Era una sospecha cuando niña, una certeza cuando adulta. Si no tienes tu propio dinero, no tienes verdadera independencia. Eso les decimos a todas las mujeres en nuestras acciones de empoderamiento. Por eso cuando escuchamos la experiencia de la Dra. Ludy Green, Presidenta y CEO de WomanPower, en el evento convocado por las organizaciones aliadas de la RED ARIADNA, – FREYA, FACILITARTE, EMPODERARSE Y EMBAJADA AMERICANA EN VENEZUELA- nos sentimos más que complacidas al constatar que la vía para superar muchos problemas, incluso tan graves como la violencia contra la mujer, es la inserción económica.
La Dra. Green especificó tres tipos de violencia: la verbal, la física y la económica. Las dos primeras son las más conocidas y por lo mismo las más abordadas en términos de soporte y ayuda. Pero la violencia o abuso económico ocurre también, en los casos en que muchas mujeres se ven forzadas a soportar humillaciones y maltratos para poder sostener a sus familias. O son amenazadas con corte de suministro financiero si no se someten a la voluntad de una pareja maltratadora, o sus empleos son saboteados, o reciben menos paga que un hombre por el mismo trabajo y misma dedicación. En fin, es un problema conocido pero poco abordado de forma directa.
En este encuentro destacó la presentación que hiciera Magdymar León de AVESA sobre la dimensión del problema de la Violencia de Género en nuestro país, el cual sirvió como marco para contextualizar posibles acciones en la materia a futuro:
- La violencia contra las mujeres es el segundo delito más denunciado en el país, según cifras del Ministerio Público.
- Poseemos altas cifras de impunidad y grandes debilidades en el acceso a la justicia de las mujeres.
- Las mujeres sufren la victimización secundaria de muchos de los delitos ocurridos en el país.
- A pesar de contar con…
- La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia LODMVLV desde el 2007 (reforma en el 2014)
- Un Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, creado desde el año 2009, es el órgano rector de las políticas públicas, planes, programas y proyectos.
- Una Defensoría Nacional de la Mujer, con defensoras estadales y municipales y una Defensoría Delegada Especial desde la Defensoría del Pueblo sobre los Derechos de la Mujer, que es una instancia de apoyo y referencia especializada en derechos de la mujer.
- Institutos regionales, estatales y municipales en materia de mujer a nivel nacional.
- Una Subcomisión de la Mujer, adscrita a la Comisión de Desarrollo Social.
- ONGs a nivel nacional que abordan el tema
- Maestrías, diplomados, cursos de formación en la materia en las principales casas de Estudio del país…
… siguen los obstáculos para enfrentar el problema de raíz.
“La implementación de la Ley DMVLV, no se ha traducido en verdadero acceso de las mujeres a la Justicia, ni en prevención de la violencia, por lo que se siguen vulnerando los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia. Para que existan cambios reales y una disminución de la violencia contra las mujeres, es necesaria la implementación de programas educativos en igualdad de género y cultura de derechos humanos, el abordaje no puede ser solo jurídico. Es necesario desmontar los valores y creencias que sostienen la inequidad de género en nuestro país”, concluye Magdymar León.
Ante este sombrío panorama, la iniciativa expuesta por la Dra. Ludy Green, luce prometedora. Básicamente el programa que ella creó y lidera, que se llama Second Chance Employment Services o Segunda Oportunidad de Empleos, parte de concepto de que empoderar es superar los desequilibrios de poder y clarificar los recursos disponibles. Es un modelo diseñado para combatir el abuso o violencia económica y promover seguridad financiera.
Su trabajo consiste en hacer alianzas con proveedores de servicios y empleadores para que reinserten laboralmente a las víctimas de violencia y ubicarles un empleo que les proporcione medios de subsistencia para ella y sus hijos, y que les devuelva la autoestima y confianza en sí mismas, perdidas en tan doloroso proceso. Los empleadores ganan a través de la incorporación de recursos talentosos y dedicados, ávidas de aprender y aportar, y beneficios fiscales que se derivan de contribuir con metas sociales positivas.
El problema es que cuando una mujer sufre violencia física o verbal o económica, o cualquiera de los 19 tipos de violencia tipificados en la Ley DMVLV, a nivel laboral su productividad disminuye, incurre en ausentismos frecuentes, aumentan los gastos médicos y muchas veces se ven forzadas a abandonar su trabajo. Queda así una mala referencia y bajo auto concepto personal para intentar por sus propios medios conseguir un nuevo empleo.
Ludy forma y capacita a estas mujeres, las asesora, se ocupa de sus situaciones personales familiares, las viste, las atiende médicamente cuando es necesario. Las ayuda a elaborar su resumen curricular, a replantear sus vocaciones y las ubica laboralmente sin costo para el empleador ni la cliente, gracias al patrocinio de muchos proveedores. Lejos de lamentarse por el pasado, estas mujeres son ayudadas a reenfocarse en su futuro y les dan medios para que lo vean posible y realizable.
Ella diseñó el modelo de negocio de este Programa y está buscando partners en Venezuela que quieran replicarlo. De hecho su última publicación, disponible en Amazon, explica con la claridad de un manual los pasos que hay que dar para llevar adelante tan innovador y exitoso programa.
Y como nos dijo al finalizar el evento la experta feminista, Profesora Adicea Castillo: mantengamos el trabajo por la mujer basándonos en dos pilares centrales: la participación política y el empoderamiento económico.
Gracias a los miembros de la Red Ariadna por hacer posible este importante y esperanzador encuentro.
