El 8 de marzo no se celebra, se conmemora

El 8 de marzo no se celebra, se conmemora
marzo 7, 2025 Feminismo INC
8 de marzo

Por: VF

Hoy, a la hora de la comida en la oficina, viví en carne propia esa falta de comprensión. Entre bocados y risas, mis compañeros y compañeras comenzaron a bromear sobre lo que «debían regalarnos» por ser mujeres. Que si flores, que si chocolates, que si un cafecito especial. Uno incluso dijo, con una risita cómplice, que «merecíamos un descansito por ser mujeres». ¿Perdón? ¿Descansito? Me tragué el coraje junto con el último pedazo de pan y respiré hondo.

Les pregunté si sabían por qué el 8 de marzo existía en primer lugar. Hubo un silencio incómodo. Como era de esperarse, nadie respondió. Así que, con toda la paciencia del mundo (y un poquito de rabia también), les conté sobre las trabajadoras de la fábrica textil en Nueva York, sobre las mujeres que murieron luchando por derechos laborales, sobre la huelga, sobre el fuego. Les recordé que no estamos aquí por una fecha bonita en el calendario, sino porque todavía enfrentamos brechas salariales, acoso, violencia y desigualdad estructural.

Uno de ellos, quizás queriendo aliviar la tensión, intentó bromear: «Pero igual, si queremos darles flores, no tiene nada de malo, ¿no?». Y ahí fue cuando solté la carcajada. No de alegría, sino de incredulidad. Porque claro, qué más da si seguimos cobrando menos, si seguimos expuestas a la violencia, si seguimos pidiendo a gritos equidad, mientras nos regalan un ramo de flores para compensarlo.

Cada año, cuando se acerca el 8 de marzo, las empresas comienzan a llenarse de correos con «feliz día» y los floreros de flores moradas. Parece que algunos piensan que este es un día de festejo, cuando en realidad es una fecha de memoria y lucha. Y lo peor es que, a pesar de que lo explicamos una y otra vez, la confusión persiste.

El 8 de marzo no es para felicitaciones, ni para rosas, ni para descuentos en ropa interior. Es un día para recordar que, si hoy puedo sentarme en esta oficina y exigir respeto, es gracias a las que vinieron antes que yo y lo dieron todo. Así que, si alguien quiere «hacer algo» en este día, que sea informarse, escuchar y sumarse a la lucha. Lo demás, honestamente, sobra.

Además, el 8M se ha convertido en un campo de batalla político en España. Partidos de todas las ideologías intentan apropiarse del movimiento feminista cuando les conviene, usando discursos progresistas solo cuando electoralmente les resulta útil. Pero lo más indignante es que cada vez son más los casos de acoso y abuso sexual que salen a la luz, protagonizados precisamente por aquellos políticos que dicen defender los derechos de las mujeres. Los mismos que se suman a la marcha para la foto, pero que detrás de las cámaras perpetúan las violencias que denunciamos. La lucha feminista no es una estrategia electoral, es una necesidad urgente, y no vamos a permitir que la hipocresía de algunos empañe lo que verdaderamente significa este día.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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