Planteamiento central del texto de Elizabeth Jelin
Las ciencias sociales en América Latina, durante toda la segunda mitad del siglo XX, se dejaron llevar por un reducto de enfoque y metodología centrados en el desarrollo capitalista en la región y la formación de clases sociales con su anclaje en ciertas relaciones de producción (tanto en sus versiones más posibilistas como en las más críticas) y, a este reducto, se le superponían casi sin acomodo posible, categorías de lo que hoy en día podría considerarse elementos clave para definir y estudiar las múltiples desigualdades y sus elementos vivenciales más allá de los modelos explicativos (por ejemplo, en esta propuesta, se ejemplifica con raza, etnicidad y género). Este es el planteamiento básico que nos hace Jelin, ofreciéndonos un abordaje histórico retrospectivo. Destaca que los autores de aquella época manejaran categorías que serían muy importantes hoy en día, pero que no tenían espacio metodológico para “recentrarlas” en su análisis o, aquellos que lo intentaban, tenían una repercusión minoritaria en el constructo socio-científico.
Ideas clave del texto
Habría que destacar, en primera instancia, ideas que actúan como “premisas” para el conjunto de los planteamientos en la lectura. Así, por ejemplo, se parte del supuesto “descarte” actual de los enfoques neoliberales, centrados en el individuo y ajenos a las estructuras, así refiere “…esta perspectiva también tomó como ideal y como supuesto el funcionamiento auto-regulado del mercado, tema ya criticado y descartado hace décadas por Polanyi” (p. 1). También considera que los planteamientos teóricos de mediados del siglo XX en Latinoamérica suponían posiciones políticas activas por parte de los científicos “…recordemos que en América Latina los intelectuales han sido actores en escenarios políticos, antes que investigadores/as encerrados en “torres de marfil” (p.3). Por último, Se refiere también a “…la existencia de múltiples desigualdades, o sea, múltiples dimensiones de estratificación y categorización social es hoy en día parte del sentido común de las ciencias sociales” (p. 8).
En cuanto al desarrollo de los postulados que sirven de planteamiento central, encontramos: 1) A mediados del siglo XX las clases sociales son la categoría central de análisis para abordar cualquier construcción y las categorías que ejemplifican los problemas y la desigualdad pasan a ser complemento informativo o, incluso, herencia de un modelo económico anterior. 2) En el caso de la raza (Fernandes), aun caracterizando aspectos y detalles contextuales importantes de la vida del negro brasileño y sus problemas, el análisis se centra en su adaptación a los nuevos roles de clase y al acceso a las fuentes de trabajo. Por ejemplo, explica parte de sus problemas de posicionamiento en el mercado de trabajo a partir de su propia adaptación cultural post esclavista, en comparación con la mano de obra blanca europea que llegaba a competir con él. Plantea diferencias entre los sexos (no se usa género aún como categoría) y sin embargo, los evalúa en función de las mismas relaciones, porque la mujer sufre menos su transición cultural desde la esclavitud, porque los roles que le asignan como asalariada tienen mercado y se parecen más a lo que antes hacía. 3) En el caso de la etnicidad (Stavenhagen) plantea como la experiencia de las áreas mayas en Centro y Norteamérica, los espacios indígenas y los espacios de explotación agrícola se superponen, construyendo una nueva dimensión de dominación territorial, económica y cultural 4) Por su parte Isabel Larguía y John Dumoulin son usados para el ejemplo del tratamiento en la época de la categoría género. Ellos destacan como los modelos socio culturales dominantes ocultan deliberadamente las labores domésticas como aporte productivo y esto lleva a Jelín a destacar la importancia para ellos de la organización social y el desarrollo del capitalismo, vinculando familia y mercado de trabajo, para develar la invisibilidad social de las mujeres. El tránsito educativo, el divorcio y la incorporación masiva al mercado de trabajo con roles estereotipados son otras formas de abordar el análisis sobre los mismos ejes.
