HE FALLADO…

HE FALLADO…
noviembre 3, 2015 Susana Reina
Muñeca Hablando Sola de Daniela Rivera

 

Muy en el fondo de nuestros temores está la idea de que nunca hacemos lo suficiente, que siempre nos falta
algo, que se van a dar cuenta de que no soy tan buena como los demás creen. Este juicio, común a muchas mujeres, hace que subestimemos nuestras capacidades y nos exijamos mucho más que nuestros pares masculinos, quienes por el contrario, sobrestiman sus potencialidades de forma sistemática. Un estudio reciente lo confirma.
Quizá por aquello de que nosotras tenemos que abrirnos un espacio mayoritariamente dominado por los hombres, es que desarrollamos esa sensación de no estar nunca satisfechas con lo que hacemos al 100%  vistos los resultados
obtenidos.  Es distinto al que ya está en la cima, al que no le costó mucho llegar, al que lo llevaron allí por su género. Las cosas para ellos están como dadas, es parte del acuerdo social patriarcal. Nosotras nos lo tenemos que bregar.
Por otro lado, ellos saben venderse; saben negociar sus salarios y sus posiciones; saben mercadear sus esfuerzos sin mucho esfuerzo. El estar concentrado en el mundo laboral y profesional hace que toda su energía se coloque allí. No hay otra esfera de la vida que colide o se convierta en obstáculo para alcanzar las altas posiciones. Una mujer tiene que distribuir esa energía en varios planos de acción y por ello pierde foco.
A eso súmele que a las mujeres que negocian, se venden y mercadean su nombre y su marca, se le confunde con
una agresiva, masculina, conflictiva… el mensaje es claro. Confórmate con lo que tienes, no pelees mucho para no ser rechazada, mantente a la sombra, es lo que le decimos a muchas. “Mansplaining” es un término utilizado por las
feministas para referirse al acoso y violencia que ejercen los hombres hablando condescendientemente a mujeres de algo sobre lo que ellos tienen un conocimiento incompleto, o desde la suposición errónea, de que él sabe más
sobre un tema que está siendo tratado por esa mujer, por simplemente ser hombre. Es sobre todo esa actitud “condescendiente” y hasta benevolente del hombre lo que constituye el acoso y violencia contra la mujer, porque no
importa las evidencias que esta ofrezca sobre su experticia y conocimiento, el “caballero” se considera con el derecho a corregir (generalmente en público) a cualquier mujer.
Es fácil entonces confundir reglas de juego social que no nos dan mucho chance, con una supuesta incapacidad propia personal y cargar además con una culpa que no es justa. “He fallado” es una expresión que da cuenta de una
sensación de no estar jamás a la altura de lo que los estándares que creemos que nosotras mismas nos hemos impuesto, cuando es la sociedad la que marca ese desigual baremo.
Desde FeminismoINC ayudamos a muchas mujeres a creer más en sí mismas y empoderarse para pedir y reclamar lo que quieren. Pero tenemos que hacer algo a nivel más macro, a nivel cultural, para que cada vez más mujeres sientan que su esfuerzo es el adecuado y estimen sus competencias con la misma naturalidad con la que lo hacen los hombres.
Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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