Por María Alejandra Mancebo
«Los estereotipos son una forma de simplificar la realidad, catalogar a las personas
y evitar el esfuerzo de comprenderlas.» Alexei Navalny
Juana I de Castilla, de Aragón, de Nápoles, de Sicilia, de Navarra, de las Indias y de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano fue la primera reina de España y la más poderosa de su época. Qué triste ver como la recordamos solo por un apodo, que además nunca fue acertado. En este de mes de abril me gustaría compartir con ustedes parte de la historia de una mujer invisibilizada por los estereotipos y sesgos de género, que hicieron que una reina se le conozca en la historia como la “loca” y sin embargo su vida fue como la de tantas de nosotras, necesarias de reivindicar, recodar y no olvidar.
Les confieso que la historia de la Reina Juana I siempre me ha parecido fascinante. Son muchos los libros, películas que de ella se han escrito y siempre me he preguntado ¿Cuántas Juanas hay como ella? ¿Y si realmente como mujeres hemos comprendido el peso que tiene este cargo por ser mujer?, ¿Su supuesta «locura” fue la excusa para no visibilizar su legado?
Esas interrogantes me permiten develar al lector que Juana de Castilla, fue una mujer ejemplar y que mucho se dice lo que no es, ya que pocos conocemos la valentía, fuerza, coraje que eran parte de su personalidad, cualidades que deben ser reconocidas y por ello recordadas.
La reina Juana marco un hito en la monarquía española del siglo XVI sin que los estereotipos y sesgos que la cercaron la debilitaran, por ello es paradójico que la historia se empeñe en definirla por esas creencias y no por quien fue. Por ello les presento a la Juana I de Castilla con su nombre, una mujer que en su época sobresalió por sus conocimientos e inquietud intelectual, que fue amante de la literatura, el arte y la música, una mujer con un gran intelecto y perspicacia que en esa época le permitió sobresalir ante una sociedad machista.
Juana fue tan peculiar en su obrar que, pese a que los matrimonios eran por conveniencia y una vez concretados, la mujer pasaba a la sombra. Sin embargo, ella protegió su relación con Felipe el Hermoso, se mantuvo a su lado en momentos difíciles y no permitió que otros le quitaran el rol de madre, todo lo contrario, fue una esposa atenta sin dejar de ser la intelectual y madre devota. Pudieran los lectores preguntarse si estar relegada a ese rol de esposa y madre la hacía sometida. La respuesta es que dada la época histórica asumir un rol protagónico en esas facetas eran actos de valentía, de allí que la historia se comprende desde su esencia.
Pero conozcamos mas de esa valiente mujer: pese a los obstáculos y pugnas superó cualquier expectativa, cuando de manera desafiante y con la fuerza de una mujer, logró ser la Reina de Castilla y Aragón, Reina Juana ejemplo de firmeza y entereza, nunca dudó de ser quien era, no permitió que la comodidad de la política la desplazara, todo lo contrario, se debe aplaudir la su resistencia ante sus muchos enemigos.
Vemos así una mujer valiente que superó las exigencias de la historia y sin embargo pareciera, según como cada lectora lo interprete, su amor fue la que la hizo ser conocida como la “loca”. La reina Juana siempre estuvo acompañada de dificultades. Ser mujer fue su mayor logro y su condena, ya que, sin importar las creencias, luchó por su reinado sin descuidar su matrimonio y sus hijos. Sin embargo, la relación de poder con un hombre que ella amaba que era su hijo Carlos V, en su afán machista y de control poco le importó que su competencia fuera la madre y mucho hizo para que todos creyeran a su madre loca.
La historia sigue mostrando cómo el dominio y control del hombre es capaz de invisibilizar a la mujer sin importar mediante estereotipos y sesgos, ya que la etiqueta de loca fue una maniobra para quebrantar su mando, y que no le creyeran pues, al ser mujer, estas eran vistas como débiles, emocionales, locas … una manera de ser invisibles ante una sociedad que no toleraba el brillo de las mujeres.
“Juana, la que enloqueció por amor o por herencia, la reina que no quiso reinar o la mujer a quien le usurparon el trono, la que fue más mujer que reina, la santa o la hereje”, así la conoce la historia, así la representan en los libros, películas y cada uno se preguntará ¿Estaba loca? y la respuesta es que no, por tanto, dejemos de llamarla Juan la loca, es Juana la Reina de Castilla.
No repitamos creencias de otros que fueron bajas herramientas para dejarla a un lado, formas de proceder que hoy en pleno siglo XXI se mantienen, y que sin duda nos permite elevar la voz como mujeres y no hacer eco de la performatividad de los vocablos que desdibujan a las mujeres.
La reina Juana duró 46 años encerrada en una torre bajo un estigma. Ya fallecida sigue invisible ante un estereotipo que muchos aprovechan para crear mitos, como las brujas y otras, pero les pregunto ¿Seguiremos siendo cómplices ante este estigma? Es hora de que cada una la reivindique a ella y a todas las Juanas del mundo.
Los estereotipos son una forma de negar la complejidad de la individualidad y perpetuar la injusticia social.»
Chimamanda Ngozi Adichie
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María Alejandra Mancebo: Feminista y cofundadora de Cata Jurídica con Tacones. Consultora en el área penal de Empresas Trasnacionales. Asesora externa de la Universidad Yacambú. Docente Universitaria. Ex funcionaria Pública por más de 25 años. Miembro de Capitulo Venezuela del Colegio Internacional de Estudios Jurídicos de Excelencia Ejecutiva / CIDEJ. ORCID:https://orcid.org/0000-0002-0208-0134. Instagram:@maria_alejandra_mancebo_ @catajuridicacontacones Linkedin: @Maria Alejandra Mancebo.