Ada Rafalli, concejal de las parroquias Bolívar, Santa Lucía y Olegario Villalobos del Municipio Maracaibo en el Estado Zulia, es una tenaz luchadora política que comenzó su labor apoyando a asociaciones vecinales. Abogada de profesión, profesora universitaria por vocación y líder indiscutible de muchas conquistas alcanzadas para la región, es modelo e inspiración para muchas jóvenes que desean ocupar altas posiciones en el espectro político nacional. Pero por sobre todas las cosas, Ada es fiel y apasionada defensora de los Derechos Humanos y de las libertades de las mujeres de nuestro país.
Ella fue invitada por la Alianza Venezolana Empresarial por el Liderazgo de las Mujeres (AVEM) para cerrar el recién celebrado foro en la ciudad de Maracaibo, el pasado 31 de enero 2018, y por considerar que sus palabras y los datos que aporta son de una actualidad e importancia fundamental para contextualizar la realidad de las mujeres en la economía y en la política, a nivel mundial y nacional, las reproducimos aquí para su conocimiento y divulgación:
«En primer lugar debo agradecer infinitamente a la Lic. Susana Reina, representante de la Alianza Venezolana Empresarial por El Liderazgo de las Mujeres, institución organizadora de este interesante Foro denominado “Desafíos para el Liderazgo Femenino en el ámbito Empresarial Zuliano”. Mi reconocimiento y respeto a todas las conferencistas, participantes e integrantes de los distintos paneles y en especial nuestro saludo y bienvenida a Maracaibo y al Zulia a la Dra. Evangelina García Prince, Ex ministra de la Mujer, y Consultora Internacional en temas de género, así mismo, a la Presidenta de Concecomercio María Carolina Uzcátegui y a la Lic. Amaya Brines Presidenta de Cámara de Comercio de Maracaibo.
Me corresponden las palabras de cierre de este importantísimo Foro que se ha desarrollado a lo largo de esta mañana en la Cámara de Comercio, quiero focalizarme especialmente en lo que a nivel global viene sucediendo en relación a las mujeres. No por casualidad el término “Feminismo” ha sido declarado como la palabra del año por el diccionario estadounidense “MERRIAM-WEBSTER”, que ha revelado que en el año 2017 las búsquedas del mencionado término se han incrementado en más de un (70%) con respecto al ejercicio anterior. Jamás antes tantas mujeres, y también hombres, de distintos ámbitos se habían definido públicamente como “FEMINISTAS”, palabra incómoda e innombrable durante muchos años.
Hay un legítimo debate, sobre si todo esto que está aconteciendo tiene algo de revolución o de moda. Si es un cambio sociológico o una acción pasajera. Habrá que esperar unos años para saberlo, pero tengo la impresión que parte de esta metamorfosis tan esperada ha llegado ya.
No hay duda que la mujer ha venido asumiendo paulatina y sistemáticamente un rol deslumbrante en la sociedad en todos los aspectos, sea como profesional de primer orden, por su inteligencia, eficiencia, honestidad y control efectivo del tiempo, sea en su rol de madre y esposa, convirtiéndose en la columna vertebral de su hogar, de su grupo familiar y por ende de la sociedad. No hay duda que como profesionales, madres y esposas hemos podido conciliar casi a la perfección nuestra vida laboral y las responsabilidades en nuestro hogar. Pero además, hemos asumido un papel estelar en todos los acontecimientos sociales, políticos y económicos del país donde tenemos nuestra residencia, por nuestra activa participación y presencia permanente en universidades, empresas, instituciones gubernamentales, asociaciones de vecinos, consejos comunales, asambleas de condominio y …… si se trata de una protesta, somos las primeras en llegar, por ser contestatarias, perseverantes y tenaces, empoderándonos cada vez más como líderes y emprendedoras en todas las facetas de nuestra vida.
En Venezuela, podemos decir, sin lugar a dudas, que hay una mayor presencia de las mujeres en el espacio público político, acentuada, en los últimos años inéditamente, lo que significa un impacto importante, que algunas autoras denominan “Política de Presencia” la cual tendrá efecto en la modificación de los horizontes referenciales de la sociedad venezolana y en la ampliación de los contenidos simbólicos culturales: no hay duda que las nuevas generaciones se están acostumbrando a ver a las mujeres involucradas en lo público y no solo en el ámbito privado-doméstico.
