El feminismo, un tema polémico y a la vez importante, pasa desapercibido en la sociedad venezolana. Con la idea de sembrar un concepto de solidaridad femenina, Susana Reina, fundadora de «Feminismo INC», nos habla sobre el Día Internacional de las Mujeres y las batallas femeninas disfrazadas por la conducta cotidiana.
De las 123 mujeres que murieron en el trágico incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, en Nueva York, 53 saltaron por la ventana del edificio y se estrellaron contra el suelo. 20 minutos fueron suficientes para que las llamas destruyeran la edificación de diez plantas, aquel 25 de marzo de 1911.
Este acontecimiento fue el detonante para reivindicar la igualdad de la figura femenina hace 106 años: el derecho al voto, la exigencia de salarios dignos y la reducción de la jornada laboral era lo que se reclamaba. Sin embargo, un siglo de lucha por sus libertades no parece haber sido suficiente, así lo afirmó, Susana Reina, Directora de Feminismo INC, en una entrevista con FACETAS, vía telefónica.
Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y la organización Argentina “Ni una menos”, ha convocado un paro internacional de mujeres bajo el lema “Produzcan sin nosotras”. Al llamado, también se unen varias instituciones feministas de Venezuela.
Sin tabúes, Reina ha retado la regla tácita sobre la desigualdad de género. “Nos han hecho creer toda la vida que un grupo de mujeres juntas son una cuerda de locas, envidiosas y criticonas. Yo creo todo lo contrario. Opino que es un papel que nos pusieron a jugar para pelearnos entre nosotras mientras ellos siguen gobernando.”
La psicóloga, consciente de los problemas que afectan a las mujeres en el mundo, nos invita a reflexionar sobre esta fecha y de un asunto polémico que sigue vigente, pero del cual pocos hablan en el entorno venezolano: el feminismo y su reivindicación en el siglo XXI.
En nota de prensa, usted calificó el 8M como «El día más absurdo del año». ¿Considera que esta fecha se suma a una lista más de celebraciones comerciales?
La idea de pagar para conmemorar ―no celebrar― esta fecha con halagos, flores y reconocimientos, es absurdo. Tradicionalmente se ha venido tornando en un tono romántico comercial, pero este año decidimos que eso tiene que cambiar. Entonces, el objetivo de tomar las calles es parar por una hora para rememorar lo que paso en Islandia en 1975, donde muchas mujeres decidieron no hacer nada ese día: ni lavar, ni cocinar, ni planchar. Eso cambió el curso de la historia allá, porque a los cinco años ya había una mujer presidenta. Entonces este día es incoherente, porque es como recordarle a la humanidad que las mujeres existen y que somos tratadas como minorías.
¿Por qué una mujer no ha llegado a la Presidencia de nuestro país? ¿Cree que la representación de una figura femenina en Venezuela cambiaría los problemas que aquejan al venezolano?
No ha llegado una mujer presidenta al país, porque básicamente las reglas del juego que tienen los partidos políticos las excluyen; es decir, cuando tú quieres hacer carrera en ese ámbito, tienes todo en contra. La manera de hacer política, la forma como se toman decisiones, la falta de aceptación del sistema de cuotas para que las mujeres estén en los partidos políticos; no es aceptada, porque significaría abandonar posiciones propias y soltar privilegios que ellos han tenido durante toda la vida.
Por supuesto que la presencia de más mujeres equilibraría muchísimo los indicadores sociales y económicos, porque incorporaría la perspectiva de género. Tener visiones; no solamente de hombres, sino de cualquier género en un gabinete, junta directiva o comité gerencial, incorpora distintos talentos; distintas perspectivas y eso es bueno para todos. Cuando vamos a construir o vamos a desarrollar una población, sino se toma en cuenta la visión de la mujeres, que además son las más responsables de sus hijos y del mantenimiento de la familia, pues entonces estas dejando por fuera a la mitad de la población. Tan sencillo como eso.
¿Cuál es su opinión acerca de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia?
Es una ley de bastante vanguardia y creo que se avanzó muchísimo con la formulación de la misma reconociendo veintiún tipos de violencia, y creo que si la comparas con otros instrumentos legales en países de Latinoamérica esta es bastante completa y comprensiva.
Pero se queda en letra muerta cuando no se ejecuta lo que está allí previsto. Por ejemplo, se ha hablado de crear casas de refugios para mujeres víctimas de violencia y eso no existe. Solo una sola en Caracas para todo el país y no se conocen y siempre hay dificultades para poner las denuncias, porque las mujeres no son debidamente acompañadas en ese proceso.
