Por Vanessa Federico
Para muchas personas, el hecho de que a una mujer le gusten los carros, las carreras o el mundo automotriz, puede etiquetársele de “macha”, “machorra”, “lesbiana” o que tiene complejo de hombre y si bien es cierto que los carros como tal no tienen género parece que la sociedad sí se lo puso. Hombres = Carros.
En varias oportunidades, me han preguntado directamente si a mi pareja no le incomoda que yo maneje y él no; o si él no se siente “menos” cuando lo llevo del trabajo a su casa. La verdad, siempre me ha sorprendido el nivel de machismo dentro de la sociedad en este sentido, y me pregunto; ¿Qué tiene que ver el hecho de que yo maneje un carro y mi pareja no, con el hecho de que el hombre se sentirá subordinado a mí?
Sin ir muy lejos, en los últimos años, las mujeres han ganado terreno laboral frente a los hombres en la rama industrial, según datos de la Subsecretaría del Empleo y Producción Laboral de México, pasan de representar el 10% de ocupación durante el 2001 al 36.8% en 2011. Estos números evidencian una realidad que está ahí, casi tres veces más en diez años.
Para el 2012, las mujeres participaron con el 33.9% en la industria manufacturera, el 47.7% en los servicios privados, el 14.9% en el sector de transporte, correos y almacenamiento, y el 26% en el comercio, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
También puedo contar otra experiencia que tuve con un vecino. Cada vez que me veía en el estacionamiento de mi casa me decía: ¿“Limpiando el carro”?, ¿“Ya lo sabes manejar”?, mis respuestas siempre eran evasivas, pues no me iba a poner a discutir con un señor de 70 años, hasta que moduló su frase célebre cuando me dijo: “Yo siempre he dicho que las mujeres y los carros no se llevan bien, además que ustedes (las mujeres) no son muy hábiles al volante, sin mencionar que los carros sincrónicos para ustedes son fatales, porque a las que aún son señoritas les puede afectar los ovarios y no poder tener hijos y a quién le gustaría una mujer estéril”.
Mientras mis oídos sufrían una especie de hemorragia al escuchar al señor de las cavernas, mi cerebro se hacía varias preguntas, ¿De dónde sacó eso este señor?, ¿pensará que las mujeres son una especie de animal incoherente sin ninguna habilidad?, ¿Será que lo dejo hablando sólo o mejor le respondo?, al final de su historia sin sentido solo me puse a pensar que muchas mujeres a lo largo de la historia han hecho cosas interesantísimas y han aportado mucho al mundo automovilístico.
Además, existen otros aspectos y áreas donde las mujeres han hecho destacar su influencia como:
Bertha Benz: Cuenta la historia que a escondidas de su marido y en compañía de sus dos hijos; Eugen y Richard, una mañana del mes de agosto de 1888 emprendió su viaje, conduciendo un carro de tres ruedas desde Mannheim hasta Pforzheim, convirtiéndose en la primera mujer en la historia que manejó un auto de motor.
Mary Barra: Se trata de la CEO de General Motors y la mujer que encabeza la lista de las 50 mujeres más poderosas en los negocios a nivel mundial, según la revista Fortune y otros medios. Esta gran mujer de 52 años dirige una empresa de más de 212 mil empleados con presencia en 396 instalaciones a lo largo del planeta.
Compra de autos: Gran porcentaje de decisión para la adquisición del auto familiar está sujeto a la opinión de la mujer, ella sabrá argumentar la compra de acuerdo al manejo, el equipo y la facilidad de maniobra, además de asegurarse de que se trate de un vehículo seguro para su familia.
Diseño de autos: Algunos diseños de exteriores e interiores de autos han sido hechos por mujeres, tal es el caso de Esther Martínez, Ingeniera de Diseño para GM. Esta mujer de origen latino tomó parte muy activa en lo que fue el diseño de la nueva propuesta de Chevrolet con su Malibu 2008. Otras de sus contribuciones más destacadas son para el diseño del Cadillac V16 y el Saturn Aura 2007.
Marketing: Una de las mujeres más conocidas en esta área es Claudia Martínez, Marketing para Nissan en México y Latinoamérica, quien encabeza el equipo responsable del posicionamiento y desarrollo de la marca en dichos mercados.
Una vez más la historia demuestra que las mujeres no solo dejan de responder a una conducta predeterminada por género sino que también dejan de responder a los roles impuestos por la sociedad para que cumplan o no un papel que se espera que cumplan como individuos.