Mi confesión

Mi confesión
junio 19, 2018 Gabriela Reynoso

Todo comenzó desde el momento en que me iba a graduar de bachillerato me enfrentaba a una gran decisión: ¿Que iba a estudiar en la universidad? pues siempre quise ser policía o especializarme en una carrera criminalística. Recuerdo que el día que me dispuse hablar con mi mamá sobre ese tema su respuesta fue: “No quiero para ti la carrera de policía, ni la de madre”. Esa frase la llevo conmigo como un tatuaje y cuando quedé embarazada a la edad de 22 años (prematura por cierto), era lo único que podía recordar . «La carrera de madre”, una carrera que tampoco yo quería a esa edad, mucho menos en ese momento, un momento en el que me había mudado a otra ciudad a realizar algo así como mi gran sueño: independencia.

Fue en ese momento en el que decidí interrumpir mi corto embarazo de 2 semanas, por la sencilla y única razón de que no lo quería.

Recuerdo que en esa época el mal en mi país sobre la escasez de medicamentos estaba entrando en auge, pero sin embargo yo estaba completamente decidida y movería cielo y tierra para conseguir unas cuentas pastilla de cytotec.

Investigué, leí muchas reseñas sobre este delito… Sí, en mi país esta práctica es un delito. Me sentí la mujer más preparada y en una semana ya tenía mis pastillas. Ah, las conseguí por internet. Un par de amigas me acompañaron a realizar el intercambio: Dinero por pastillas, me sentí la más criminal del siglo 21, un motorizado me hizo la entrega en una esquina popular de Caracas.

Ese mismo día empezó todo…

Era un viernes del año 2014, me tomé las primeras y las otras 2 las introduje por mi vagina. En un par de horas comenzó todo, sentí escalofríos, nauseas, cólicos y ese día y parte del sábado lo pasé entre mi habitación y el baño, la vergüenza en mi cara era delatable pero mi cuerpo, mi corazón, mi mente todo lo demás me decía que estaba haciendo lo correcto, para el domingo ya mi malestar corporal había pasado y me sentía mas segura que nunca de la decisión que había tomado, hasta el sol de hoy de hecho.

Después vino el tema de los lavados que tenía que hacerme y que tenia que hacerlo nuevamente escondida en mi habitación y en soledad, pues si algo salía mal no podía ir a un hospital pues lo que traería eso sería unas esposas alrededor de mis manos por haber cometido el acto mas atroz del mundo (haber decidido en mi cuerpo).

Han pasado 5 años desde entonces y ya no me encuentro en otra ciudad, sino en otro país. Alcanzando mis sueños y persiguiendo otros nuevos, me siento feliz, aliviada y segura de que la decisión que tomé fue la mejor. De lo único que me arrepiento es de la soledad que me acompañó ese par de días.

Elegí mi vida para seguir con vida.

Ah… Y no quedé embarazada por que quise, la pastilla del día después falló.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

Comments (2)

  1. Jackeline Vanessa Perilla 6 años ago

    WooW! que valiente eres Gabriela, de traer a la mesa un tema que es tabú en Venezuela. Efectivamente aquí es delito, pero no debería serlo. Debería ser una decisión ética, y por lo tanto individual. Si queremos que la decisión sea ética, ninguna de las opciones puede estar criminalizada.

    Comprometer el resto de su vida en el cuidado y protección un hijo o nooo comprometerse, solo puede ser decisión de la persona que se compromete. Calificar como Provida a todo aquel que opine que la mujer en embarazo, debe convertirse en madre; implica calificar como Promuerte a que quien esta a favor de la decisión ética individual y libre, donde la mujer decide si ser o no ser madre.

    Que levantes tu voz, que compartas tu historia, que cuestiones la criminalización de la libertad individual, y en especial que reclames el justo apoyo para las mujeres (muchisimas mujeres muy jóvenes!) que pasan por esta situación en soledad, con vergüenza y sintiéndose «la más criminal del siglo 21» sin orientación y muchas veces sin compañía, nos hace recapacitar, y es una invitación a las organizaciones que luchan por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, para que abran un poco más sus líneas de orientación e información.

    También es un recordatoria para todas las mujeres, que esa niña, esa amiguita, esa vecina, esa sobrina, esa hija… puede estar tomando una decisión muy difícil… está en nosotras abrir nuestra mente, y tender una mano de la que puedan tomarse, sin juzgar, respetando que la ética es de cada quien, igual que la vida que cada quien elije y puede vivir.

    • Author
      Gabriela Reynoso 6 años ago

      Gracias por tomarte unos minutos y leer esta confesión Jackeline, tienes mucha razón este tema del aborto es un completo Tabu, casi que al pronunciar esa palabra es inevitable sentir miradas de verguenza (De parte de otras personas)…. Que bueno que traigas acotación eso de que es una decisión individual y que por lo tanto no deberiamos ser criminalizadas, cada vez que recuerdo mi experiencia inmediatamente pienso en esas niñas o muejeres que no contarón con la misma suerte que yo y por lo tanto no sobrevivieron, esa razón me ha hecho alzar aun mas mi voz y contagiar a muchas que vayan a dar ete paso que no están solas y se contagien de este ataque de valentía que me hizo hablar sobre mi pasado. Un gran abrazo, te invito a que sigas
      leyendonos.

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