Con CEPAZ y las MUJERES DE MIRANDA, HABLAMOS DE FEMINISMO.

Es un tema complejo. No es cualquier cosa plantear ante una sala de gente diversa en edad, sexos, creencias, experiencia y perfil social y demográfico, lo que el feminismo significa. Pero nos atrevimos a ver qué pasaba.

Lo que perseguimos con este tipo de encuentros, que ya hemos hecho en otras ciudades venezolanas son tres objetivos: reconocernos como feministas, poner en común las inquietudes que tenemos en torno a este movimiento y al final, identificar posibles acciones para promover el pensamiento feminista en cualquiera que sea nuestro ámbito de
actuación.

Para ello diseñamos un taller de 3 horas donde los participantes puedan hablar, discutir, y hasta dibujar, lo que en su representación mental, afectiva y cognitiva manejan acerca de lo que piensan y sienten acerca del feminismo y lo que ello implica.

Comenzamos por pedirles palabras que asociaran con el término FEMINISMO. Surgieron con tanta soltura, que casi
hacemos una definición al conjugar las palabras pronunciadas: “movimiento que lucha con ideas y acciones, por el respeto, la equidad y los derechos de las mujeres de forma que logren el empoderarse y ambicionar el poder”.

Luego, tuvimos la oportunidad de revisar argumentos pro y anti feministas, no sin acaloradas discusiones y la guía certera de las expertas presentes en la sala (gracias a Dios), Evangelina García Prince, Magdimar León, Bibi Borges, Emily Camejo, Yleana La Rosa, Quiteria Franco, Yenni Peña, todas formadas y capacitadas en estudios de la Mujer, enseñándonos a los noveles a desmitificar mandatos patriarcales troquelados en nuestro inconsciente.

Pasamos a la parte creativa del taller, pidiendo a los participantes dibujar una Feminista. Es una técnica proyectiva que usamos siempre por lo poderosa que es, para que, sin defensa de la palabra, muestren lo que perciben a nivel de cuerpo y emoción. Tres obras de arte salieron de esos 15 minutos de reflexión. De forma casi intuitiva se van acercando a lo que queremos promover con este movimiento y es rico descubrirlo.

Y al final, el llamado a la acción. ¡Qué cantidad de ideas pueden surgir en tan pocos minutos! Aquí las transcribimos:

Como se ve, estas iniciativas, unas más viables que otras, unas colectivas y otras individuales, se centran en los comunicacional y formativo. Y verlo así es un gran acierto, porque este tema del feminismo es tan complejo que con solo talleres eventuales no se podrán hacer los cambios que se requieren para cambiar el estado actual de la mujer. Pero son un comienzo, un estímulo, para que jóvenes y no tan jóvenes, se lo piensen seriamente. Opciones de estudio hay y es preciso divulgarlas y buscarles financiamiento, de forma que muchos puedan aprovecharlo, pensando en que en un futuro no lejano, estén en espacios donde formulen políticas públicas que aceleren la transformación de la situación de la mujer venezolana.

Gracias a Cepaz y a Mujeres de Miranda por la oportunidad que nos dan de contribuir.