Pero además, en los últimos días ha tomado mucha fuerza la campaña “Yo También” o “Me Too”, que ha sido paraguas de miles de denuncias públicas de mujeres que han sufrido de acoso sexual por parte de hombres poderosos, que apenas salen con un rasguño. Los primeros días del pasado mes de Octubre corrieron como pólvora los titulares de que el gigante de Hollywood, Harvey Weinstein, era destituido de su empresa, siendo expulsado de la academia de cine, tras la publicación por parte del New York Times y The New Yorker, de un cúmulo de acusaciones por acoso sexual, supuestamente cometido durante décadas y silenciado a golpe de talonario de billetes – Sexo – Poder – Dinero. Pero lo que empezó como la historia de siempre, puede haberse convertido en la mecha que prenda la historia de siempre en mayúsculas.
El estruendo provocado por testimonios de artistas famosas contra Weinstein, como Ashley Judd, Mira Sorvino, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, ha desencadenado un enorme terremoto en Estados Unidos que se ha sentido en todo occidente y que ha ido derribando en cascada a un rosario de hombres poderosos, semidioses en sus respectivos gremios.
Un sismo que ha animado a cientos de miles de mujeres anónimas bajo el grito de “Yo También”, a romper el telón de sus secretos perdiendo el miedo y han denunciado casos de abuso. El fenómeno ha alumbrado a un potente movimiento contra esta lacra que no solo ha logrado que la sociedad empiece a considerar esta práctica, violentamente machista calificada como “intolerable”, sino que también puede actuar como catalizador para luchar y visibilizar la raíz del problema: la injusta discriminación de la mitad de la sociedad.
El fenómeno también ha tenido eco en relación a actores políticos, como por ejemplo en Alabama, estado bastión conservador de Norteamérica, donde el candidato republicano, Roy Moore, se estrelló en las elecciones hace unos días lastrado por su radicalidad, pero también por las acusaciones en su contra de abuso a adolescentes tres (3) décadas atrás, cuando él era un treintañero. Hace más de un año otras acusaciones de agresión y abuso, casi frenaron la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, una grabación del año 2005, en la cual afirmaba que “Cuando eres una estrella las mujeres te dejan hacer cualquier cosa”. Esto indudablemente que le ha pasado factura al hoy Presidente de la nación más poderosa del mundo.
Así mismo, este fin de semana, ha sido denunciado públicamente por abuso sexual, el famoso magnate, fundador y rey de un imperio de hoteles y casinos, amigo personal del Presidente de los Estados Unidos, Steve Wynn, quien se vio obligado a renunciar a su cargo como Presidente de Finanzas del Partido Republicano y quien logró recaudar cien millones de dólares para la toma de posesión de Donald Trump.
El vendaval ha llegado a otros países, en Suecia, el Defensor de la Igualdad está revisando las prácticas de más de cuarenta grandes empresas y esta planteando endurecer la ley para especificar que toda relación que no tenga consentimiento expreso se considera “Abuso Sexual”
En Francia, se está redactando en la actualidad una ley contra el acoso callejero, el Presidente Emmanuel Macron ha fijado la igualdad entre mujeres y hombres como la “gran causa” de su mandato en una sociedad enferma de sexismo. Todas las revoluciones sociales avanzan a empujones saltando 2 pasos y retrocediendo uno hasta que cuajan, pero el movimiento “Me Too” ha servido de catarsis.
Pesos pesados del mundo del cine, televisión y algunos empresarios han caído en desgracia, tales como: Roy Prize, Jefe de Amazon Studios, y el mediático chef Mario Batali, retirándose temporalmente de sus 26 restaurantes, siendo paralizado su programa en el canal ABC.
Políticos notables como el ex presidente republicano George W. Bush y el senador demócrata Al Franken, han abandonado sus puestos señalados por sus propios partidos. Es de advertir que los procesos de transformación del feminismo son extremadamente lentos, como apunta la experta en temas de género, Mónica Roa, porque hay que cambiar grandes estructuras y dinámicas muy profundas, además cada victoria se hace más difícil, el campo de batalla es infinito.
