La participación activa de las mujeres en la política es esencial para la construcción de sociedades más equitativas y representativas. Sin embargo, más allá de la inclusión numérica, es imperativo destacar la importancia de que las mujeres que participan en la política posean una profunda conciencia de género. Esta conciencia va más allá de ocupar espacios; implica comprender y abordar las complejas dinámicas que perpetúan la desigualdad de género en todas las esferas de la sociedad.
De acuerdo con el mapa “Mujeres en la política: 2023”, creado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, “las mujeres son Jefas de Estado y/o de Gobierno en sólo 31 países y representan el 26,5 por ciento de los escaños parlamentarios a nivel global”.
Estos datos muestran que las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en todos los niveles de la toma de decisiones en todo el mundo y si agregamos a la ecuación el hecho de que no todas las mujeres que participan en estos espacios tienen conciencia de género podemos intuir que la igualdad de género es una meta que está aún muy lejos de alcanzarse. Por ello es importante comprender que la presencia de mujeres por sí sola no garantiza un cambio transformador, es crucial que las mujeres involucradas en la política estén comprometidas con la igualdad de género.
Las mujeres políticas con perspectiva de género pueden ofrecer una representación más auténtica de las experiencias y desafíos que enfrentamos las mujeres en la sociedad teniendo una comprensión profunda de las cuestiones que afectan a las mujeres en diferentes contextos. La conciencia de género capacita a las mujeres políticas para identificar y abordar las desigualdades de género arraigadas en políticas, leyes y prácticas institucionales. Pueden ser defensoras más efectivas de políticas que aborden la discriminación de género y promuevan la igualdad en todos los ámbitos.
Ciertamente necesitamos más mujeres representándonos en las más altas esferas políticas, pero sobre todo necesitamos que sean mujeres que busquen liderar de manera transformadora más allá de la lucha por la igualdad superficial de la que mucha gente ha hecho bandera y que aboguen por cambios estructurales que desmantelen las barreras sistémicas que perpetúan la discriminación de género.
La presencia de mujeres en la política con conciencia de género puede además inspirar a las mujeres jóvenes a no solo buscar roles de liderazgo, sino a hacerlo con una comprensión profunda de cómo identificar y abordar cuestiones que perpetúan las situaciones de discriminación y desigualdad.
La conciencia de género entre las mujeres políticas mejora la calidad de la representación, además impulsa cambios significativos hacia una sociedad más justa. Necesitamos comenzar a reconocer que la verdadera transformación proviene no solo de la presencia, sino de la conciencia de género arraigada en la acción política.
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Germaine Greer #FeministaRadical
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Violencia Simbólica: Marcas invisibles de la Intimidación.
Comment (1)
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Saludos Veronica Arvelo,
Totalmente de acuerdo con tu artículo.
Un buen ejemplo es España. El 50% de los Diputados del Congreso son mujeres, y la mayoría de ellas muy feministas.
Esto ha permitido que en España se hayan aprobado leyes como la Ley Integral de Violencia de Género, Ley de protección del menor y Ley de Solo Sí es Sí.
Se trata de leyes diseñadas para proteger a la mujer, no exentas de grandes críticas, ya que nos invierten la carga de la prueba a los hombres, lo que da gran ventaja jurídica a la mujer.
