INVOLUCRARLOS A ELLOS EN LA EQUIDAD

INVOLUCRARLOS A ELLOS EN LA EQUIDAD
agosto 27, 2015 Susana Reina
Estas recomendaciones aplican a maridos, esposos, novios,
amantes, hermanos, padres, jefes, compañeros de trabajo, amigos y cualquier
otro ser humano masculino que se apunte al tema de la Equidad. Se las escribo a
las mujeres que quieren trabajar en la calle y hacer carrera gerencial. Si esto
no está muy claro para ti, toma este test http://blog.feminismoinc.org/2015/07/quedarse-en-casa-o-hacer-carrera.html
Si ya lo tienes decidido, quieres hacer carrera o empresaria,
esto te puede ayudar a conseguir apoyo de los hombres que te rodean en la vida:
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Háblale.
Dile lo que tú quieres. Explícale por qué para ti la equidad es un
principio  fundamental. Menciona la
palabra justicia. Y Derechos Humanos también.
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Pero
díselo sin mucho rodeo. El lenguaje masculino es plain. Va al grano. Sin
prólogo, ni introducción ni explicaciones previas. Pilar Sordo lo expone muy
bien en su video https://www.youtube.com/watch?v=dEpg_DbEvko
–         
Pide.
No sugieras, ni insinúes. Pide. A las mujeres nos cuesta pedir. Y a los hombres
les cuesta captar señas. Así que estamos fritos por ese lado. Tú le dices a un
hombre “tengo frío” y él entiende “ella tiene frío”… cuando lo que tú quisiste
decir fue “búscame un suéter”. Entonces dí “búscame un suéter” si lo que
quieres es que él te busque un suéter. Porque si no se lo pides así, te vas a
quedar con la sensación de que a él no le importa que tú te mueras de frío
porque no te quiere, y empieza así la novela. Pero el caso es que él no oyó tu
deseo, oyó tus palabras. ¿Ves la diferencia? Esto que sucede con un ejemplo tan
tonto, sucede igual con las cosas más importantes. Decir “mi trabajo es muy
importante para mí”, no pide nada. Solo significa que tu trabajo es importante
para  ti. Tienes que completarlo con una
petición concreta “Mi trabajo es muy importante para mí, por lo que quiero
pedirte que cuides a los niños de 5 a 8pm”… o “quiero pedirte que me acerques
al trabajo en las mañanas para no llegar tarde”… o “quiero pedirte que laves
los platos un día tú y otro yo para repartir la carga”, etc.
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Distribuir
la carga es fundamental. Las mujeres fuimos criadas para cuidar a todo el
mundo. A la mamá, a los hermanitos, a los niños, al abuelo, al papá ahora que
está viejo… somos como una ambulancia. Pero no sé en qué parte de los genes eso
está escrito así. Los hombres también pueden cuidar y deben hacerlo.  Repártanse esa carga. “Tu esta semana y yo la
otra”. Negocien. No es un mandato divino eso de que ellos en la calle y tú en
la casa.
–         
Tampoco
es un mandato que los hombres deben mantener a las mujeres. Cuando un hombre se
queda sin trabajo es una tragedia. Es como si muriera su propio ser. Si una
mujer es exitosa y gana más dinero que su marido desempleado es como si el
mundo se pusiera al revés. Los pobres hombres no pueden ni siquiera decidir si
se quedan cuidando niños mientras la mujer sale a trabajar. ¿Y sabes por qué? Porque
nosotras, si, NOSOTRAS somos las primeras que criticamos eso si lo vemos en
otra pareja “María se consiguió un chulo! Ella lo mantiene a él!!!!” y ponemos
emoticones de terror y horror. Es normal ver a una mujer que no trabaja
mientras él sostiene los gastos, pero al revés debería ser igual. Así que si tu
trabajo da más dividendos y a él no le importa tanto el suyo, planteen a
posibilidad de que él se encargue de la casa y tú traes el dinero. ¡Esa sí es
liberación!
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Si
tu pareja no te deja ir a un evento de trabajo fuera de la ciudad o ir a un
coctel de la empresa en horas nocturnas, mi recomendación es que lo dejes tú a
él. Eso mismo, que lo dejes. Porque una persona que te prohíbe lo que sea, que
te condiciona o te limita al extremo de no considerar que gracias a ese viaje o
ese coctel tu puedes hacer networking o conseguir mejores oportunidades
laborales, no vale la pena. Hoy es el coctel, mañana es que no uses esa falda,
pasado es que dejes tu trabajo y así en una escalada que termina en violencia
segura. Bueno claro, antes de dejarlo negocia todo lo que puedas. Y cede en lo
que creas que puedes ceder, pero si el principio es “tú eres mía y haces lo que
yo diga”, déjalo. Ya.
–         
Busquen
espacios de interés común. Comparte todo lo que puedas con tu padre, o esposo,
o hermanos, de forma que haya un balance entre ambos y entiendan que hay cosas
que viven juntos, pero hay otras que son independientes. El respeto al espacio
ajeno es un principio de libertad importante.
–         
Si
tu jefe es hombre, dile que tú quieres ser promovida. Dile cuáles son tus
competencias, pregúntale qué siente él que a ti te falta para llegar a X
posición, postúlate para cargos vacantes, negocia tu sueldo,  pide ayuda para estudios, solicita ser
incluida en las reuniones, sube la mano, participa, expresa tu opinión, no te
quedes al margen. Aquí en este link encontrarás algunos consejos para que te
escuchen! http://blog.feminismoinc.org/2015/06/diferencias-en-el-lenguaje-gerencial.html   Quítate la idea de la cabeza de que eres una fresca si haces todo
esto. No es verdad. Es marketing y branding personal (así suena mejor).
Mercadeo de tu persona y construcción de tu marca, para  que todos sepan de lo que eres
capaz. Sin ser agresiva, solo asertiva.

