Ayer sábado 08 de agosto acompañamos a la Fundación Sinamaica (@FundaSinamaica) a una actividad de formación para líderes. El Programa se llama Liderazgo Transformacional en el Ámbito Público, opera en el Zulia con planes de expansión nacional y es subvencionado por el Instituto Latinoamericano de Investigación y Desarrollo Social (ILDIS) de la Fundación Friedrich Ebert en Alemania.
Esta es su cuarta edición. Aproximadamente 160 jóvenes zulianos han formado parte de esta iniciativa, donde toman cursos de Planificación y Gobierno, Indicadores Sociales, Negociación, Coaching, entre otros, y participan además de unos Foros Itinerantes que recorren el Estado Zulia para contactar con realidades locales.
Hasta aquí esto se parece mucho a los programas de los que abundan en la materia del fortalecimiento del liderazgo. La maravilla de éste, estriba en que los participantes del mismo pertenecen a distintos partidos políticos, a distintas ideologías, a distintos sexos, a distintos ámbitos de actuación (siempre desde lo público o con interés en lo público), a distintas religiones… es decir, se juntan los diferentes. Y se juntan a dialogar. Esa es la diferencia clave.
En un país tan polarizado como Venezuela en los actuales momentos, viviendo en una especie de olla de presión social, en medio de escasez de recursos mínimos para la sobrevivencia y a meses de una confrontación electoral, si no dialogamos nos matamos. Román Domínguez,
Director de la Fundación y creador de este Programa, sostiene que la palabra es el arma que debemos usar para dirimir los conflictos. Reconocernos en el otro es el instrumento para la paz.
Director de la Fundación y creador de este Programa, sostiene que la palabra es el arma que debemos usar para dirimir los conflictos. Reconocernos en el otro es el instrumento para la paz.
En este grupo que inició ayer el capítulo 2015, destaca como elemento importante una composición de casi un 50-50 hombres – mujeres. Los organizadores, Verónica Medina (chavista) y Luis Leal (oposición), se unen en sus dos principales diferencias, género y política, para coordinarse entre sí y coordinar al Grupo. La búsqueda de balance pareciera ser el espíritu que mueve a esta Fundación.
Y entre tanta maravilla, entre tanto muchacho inquieto y sensibilizado por los problemas de su país, entre tanta gente que ha decidido no emigrar para ayudar a desenredar esta madeja, están ellas, las pichonas de líder, las mujeres estudiantes, profesionales, no sé si alguna madre,
seguramente sí, pero siempre ellas. Pareciera que no están, pero están. Los chicos siempre más ruidosos, más participativos en el uso de la palabra, más acaparadores de atención. Pero allí están ellas, preparándose y escuchando, ávidas de empoderamiento y espacio propio. Estamos seguros de que aquí lo van a encontrar.
seguramente sí, pero siempre ellas. Pareciera que no están, pero están. Los chicos siempre más ruidosos, más participativos en el uso de la palabra, más acaparadores de atención. Pero allí están ellas, preparándose y escuchando, ávidas de empoderamiento y espacio propio. Estamos seguros de que aquí lo van a encontrar.
Nuestro sueño, porque ya es sueño compartido, es que todos estos chiquillos copen los espacios de poder público en un horizonte de 5 o 10
años, pero más allá de eso, que se puedan sentar a hablar y hacer acuerdos, sin importar en qué o en quién creen. Nuestro agradecimiento como venezolanos por esta inédita labor a los Directores de la Fundación, Francisco Juaristi, Francisco Martínez y Ramón Alvarez Viso.
Y a Román, por supuesto.
Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.
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