Germaine Greer es una escritora, profesora y activista feminista radical considerada una de sus mayores exponentes desde la década de los 70 gracias a la publicación de su libro “La mujer eunuco” (1970) donde analiza y critica la idea estereotipada de la feminidad, calificándola como una cárcel que impide el total desarrollo de las mujeres.
Nació en Australia, el 29 de enero de 1939 en una familia católica de clase media-baja, siendo la mayor de tres hermanos. Estudió Literatura en la Universidad de Melbourne donde se involucró con grupos políticos de corriente anarquista. Al graduarse, continuó sus estudios con una maestría en la Universidad de Sydney y posteriormente, gracias a una beca, logró doctorarse en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, a mediados de los años 60. Su carrera como escritora inició al ser columnista en las revistas “Oz” y “Suck”.
Su alcance llevó a que la prensa y muchos grupos la llamaran “la gran sacerdotisa de la liberación femenina” y a su libro lo calificaran como un manifiesto. Así mismo, muchos la consideran como una activista incómoda y polémica por sus declaraciones.
Greer pertenece a la segunda ola del feminismo pues su obra se publicó en el mismo año que otros grandes libros fundamentales para el movimiento como “Política sexual” de Kate Millett y “La dialectica del sexo” de Shulamith Firestone. Su línea de pensamiento establece que la dominación patriarcal y la opresión masculina afecta cómo se reconocen a sí misma las mujeres. Su postura es a favor de la libertad y “promiscuidad” sexual pues rechaza la institución del matrimonio y el amor romántico.
“Hay que recuperar un tipo de mujer sexualmente activa como práctica revolucionaria y como crítica social”, indicó. “Las mujeres deben reconocer en la ideología barata del enamoramiento la inducción fundamental a dar un paso irracional y autodestructivo. Esta obsesión no tiene nada que ver con el amor, porque el amor no es ni desvanecimiento, ni posesión, ni obsesión.”
En el año 91, cuando salió una nueva edición de su primer libro enfatizó que “la mayor parte de las mujeres del mundo siguen teniendo miedo, siguen pasando hambre, siguen mudas y continúan cargando con todo tipo de prejuicios impuestos”.
Visión del feminismo:
La escritora quien siempre se ha descrito como «feminista a favor de la liberación» más que «feminista a favor de la igualdad» es abolicionista de la prostitución y de todas las formas de comercialización del cuerpo de las mujeres. Ha señalado a lo largo de su carrera que los estereotipos de belleza son una tiranía que se alimentan del odio que ha sido inyectado en las mujeres hacia sí mismas por la sociedad patriarcal.
«Por liberación me refiero a liberar a las mujeres para que desarrollen su propio potencial y no imiten lo que los hombres han establecido. Descubrir cómo aportar sus propias nociones de lo que es apropiado, de lo que vale la pena, de cómo debemos vivir y de cómo debemos interactuar».
En recientes entrevistas se mostró preocupada ante los avances científicos que buscan nuevas formas de aprovecharse de mujeres en situación de vulnerabilidad por lo cual sigue pensando que “el único futuro está en el feminismo”, también sobre cómo la sociedad trata a las mujeres de la tercera edad.
Frases poderosas
Fuentes consultadas:
El País, The Guardian, El Español, The New York Times, Scroll In, Radiojaputa, Wikipedia