Nunca he visto un mimo más allá de una pantalla de televisión, pero hay algo en ellos que me parece maravilloso, son casi un objeto inanimado, no pintan, no escriben, no hablan, y aun así al moverse se comunican.
Y me pregunto: ¿Puede un objeto por sí solo transmitir?, lo pienso, y en mi mente aparece un par de zapatos rojos, recuerdo el día que los compré, primero pensé que eran demasiado llamativos, pero al usarlos me siento poderosa, me transmiten seguridad y sensualidad, sin movimiento serían solo zapatos, pero al caminar con ellos irradio su energía.
Mis principales pasiones son: hablar, leer y escribir, justo en ese orden, y constituyen también las cualidades que me han llevado a desarrollarme como profesional, ayudándome a conseguir mi sueño de ser abogada, e incluso después a obtener mi licencia de corredora de seguros, porque quienes conozcan a mi familia no podrán negar que expresarme con el don de la palabra me fue heredado.
Leer siempre ha sido una aventura para mí, fui doctora, detective, bióloga marina, astronauta, y tantas profesiones como libros he tenido en mis manos, valoro todos y cada uno de los momentos que he vivido a través de las páginas, y le debo este maravilloso pasatiempo a mi padre quien a su vez lo aprendió de su hermana mayor.
En los libros he adquirido muchos conocimientos, pero no sirvió en mi infancia y adolescencia para hacer amigos, en aquella época hubiera querido tener conmigo mis zapatos rojos, ya que, muchas veces me sentí apartada y mi refugio fueron los libros, sin embargo, al ser fiel a mí misma hoy en día he encontrado personas que coinciden con mis gustos y con quienes comparto los increíbles momentos que nos proveen las letras, sin tener que cambiar para encajar.
Siempre me ha encantado leer por placer o recreación, he soñado con aquellos personajes que han creado los autores, como un príncipe azul o un guerrero valeroso, y es justo lo que busco en una historia, aunque suene a cliché, deseo disfrutar, enamorarme y viajar en cada página.
Mi padre siempre me ha empujado a ser mejor, me felicita por mis éxitos, pero también señala mis errores, aunque otros no los noten; la primera vez que fracasé cursaba mi primer año universitario, tiempo después él me confesó que creyó que me desmoronaría, pero que al ver cómo me levantaba, no sin antes auto compadecerme un poco, se sintió enormemente orgulloso, quizá no lo entendió en ese momento, pero fue él, quien me enseñó a sobreponerme a la derrota e incluso a los obstáculos inesperados.
En la universidad decidí aprovechar al máximo estudiado de forma paralela mi carrera de abogada y un curso para aprender inglés, capacitándome de esta forma, esperaba tener mayores oportunidades en mi vida laboral y hoy cosecho con orgullo los frutos de esa elección.
Ser adulto conlleva muchos cambios, pero para mí, quizá el más importante es asignar prioridades, consideré necesario hacer a un lado mi amor por la lectura recreativa, además de que las fiestas y otras experiencias que brindaba la etapa universitaria no eran esenciales, para mí, pero siempre me dejaba algún momento para asistir a eventos extracurriculares.
El amor llegó a mí en la universidad, de la mano de alguien que es mucho más de lo que pude haber leído o soñado, me apoya, valora e incluso dice que me admira, después de diez años de relación y siete de matrimonio, gracias a su impulso me di la oportunidad de cumplir un sueño, publicar un libro.
Haciendo uso de mi tercera pasión, escribir, me dejé llenar con la energía de mis zapatos rojos y desde el mes de mayo está a la venta en librerías en Panamá, y a través de Amazon versión física y Ebook “Los sueños de Eva” la cual paso de ser una historia auto conclusiva a convertirse en la primera de una saga titulada “Mil rostros de mujer” que seguirá la vida algunas mujeres que se conocen en diferentes momentos, si la desean autografiada no duden en escribirme a mi Instagram @milrostrosdemujer.
Este camino no ha estado libre de tropiezos, decepciones y frustración, pero vale la pena cada vez que recibo buenas críticas de mi historia, sin embargo, tengo tan marcada aquella enseñanza de superarme a mí misma con cada paso, que antes de finalizar este año estará disponible “Un ardiente corazón negro”, segunda entrega de la saga, esta vez publicaré como escritora independiente buscando total control, para dirigirme a mi meta, llegar a todos los lectores para hacerlos disfrutar tanto como yo lo he hecho con la pluma de otros autores.
Cada autor podrá corroborar que mostrar tu obra te hace sentir desnudo, una parte de tu ser se exhibe abiertamente para ser juzgada y queda expuesta a críticas y halagos, pero siempre recibirás ambas, sin embargo, en mi caso mi mayor némesis como siempre es mi propia sombra aquella que pertenece al ayer, que busco siempre mejorar, y soy consciente de que puede ser mi más grande cualidad y a la vez mi peor defecto.
En esta novela acepté el desafío de implementar los lectores beta que son personas que lee la historia mientras se encuentra en edición para dar otra perspectiva de los detalles, el resultado me ha dejado totalmente complacida, a pesar de que el trayecto fue complicado, porque, tengo tres etapas al recibir críticas, rendirme en voz alta frente a mi esposo, le digo “esto no es para mí”, “fue un golpe de suerte”, “no hay manera de que las personas se identifiquen conmigo”, luego me siento a releer los comentarios recordando que cada lector beta fue elegido porque sabía que serían honestos conmigo y por último asumo la realidad, no di mi milla extra en cada página, me puedo superar y llega a mí la lección de mi padre “nada es perfecto, esto no es el fin, es el inicio de algo mejor”.
Como bono debo agregar el momento en que después de reescribir una escena o capítulo la miro orgullosa y pienso “antes estaba bien, pero ahora me encanta”, a pesar de ser autora no puedo describir esa sensación de éxito que me embarga cuando finalizo los cambios.
A todos aquellos que alguna vez caen y se sienten derrotados yo les digo: se vale descansar, sentirse abatido e incluso reprocharse, pero no hay fuerza humana que nos castigue con mayor rudeza que nuestra propia conciencia, y por ende si ella está de nuestro lado seremos siempre capaces de levantarnos e improvisar una versión recargada de nuestro ser.
Así que hoy metafóricamente busca tus zapatos rojos cálzatelos, mira directamente a tu sueño y dile: “aquí estoy soy poderosa y cada día más digna de mi propia admiración.”
Comments (3)
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Ante todo muchas gracias hija por ese escrito porque en cada palabra has puesto tu corazón igual q lo has hecho a lo largo de tu vida, aun recuerdo la primera vez q me dijiste que serias abogada, Bendiciones
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Interesante cada capitulo de tu vida, a pesar de ser mas joven que yo, me identifico contigo y admiro tu valentia y decision . Me inspiras y me jas hecho pensar firmemente que mis experiencias, logros, fracasos, proyectos y las virtudes que me adornan, es urgente y necesario plasmarlas en papel, agarro mi lapiz yaaaaa, mi amiga .
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Author
Cada persona tiene algo que la hace especial y no son sus talentos, ni virtudes, son sus experiencias porque la vida misma nos enseña día a día una lección y si podemos transmitir esas experiencias en letras, canciones, pinturas o cualquier tipo de arte otros podrán vivirlas también. Ánimo y no olvides nunca: ser cada día más digna de tu propia admiración.
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