Me cuenta la gente de la Fundación Deporte para el Desarrollo, que están asombrados de la cantidad de niñas que se han sumado en los últimos años a diversas ligas deportivas, muy especialmente en fútbol: “cuando empezamos en Petare hace unos cuatro años, había unas 50 niñitas practicando esta disciplina deportiva, pero hoy pasan de 400”.
Ellos están apostando a la consolidación de este fenómeno con el apoyo de la Embajada Británica en Venezuela y la Alcaldía de Baruta, bajo el Programa “She Plays Safe”, un laboratorio de entrenamiento físico, emocional y psicológico, que busca utilizar el deporte como una herramienta para empoderar niñas y mujeres jóvenes de comunidades de bajos recursos, quienes están recibiendo entrenamiento formal de fútbol y rugby utilizando la metodología RECOPA (Recibir, Conducir y Pasar) desarrollada por la Fundación Deporte para el Desarrollo.
Me encantó compartir toda una mañana con 110 chamas, desde 14 hasta 22 años que me pusieron al frente para hablarles de empoderamiento y liderazgo. Muchos ojos atentos, muchas caras interesadas, muchas manos levantadas, muchas voces pidiendo respuestas. Emocionante vivencia.
Esto está pasando en muchos lugares y ciudades…
…o al menos se está haciendo más visible gracias a la velocidad de las redes sociales. El sitio futbolella.com expresa como misión: “ser un canal de intercambio, de conexión, de difusión permanente del fútbol de mujeres en ese vasto territorio que va del Río Grande a la extrema Patagonia. Pero fútbolella busca sobre todo la esencia del fútbol. Lo que va a permitir que el fútbol femenino eche raíces: el esfuerzo que se hace para desarrollar ligas departamentales en Tarija y Santa Cruz, Bolivia, en el sur del Chile mineral, en los barrios limeños, o en Calabozo, en pleno llano venezolano”…
En Panamá, las “Golerinas”, lideradas por Mónica Franco, exjugadora de la Selección Nacional, busca agrupar niñas con vocación futbolera para canalizar toda esa energía y construir un equipo que ponga en alto al país en las competencias internacionales, que ahora tienen una resonancia distinta, a nivel de taquilla y cobertura mediática.
Un estudio llevado a cabo este mismo año por la consultora Adecco reveló que por primera vez ser futbolista se posiciona entre las cinco profesiones más deseadas por las niñas españolas. Y como señal de estos tiempos de cambios, esta misma semana vimos por CNN una entrevista a Carolyn Kindle Betz, primera y única mujer dueña de un equipo de fútbol, el de San Luis de la Mayor League Soccer de USA. En la cancha y en la dirección, más mujeres al frente. Esto es imparable.
Competencias para la vida
Ya uno sabe que el deporte contribuye grandemente a desarrollar carácter, sentimiento de pertenencia, elevar autoestima, fortalecer cohesión social y fomentar vida sana. Pero más allá de eso, el deporte realmente puede cambiar vidas, romper estereotipos y normas sociales y finalmente lograr igualdad de género, equilibrando los roles de mujeres y hombres en todas las disciplinas deportivas.
Las competencias nacionales e internacionales son un excelente escenario para defender causas y visibilizar problemas que se dan, al igual que en el deporte, en muchos otros contextos laborales como la brecha salarial, el acoso y la discriminación, así como la baja participación de mujeres en posiciones directivas. Pero acá resuena con más volumen dado que es un espacio de amplia exposición y rating que contagia emociones asociadas a la competencia y al despliegue de esfuerzo físico de alto rendimiento.
Una compañera de trabajo, ya en sus cuarentas, se emociona al ver los juegos de futbol por tv y me confiesa, con añoranza en sus ojos y rabia en su voz, cómo amaba jugar en su adolescencia y cómo odiaba que su papá le recordara que eso era de marimachas: “quien quita… a lo mejor yo hubiese sido una Megan Ropinoe”. Duele escuchar este tipo de testimonios que atentan contra la libertad y vocaciones de tantas mujeres a lo largo de la historia, basados en un sexismo absurdo.
Gracias al Feminismo
No dejo de pensar que gracias al mensaje feminista dirigido a las niñas y a sus madres y padres, ellas se han animado a participar de espacios tradicionalmente reservados para niños. Como dice Jia Tolentino en su obra “El culto a las mujeres difíciles”, ahora es completamente normal que las mujeres entiendan sus vidas, y las vidas de otras mujeres, en términos feministas.
Los modelajes de Deyna Castellanos, Yulimar Rojas, Robeilys Peinado y muchas otras líderes deportistas venezolanas, sin querer queriendo, van dejando su huella al enviar un mensaje alto y claro: se puede ser niña y ser atleta, se puede ser niña y jugar rugby o basket o boxeo o lo que sea. Se puede ser niña o mujer y ser lo que desees ser. Hay que decírselo a todas para que ninguna se quede atrás. Poderoso.