Había leído muchas opiniones y declaraciones sobre la nueva versión de Cenicienta protagonizada por la cantante Camila Cabello, producida por Amazon Prime y dirigida por Kay Cannon. Después de verla puedo decir que es una película, nada clásica, que inspira y deja la sensación de que todo es posible.
Desde el principio vemos a Ella, una chica que anhela hacerse una vida por sí misma a través de su pasión y su talento: el diseño de modas. Una chica que cree en sí misma aunque le dicen constantemente que no y que está enfocada en convertir sus sueños en una realidad.
Algunos llaman a la cinta “Cenicienta feminista”, como si fuese algo malo, y la verdad considero que sí es feminista, pues no es solo es Ella quien se enfrenta al sexismo y tradiciones patriarcales al querer ser dueña de su propio negocio, también lo hacen todos los personajes, y nada es más real que eso pues todas y todos somos víctimas del machismo.
Un elemento importante es la relación con su madrastra y hermanastras, muy distinta a todas las versiones anteriores y eso me pareció muy valioso. Ellas también se encuentran atrapadas en un sistema que las ve como un objeto desechable por su edad, en el caso de Vivian, o que las obliga a buscar desesperadamente un esposo, en el caso de Drizella y Anastasia.
La película tiene una diversidad que se ve especialmente en el baile, ocasión que Ella aprovecha para intentar vender sus diseños y salir del pueblo. La actuación de Billy Porter como “Hada Madrina” es novedosa, dulce y es prueba de que la magia está en todas las personas sin importar su apariencia.
Un personaje que destaca, a pesar de tener pocas escenas, es el de la princesa Gwen, una líder que desea gobernar con el corazón y que busca lo mejor para su pueblo pero que es ignorada por tradición. Ella representa a una generación de mujeres jóvenes con ideas frescas e innovadoras pero que deben luchar constantemente por conseguir espacios donde las escuchen. Personalmente, me encantaría ver una secuela con su historia.
Camila había dicho que aquí el príncipe es un complemento y no una necesidad de Cenicienta y en efecto, así fue como se sintió desde el primer momento. Robert es un chico bondadoso y gentil que la respeta, quiere, apoya desde el primer momento pues más allá de quedar impresionado con su belleza, es su valentía la que hace que se enamore de ella. Además, él también tiene conflictos con el rol que le han obligado a tener pues en el fondo no quiere convertirse en rey.
¿Se puede tenerlo todo? Esta Cenicienta nos demuestra y nos dice que sí, tal y como ella le dice “sí” a sus sueños.