Según la Organización de Naciones Unidas, cada 10 minutos un hombre asesina a una mujer, que es o fue su pareja. Una de cada 14 mujeres ha sufrido algún tipo de abuso sexual, como revela la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Emily´s List, una organización de EEUU que lleva más de tres décadas promoviendo la participación de la mujer en la política, no da crédito a los números del año 2017. Desde las elecciones presidenciales llevadas a cabo el 8 de Noviembre de 2016, unas 25.000 mujeres han acudido a dicha organización interesadas en presentarse a optar a un cargo político, en contraste con el año 2016, que solo acudieron 920.
Explica la Presidenta de dicha organización: “Estamos viviendo un momento sin precedentes de activismo político entre mujeres, este fenómeno no se había visto en nuestros últimos 32 años de existencia»
En Venezuela, país con grandes vestigios de machismo, en lo político, el 21 de julio de 2008, el CNE dictó la Resolución Nº 0801721-658, que recoge plenamente los principios de paridad y alternabilidad en la composición de la listas de candidatos y candidatas a la cuerpos colegiados. En efecto, el artículo 16 de dicha Resolución establece: “Las candidaturas para los consejos legislativos regionales, concejales metropolitanos y concejales al Cabildo del Alto Apure que se presenten para las elecciones reguladas por las presentes normas deberán tener una composición paritaria y alterna del 50% para cada sexo. En aquellos casos que no sea posible aplicar la paridad, dicha postulación deberá tener como mínimo el 40% y como máximo el 60% por cada sexo”.
Los efectos positivos y transformadores de la aplicación de esta norma dieron como resultado un aumento significativo de mujeres postuladas y un porcentaje mayor de mujeres electas para los cargos de legisladores y concejalas, modificando el imaginario sexista que ha prevalecido en la sociedad patriar cal venezolana.
Sin embargo, se ha observado con preocupación, como los partidos políticos, prefieren presentar a las mujeres no para ejercer los curules principales, sino como suplentes, discriminando sensiblemente al sector femenino, que se ha venido preparando académicamente en el ejercicio de políticas públicas, destacándose estas como excelentes parlamentarias. Tímida y progresivamente la mujer venezolana está presente como un actor político relevante ejerciendo a nivel nacional, estatal y municipal, cargos importantes como Fiscales, Jueces, Defensoras, Gobernadoras, Alcaldesas, Ministras, Diputadas, Legisladoras o Concejalas.
En el campo laboral, en Europa, las mujeres perciben como salario, en promedio un 16.3% menos por hora trabajada que los hombres y en Estados Unidos, un porcentaje similar. Solo la quinta parte de los altos ejecutivos de los países que conforman el Grupo de los 7 son mujeres. En las principales compañías de la Bolsa Europea, el 74.7% de los presidentes, miembros del consejo y representantes de los trabajadores son hombres.
En América Latina y en el área del Caribe, la tasa de participación laboral femenina lleva años estancada en un 53% y así, ad infinitum.
Para concluir, parece conveniente reiterar que para el feminismo ninguna revolución precede a las demás revoluciones, que la igualdad de género no puede esperar a que se alcance otros objetivos, y que nuestro deber es denunciar prácticas de exclusión que afectan de manera significativa a las mujeres, incrementándose la inequidad social.
Desde luego el movimiento “Yo También”, que ha convertido a la mujer en la noticia internacional del año 2017, “HA SIDO LA HISTORIA DEL AÑO, FALTA QUE SEA EL AÑO QUE CAMBIE LA HISTORIA”.
MUJERES TODAS, MIL GRACIAS POR SU ATENCION
Maracaibo, 31 de Enero de 2018
Gracias a tí querida Ada. No pudimos tener mejor cierre que este. Honradas con tu presencia y compañía, ese y todos los días en que te hemos necesitado. Gracias en nombre de todas las mujeres a las que con tu sabiduría y poder, has ayudado a lograr sus justas reivindicaciones. Gracias.