Principales aportes recibidos del texto
Si tuviera que referirme en general a los aportes de la lectura, creo que fueron más productivos en términos del contacto con referencias desconocidas para mí que en términos del planteamiento teórico que ocupa a la autora, que pareciera más un asunto de historia de la epistemología y la metodología de la ciencia en América Latina que un planteamiento útil para los enfoques de las desigualdades. Aunque la mayor parte del texto no aborda la problemática de género, me sorprendió encontrarla primariamente en el área ejemplo de Fernandes (los problemas de adaptación de los negros ex esclavos en Brasil, especialmente Sao Paulo). Por mi ignorancia de ese proceso histórico, me impactó mucho que la adaptación de las mujeres negras llegase a ser más exitosa en términos relativos que la de los hombres, acostumbrados a patrones de conducta y relaciones de autoridad muy diferentes y cómo esta diferencia introdujo múltiples nuevos problemas y perspectivas de relación (por ejemplo, con un hombre que podía incluso ser económicamente dependiente de la mujer). También me llamó la atención, aunque lo aborda menos la lectura, el asunto del mulato y como afectaba el estatus de la mujer negra el hecho de servir como unidad de producción genética para el blanco dominante.
Entiendo y recibo bien el aporte de Larguía y Dumoulin. El hecho de haberse circunscrito a la organización social del proceso de desarrollo capitalista en la región no le resta mérito a esos avances. No digo que se lo reste Jelin, pero quiero valorar en particular las breves citas de la lectura con respecto a esos autores. También las referencias a Saffioti y Meillassioux. En general, creo que el feminismo en ciencias sociales de América Latina merece mucho reconocimiento, porque su contexto cultural y social es, en muchos aspectos, más difícil que el europeo.
Dudas o cuestiones no resueltas
El texto me dejó más inquietudes y dudas derivadas de los autores citados que del planteamiento mismo de Jelin. No estoy tan segura sobre la importancia de sus conclusiones. Llegué a pensar que eran cuestionables, por la pequeñísima muestra de autores utilizada (aunque ella misma aclara que no pretende abordarlos por su representatividad y solo los usa a modo de ejemplo).
Yo estudié psicología y me siento a veces poco dispuesta a tolerar el enorme amasijo conceptual de relaciones y formas que se tejen en torno a los planteamientos sociológicos. He llegado a creer que son artificiales o incluso inútiles, pero también he aprendido a considerar algunas de sus herramientas o incluso algunos de sus modelos como aportes sustantivos del devenir científico social y me alegro mucho de mi propio avance. Jelin logró, con este artículo, que transitara esas sensaciones.
Evaluación crítica personal
Elizabeth Jelín no llega a construir una proposición crítica completa sobre este devenir científico: primero por su resistencia a considerar la evaluación extemporánea de los planteamientos y dudas manejados por los científicos de esa época y, por otro lado, por sus propias dudas sobre la fiabilidad de los “avances” que haya podido tener el asunto. En definitiva, Jelin reconstruye con muy pocas páginas y herramientas (tres categorías y 4 autores principales) toda una evaluación crítica de una época extraordinariamente valiosa para el desenvolvimiento de las ciencias sociales en América Latina y ofrece su análisis como perspectiva de sus mejoras.
No comparto sus ideas preliminares sobre el estado actual de las cosas en términos de ciencia social. Me confieso posibilista y optimista en términos del desarrollo y creo en las posibilidades reales de la gran mayoría de los pueblos de América Latina para insertarse positiva y vigorosamente en los procesos de globalización y hacer aportes sustantivos al devenir general de la humanidad. Sin embargo, comprendí bien sus posturas y me gustó como pudo resumir tan bien un planteamiento, a priori, inabordable (resumir un conflicto histórico epistemológico que involucra la producción intelectual de miles de autores durante varias décadas en una veintena larga de países).
Ficha de lectura elaborada para la Especialización de Políticas Públicas con enfoque de género de la Unión Iberoamericana de Municipalistas y ONU Mujeres. 2017
Comment (1)
-
Excelente defensa crítica de tu punto de vista. Me encanta tu actitud iconoclasta ante figuras consagradas por décadas en cierto «ghetto» feminista latinoamericano.