Tenemos instrumentos legales muy buenos, pero yo creo que llegó el momento que se pongan en acción y eso requiere instituciones mucho más fuertes, una fiscalía mucho más orientada a los derechos de la mujer, una policía formada con perspectiva de género (que no existe), unos abogados que también consideren esto y que pongan en práctica lo que en la ley se establece. Un gobierno que construya estas casas de refugio, que diseñe protocolos de atención a las víctimas y que puedan saber qué hacer en caso de emergencia.
Muchas mujeres prefieren el silencio, porque poner en práctica lo que la ley prevé es casi una quimera.
¿Qué es feminismo y qué no lo es?
Hay mucho desconocimiento en la materia. Fíjate que lo opuesto a machismo es hembrismo; es decir, es la discriminación del hombre por parte de la mujer, así como el machismo es la discriminación de la mujer por parte del hombre. Pero, feminismo es igualdad y se llama así y no humanismo, porque quien está en este momento en posición de debilidad es la mujer. Entonces, hay que hacer todas las estrategias posibles para que las mujeres igualen en privilegios, en condiciones y en oportunidades a los hombres.
El machismo por supuesto que es malísimo, muy malo. Es un sistema de creencia que excluye a la mitad de la población de todas las tomas de decisiones, que relega a muchas mujeres a roles de servidumbre y que exige.
Hay muchos feminismos y cada una toma la bandera que más siente que representa su sentir y que más cree que explica la situación actual y todo eso es bienvenido, porque toda esa energía junta es lo que finalmente va a sumarse para lograr el cambio que necesitamos. Ninguna lucha en este campo es una garantía absoluta, todo se puede perder de un día para otro.
¿Por qué luchan las feministas hoy día?
Dependiendo en qué zona del mundo te encuentres tenemos distintas luchas, desde las más grotescas y graves como las mujeres africanas que batallan contra la mutilación genital femenina; contra el matrimonio infantil y contra la lapidación. Las afganas, en cambio, están luchando por la posibilidad de que puedan mostrar su cara.
Nosotras luchamos también por la defensa de los derechos sexuales y reproductivos. Con la llegada de Trump al poder, vemos amenazados estos avances que se hicieron en Estados Unidos sobre el aborto legal por las razones que cualquier persona considere siendo su cuerpo su decisión.
Luchamos porque muchas mujeres sean tomadas en cuenta en sus puestos de trabajo, que no sean discriminadas por razón de su sexo o maternidad para tener ascenso y promociones gerenciales, para que puedan capitalizar los logros académicos en financieros y económicos. Peleamos por la paridad, no por una cuota de un treinta o cuarenta, sino un cincuenta, porque somos la mitad.
¿Los hombres también pueden ser feministas?
Algunas feministas dicen que los hombres no pueden ser feministas, porque no han vivenciado en sí lo que significa nacer sin privilegios, y además, hablan de que solo pueden ser aliados. Yo sí creo perfectamente que un hombre puede serlo, porque de lo que se trata es que tome conciencia y que esté dispuesto a eliminar la práctica del machismo en su cotidianidad.
Las feministas nos tenemos que ocupar de ellos, porque el sufrimiento no solo es de un lado, sino de ambos.
¿Cómo define el empoderamiento femenino?
Para mí el empoderamiento es apropiarnos de la palabra, que es la fuente de poder. Los cursos del mismo, en síntesis lo que te enseñan es a crear y desarrollar competencias conversacionales en donde te hagas sentir; donde recuperes el espacio de lo posible, puedas expresar lo que piensas sin temores y sin las limitaciones que nos ponemos muchas veces para pedir, para reclamar, para coordinarnos con otros. Muchas mujeres brillantes desde el punto de vista intelectual, pasan a segundo plano, porque simple y llanamente no fueron educadas para ser asertivas, para sentir que tienen derecho a lo que quieran tener con su vida.
El pasado 20 de febrero murió Sofia Imber, periodista e ícono femenino en la cultura venezolana. Así como ella, hay muchas en el país―como usted mencionó― que son profesionales, pero pasan desapercibidas. ¿Cómo podemos lograr ser todas mujeres empoderadas?
Sofía tuvo la suerte y la inteligencia de ser bien notada y reconocida. Su obra está allí. Todas tenemos el potencial para ser mujeres empoderadas y más allá del empeño que cada organización le ponga para trabajar por el tema de la familia y la crianza, los medios de comunicación ayudan muchísimo. A veces, ellos invisibilizan esta labor de mujeres, y entonces, titulan las noticias “Una mujer es dueña de tal cosa”, en cambio, cuando es un hombre le ponen el nombre y el apellido. O sea, nombrarlas y hacer evidente su obra a través de estas vías es una manera de hacerlas visibles.
Amenazas hacía las mujeres en pleno siglo XXI:
Las luchas feministas no han sido en vano. Sin embargo, el machismo sigue siendo un obstáculo para lograr las libertades absolutas de ellas.
