la lucha ni de la base, si no que eran expertos y tomaron el control del poder. Allí surgió un instrumento de lucha que se llamó la Junta Patriótica. Había un periodista que era reportero de Miraflores, Fabricio Ojeda, que se convirtió en el presidente de dicha junta. A partir de ese momento, ellos condujeron el proceso. Con papeles, rayados de paredes y muchas otras actividades, seguimos luchando contra la dictadura. Nuestra disposición de defender la democracia estuvo siempre, por eso pertenecí al MIR (movimiento de izquierda revolucionaria). Este se diluye y vuelvo a acción democrática. Este fue el partido histórico que se ha mantenido con toda la firmeza desde su nacimiento hasta el día de hoy. Esta lucha es hasta el último día y seguiremos hasta lograr el objetivo.

P: ¿Actualmente sigue activa en la lucha por el derecho de las mujeres?

R: Hemos creado un frente de lucha que se llama el Frente Nacional de Mujeres. Ese Frente, tenía desde sus orígenes el objetivo de agrupar las mujeres de todas las tendencias, con tal y fueran para defender la democracia. Ese frente ha sido una vanguardia, a veces precaria, a veces fortalecida, pero una vanguardia de lucha que ha mantenido el presente de la mujer en todas las obras que habido por la libertad. Las mujeres luchan contra la dictadura, por la libertad, por sus derechos, por avanzar en el reconocimiento de la igualdad de género, porque ese es el tema que todavía a pesar de que es una lucha del mundo no termina de cristalizar porque son milenios los que no acompañan para saber lo difícil que representa cambiar la mentalidad de una sociedad que desde que nació le han predicado que el puesto de la mujer es el hogar y que los hombres son los que deben estar en la calle.

P: ¿Cómo visualiza usted nuestra sociedad en un futuro no muy lejano con todo el empoderamiento femenino dentro de la sociedad?

R: Creo que hemos avanzado mucho. A pesar de que no sea tan visible, lo hemos logrado. Yo no me quejo del momento, yo aprecio la fortaleza del movimiento de mujeres, porque es en el mundo entero donde la mujer se ha movilizado para hacerse reconocer. En África las mujeres han luchado de manera impresionante ante la discriminación, pero ellas no han dejado de entender el valor de su puesto y han conquistado grandes objetivos. Después de 300 años tenemos una mujer rectora de la Universidad Central y que se ha mantenido. Estos son testimonios que nos indican que hemos avanzado mucho, que no podemos quejarnos, pero tampoco rendirnos, que debemos seguir impulsando esta lucha porque es milenaria. Antes no era fácil visualizar que las mujeres gobernaran, pero ahora sí las vemos. Hemos roto modelos incrustados históricamente en la conciencia social. Los hemos quebrado, pero todavía no los hemos derrotado, entonces nuestra lucha sigue.

Yo me siento satisfecha de que las mujeres del mundo hemos roto modelos tradicionales milenarios y hemos alcanzado victorias muy importantes que seguimos todavía alcanzando y que no podemos detener. Las generaciones de ustedes tienen la obligación de seguir impulsando esta causa, de no rendirse y de saber que hay avanzas y retrocesos. Aquí vivimos 40 años de democracia y ahora estamos en una época de dictadura, pero eso no nos va a detener a nosotros para seguir luchando, no solo por nuestros derechos, sino también por los de todos.

P: Aquí en Venezuela particularmente, ¿cómo presenció este cambio con respecto a la inclusión de las mujeres en los aspectos políticos, económicos y sociales, desde el inicio de sus tiempos hasta hoy en día?

R: Desde 1947 cuando vota por primera vez hasta el día de hoy, la mujer ha mantenido su posición de vanguardia, ha seguido luchando y se ha mantenido a pesar de que, en el ejercicio del poder, las mujeres hoy no solo ocupan posiciones, sino que las posiciones llevan una carga de servilismo al dictador y eso disminuye la fortaleza del proceso de cambio en el mundo social y político. Pero a pesar de eso, no han podido negarnos el avance, no han podido quitar a las mujeres de que aparezcan, de que protagonicen. Siempre estuvieron bajo la sumisión de un poder machista, pero a pesar de ello no se han dejado arrebatar completamente las posiciones conquistadas.

P: Si pudiera dejar un mensaje para las nuevas generaciones, ¿cuál sería?

R: Voy a cumplir 90 años y estoy firme en mi convicción de que la lucha sigue, pero que triunfaremos, porque la libertad es la razón de ser del hombre y el ser humano sin libertad no existe, es como alguien puesto que se manipula como robot. Cuando se alcanza la libertad tienes destino. Por eso, debemos seguir luchando para que el dictador se rinda y el pueblo de Venezuela pueda volver a ser libre.

El feminismo es la causa última que la mujer ha podido imponer en la historia. Hoy en día mucho fue el esfuerzo que se hizo para impedir la crítica y para impedir el desprecio por esa causa. Muchos hombres decían “esa es feminista’’ y eso era un testimonio del desprecio que sentían por nuestra causa. Pero no han podido derrotarnos, el machismo sigue vivo, es milenario, por lo tanto, no podemos pensar que lo hemos derrotado, pero hemos avanzado mucho en la conquista de que la sociedad entienda que sí somos iguales, que sí tenemos cerebro, que sí podemos gobernar, que no somos eunuco, si no que estamos en pleno ejercicio de nuestras capacidades. El tiempo ha demostrado la brillantez de la mujer en el conocimiento, en el avance de la ciencia, todo lo ha demostrado la mujer para dejar testimonio que somos iguales a todos los seres humanos.

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Entrevista realizada por Valeria Aponte.

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