Violencia Simbólica: Marcas invisibles de la Intimidación. 

Violencia Simbólica: Marcas invisibles de la Intimidación. 
noviembre 27, 2023 Feminismo INC
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Por: María Alejandra Mancebo*

Escuchando a Lic. Susana Directora de FeminismoInc.  en una entrevista en Cata Jurídica con Tacones, quedó marcado en mi mente: «el feminismo es necesario…   si te quieres etiquetar como tal no lo hagas, pero sí solidarízate con las mujeres, no necesitas ser amiga o comadre de esa mujer, es mujer y eso ya nos une»… y en otros espacios en esa misma conversación señaló  «Juntas somos poderosas»  «los hombres cuando  ven a más de dos mujeres reunidas les preocupa y dicen «que estarán haciendo o a quien destruyen».

Me hicieron recordar otra entrevista donde la invitada fue la Lic. Marita, Directora de Visionarias también en Cata Jurídica cuando señaló: «Nos creemos tanto lo que no somos, que el síndrome  de la impostora se adueña de nosotras al punto que nos da pena reconocer nuestros logros».  Y sí, ambas tienen razón queridas lectoras, nos los creemos y esas declaraciones que están en cada una, me permiten hoy elevar la voz para compartir este mensaje que me cautivó, por lo que quiero escribir hoy sobre una forma de violencia que se relaciona de manera íntima con las creencias aprendidas y que hacemos parte de nuestro hacer, sentir que de manera sigilosa se adueña de nuestras vidas y sin querer pasan desapercibidas, como lo es la violencia simbólica, que marcan sin dejar huellas pero sí intimidación.

La violencia simbólica es poco reconocida y por tanto se perpetúa desde su invisibilidad. Como sombra crece y se consolida de tal manera que la aceptamos sin cuestionar, pues ni siquiera sabemos que es violencia, pero sus efectos son devastadores, siendo así con el respeto que cada lector se merece, los invito a que me acompañen a trabajar en su erradicación.

La cosmovisión de esta era nos permite afirmar que pleno siglo 21, era de la inteligencia artificial y cambios vertiginosos, todavía los hombres sienten temor y miedo  al ver una mujer en un escenario público de dominio o a una mujer con hijos que trabaja, estudia y se viste como ella quiere, es exitosa y sostiene su hogar. Tal sensación ha conllevado a que el género masculino de manera reflexiva o instintivamente, requiera diseñar otras formas de control sobre las mujeres, otro modo  desplegar su poder.

En consecuencia, las mujeres hemos demostrado no siempre ser las débiles o el ama de casa tradicional, conquista que no debemos abandonar, pero que ha inquietado al hombre acostumbrado a ser quien domina no solo la relaciones sino cómo debemos ser y actuar, pues las mujeres, al estar sumergidas en una cultura patriarcal, podemos caer en la tentación de reproducir los mismos prejuicios que día a día combatimos por derrocar.

Dejando precisado el contexto, es tiempo de prestar atención al lenguaje, ya que este es un punto cardinal en la violencia simbólica, que se identifica en la forma como nos comunicamos y reside en «el conocimiento o más bien el desconocimiento». (Bourdieu, 2000). La performatividad del lenguaje construye realidades, como consecuencia de ello, las palabras de quienes tienen el dominio deforman, transforman desde su creencia machista las disposiciones de género, con el efecto que la iniquidad, los hace emitir mensajes, valores, iconos, signos de poder, y es allí donde las expresiones de violencia simbólica se permean de manera subrepticia, y hacen que esta forma de violencia sea invisible.

Sin querer bajo ningún concepto disminuir o consentir el impacto ante las distintas formas de violencias, que sufrimos sólo por el simple hecho de ser mujeres en una sociedad que se dice luchar contra ella, pero nos sigue manteniendo  en  un segundo lugar, como una manera inaguantable de hacernos desaparecer, por ello debemos aprender a reconocer la violencia simbólica, una manera de violencia producto de una organización machista y severa que no se detiene y no nos quieren juntas y menos alertas.

Son diversas las nociones conceptuales de la Violencia simbólica, siendo acertado precisarla desde la mirada de Pierre Bourdieu, hoy más vigente y señalo “… es una violencia amortiguada, insensible e invisible para su propia víctima, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en último término, del sentimiento» (2000). Que acertado conceptualizarlo por la manera etérea en que se presenta y se naturaliza.

A tenor de lo narrado las ideas se manifiestan bajo estereotipos a fin de robustecer valores, conceptos nocivos sobre el hacer de nosotras las mujeres, en obstrucción al hombre, lo que termina sin duda en discriminación y desigualdad. Cultivar la violencia simbólica, favorece a la cimentación de patrones que legitiman la desigualdad de género y naturalizan la subordinación de mujer. Conforme a ello es menester reflexionar con respecto a nuestra relación con el hombre dominador, a fin de desenmascarar los códigos y mensajes que nos obligan a una hermenéusis desde la igualdad y derrumbar el mito que por no exhibirse como una realidad violenta no es violencia. Todo lo contrario, es tan letal que es normalizada  por todos y así de manera clandestina se pronuncia de distintas maneras, desde la disertación, normas y dogma y se impone para ser aceptada socialmente.

Erradicar lo que se creía superado ante la imposición cautelosa de mensajes, signos, valores que representan la discriminación, la desigualdad y subordinación de las mujeres es una tarea imperiosa que nos exige actuar ante esta forma de violencia que deja marcas que no se ven, pero que se padecen de tal manera que aniquilan e intimidan como MUJERES. Es hora de actuar.

Referencias

Asamblea Nacional (2021). Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 6.667 (Extraordinaria) de fecha 21 de diciembre de la 2021. Caracas

Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona, España: Editorial Laia S.A

Bourdieu, P. (2000). Intelectuales, política y poder. Barcelona, España: Anagrama

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María Alejandra Mancebo. 

Feminista y cofundadora de Cata Jurídica con Tacones. Consultora en el área penal de Empresas Trasnacionales.  Asesora externa de la Universidad Yacambú. Docente Universitaria. Conferencista Nacional e Internacional.  Articulista. Ex funcionaria Pública por más de 25 años. (Venezuela). ORCID:https://orcid.org/0000-0002-0208-0134. Instagram:@maria_alejandra_mancebo_  Linkedin: @Maria Alejandra Mancebo. Correo: malalamarialejandra18@gmail.com  @catajuridicacontacones

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