Se dice que una característica típicamente femenina es mostrar compasión. Es parte del guión patriarcal que nos encasilla en ese rol de cuidar de otros, de ser sensible a las necesidades de los demás, de tener al prójimo en cuenta, etc. Es un estereotipo sexista más porque los hombres también son capaces para mostrar ese interés y empatía por el otro, igual que las mujeres. Pero en fin. Lo que quiero resaltar aquí es lo poco que mostramos esa compasión para con nosotras mismas.
Vivimos dándonos latigazos por lo poco que hacemos, o lo mal que nos quedan las cosas, o el fraude que nos creemos que somos… es como un drama de telenovela escuchar a muchas amigas tan poco indulgentes y tan duras consigo mismas. Por ello, te voy a dar una serie de recomendaciones para que no caigas en esa victimización y aprendas a consentirte no un poquito, sino un “muchito”. Y como seres con cuerpo, lenguaje y emoción, los consejos van para los tres ámbitos.
CUERPO
- Párate derecha, hombros alineados, espalda recta, frente en alto. Camina con energía, respira profundo. Cada vez que te venga un pensamiento de auto crítica o agresión hacia ti, cambia la postura. El cerebro recibirá el mensaje de que estás en guardia.
- Practica Mindfulness. Esto te ayuda a prestar atención a lo que te verbalizas y a cómo impacta en tu corporalidad, para que lo cortes y lo cambies por otro tipo de mensajes.
- Acepta tu cuerpo tal cual es. No te compares con modelos mediáticos y vive tu corporalidad con libertad. Mantente sana pero sin esperar ser una modelo de tv, ni sentirte mal por eso. Es parte del mensaje machista hacernos creer que si no lucimos como ellos quieren, algo está mal.
- Come sano. Las harinas y frituras nos deprimen y hacen sentir fatal. Rompe el ciclo de las azúcares y cafeína en exceso. Nada de dietas locas. La vida se ve diferente con frutas, verduras, proteínas y carbohidratos de fibra.
LENGUAJE
- Aprende a disentir de la gente que te critica. Rodéate de personas a las que les importe tu éxito. Haz una lista de las personas que más te nutren y alientan en tu vida y envíales un mensaje haciendo un esfuerzo extra para mantenerlas cerca y en contacto.
- Mentaliza esto:
- No eres la única que tiene problemas
- Tus errores son parte de tu aprendizaje
- No te compares con otros, porque tú no eres ellos
- Tus debilidades son un rasgo propio de tu forma de ser
- No hay una manera única y correcta de hacer las cosas
- Mira a tu pasado con ojos de historiador y destaca los pasajes más interesantes
- Expresa tu rabia en forma creativa hacia la fuente del dolor, pero no sobre ti misma
- Defiende lo que opinas y en lo que crees, aunque no sea popular
- No subestimes tu talento aunque tengas que intentarlo 1000 veces
EMOCIÓN
- Cuando sientas miedo o rabia contigo misma, prepara un té y siéntate a beberlo con calma analizando lo que estás pensando. Respira. Vuelve a analizarlo e identifica si hay razones para culparte por lo que estás sintiendo. Respira. Suelta.
- Haz actividades donde te sientas que eres muy buena. Vívelas con atención plena. Destaca en tí misma tus cualidades, como acostumbras hacer con otras personas cuando tienen desempeños notables. Disfruta el momento.
- Ponte metas pequeñas y diarias. A veces sufrimos porque nos ponemos objetivos demasiado ambiciosos y nos sentimos impotentes. Pero todos los días hacemos cosas grandiosas sin darnos cuenta de ello. Cada noche repasa tu lista y felicítate por lo logrado, no te regañes por lo no alcanzado, seguro hubo una razón. Pero no te quedes con ese pensamiento, sino con el de los logros. ¡Apaláncate en lo positivo!
- No te quedes en las pequeñas cosas. Ve el cuadro grande. No te tortures intentando ser perfecta o quien no eres. Lo que se dio, ok. Pero lo que no se dio, ya vendrá.
Auto Compasión. La necesitamos.