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Cuando
planifiquen los gastos familiares, procura que se incluyan previsiones para tus
estudios de salud. Las mujeres por lo general quedamos de última en eso de
apartar un dinero para la mamografía, laboratorios, ecos y ginecología. Vamos
cuando ya no hay más remedio porque siempre hay algún gasto más importante.
Stop. Si no estás sana, no puedes encargarte de todo.
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Aparta
también de tu presupuesto para darte un gusto de vez en cuando sin culpas. Hace
falta que nosotras mismas nos reconozcamos tanto esfuerzo. Que el varón de tu
casa lo vea bien. Y si no, disfrútate ese premio igual. No es egoísmo, es
justicia!
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Pídele
que se lea este estudio. Es sobre los efectos beneficiosos sobre la familia y
la economía de los países cuando los padres se involucran activamente en el
cuidado de los hijos http://blog.feminismoinc.org/2015/06/formar-los-padres-para-lograr-la.html
Como ves la palabra clave aquí es conciliación y negociación.
Hazte un curso para aprender a hacerlo de forma efectiva. Las amigas que
trabajan en ventas ya saben el cómo, solo tienen que aplicarlo a sí mismas y a
negociar por sus propios derechos. Apela al principio de Reciprocidad. Hoy por ti
mañana por mí. Para recibir hay que dar, y esto debe funcionar de forma
balanceada.
Conozco muchos hombres conscientes y dispuestos a ceder
espacios de poder, y a apoyar a sus parejas, hermanas, hijas, amigas, empleadas
a ascender y realizarse plenamente. También hay mucho machista que ve en cada
avance de la mujer una amenaza para su sobrevivencia. Escoge bien tu pareja, educa mejor a tus hijos varones,  rodéate de jefes y amigos con enfoque de
género, pero si ya tienes muchos machistas en tu vida, aplica estas
recomendaciones.
¿Se te ocurre alguna otra idea?
Si se te hace difícil dejar tu comentario aquí, escríbenos a info@feminismoinc.org
FEMINISMOINC

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