El despacho de la luna llena #2
Sigo repasando mentalmente el concierto de Lady Gaga en Copacabana. El arte del caos personal, un concierto récord en Río. Dos millones de voces corearon «Abracadabra», lo cual fue prácticamente un conjuro mundial. Ella lloró. Yo lloré. La energía se sentía pura, ancestral, como una capilla eléctrica. Creo que esta canción infunde un poderoso hechizo de amor propio y protección de energía.
No era luna llena esa noche, pero algo se abrió. Recuerdo el poder de la intención colectiva y la magia que se despliega cuando nos soltamos.
Hoy, la Luna Llena de las Flores sale llena en Escorpio. Las flores de primavera están en pleno apogeo, pero bajo esta Luna Llena en Escorpio, no todo lo que florece es suave.
Algunas flores sólo florecen después de que algo muere.
Quizás eso es lo que esta luna viene a enseñar. No la belleza de la floración, sino la sacralidad de la ruptura.
He estado pensando en los viejos hábitos e historias que aún conservo cerca.
Hoy también es el Día de la Madre, así que he estado pensando en las mujeres que me formaron, en los silencios que heredé y en la fortaleza que se transmitió como si fuera plata.
Escorpio no es un signo blando. Es el jardinero del inframundo. Es el tipo de florecimiento que surge *después* de la ruptura, cuando dejas de fingir que algo sigue vivo.
Escorpio pide podar las ramas muertas para que broten nuevas flores. Solo en la liberación puede comenzar una nueva vida.
Escorpio pregunta hoy:
- ¿Qué es lo que te atrapa y qué es lo que te atrapa que ya está muriendo?
- Si no tuvieras miedo de perder el control ¿qué elegirías?
Que el descanso sea sagrado y ten la esperanza de que después vendrá la floración.
Hay magia en la rendición.
El jardín secreto al que temes entrar contiene las flores que buscas.
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El Despacho de Luna Llena es una publicación financiada por los lectores.