Por Carolina Scott
Estamos viviendo la 4ta generación industrial. La digitalización entró con fuerza en la economía y la sociedad cambiando paradigmas laborales, financieros, sociales y académicos. Los sectores que hasta ahora dominaron la escena están siendo sustituidos por nuevos conglomerados nacidos del internet del conocimiento, la robótica, inteligencia artificial entre otras incubadoras.
La demanda profesional se centra en talentos de corte científico, matemático, ingeniero y programación, con destrezas en gamificacion, manejo de big data y sistema en tecnología blockchain. El gran desafío para las mujeres es formarnos en estas materias para participar activamente en la nueva arquitectura de poder. Si los bajos índices de presencia femenina en las aulas de enseñanza tecnológica persiste, volveremos a quedar fuera del sistema que toma decisiones. Depende de nosotras participar activamente en la nueva sociedad más abierta y colaborativa pero infinitamente más cambiante y competitiva que la que conocemos.
Tenemos que trascender rápidamente al nuevo campo donde se están librando las batallas de la era actual, para evitar quedarnos con una serie de reivindicaciones obsoletas por cambio de escenarios.