Palabras para Evangelina

Palabras para Evangelina
mayo 26, 2023 Feminismo INC

Con ocasión del lanzamiento

COLECCIÓN ESTUDIOS DE LA MUJER: EVANGELINA GARCÍA PRINCE

en la Biblioteca y Centro Cultural de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Caracas. Mayo 24, 2023

 

Palabras de MAGALY VÁZQUEZ GONZÁLEZ. Secretaria General UCAB

feminismoLa semana próxima se conmemoran 4 años de la partida física de Evangelina García Prince.  Evangelina fue una mujer multifacética. De su vasto curriculum, del que podemos resaltar que fue socióloga, antropóloga, ministra, parlamentaria, profesora universitaria, pero fundamentalmente una investigadora de referencia obligada, promotora de la equidad de género, de la formulación de políticas públicas reconocedoras de la igualdad de género, paridad, transversalidad  y defensora de los derechos de las mujeres, por lo que creo que todos los presentes suscribimos la afirmación que se hace en la nota publicada por CEPAZ con ocasión de su fallecimiento intitulado “El poder de la palabra de Evangelina García Prince”, donde se le califica como lo que era, “una mujer empoderada”. Precisamente en esa nota se recuerda una frase de Evangelina “No es lo mismo hablar de géneros que de igualdad en relación a las políticas públicas. Es una lucha que tiene en el mundo más de 50 años y aunque tenemos importantes avances en Venezuela, no podemos dejar de lado seguir trabajando para alcanzar una igualdad total”.

Evangelina consideraba que las políticas públicas de igualdad debían ser diseñadas con tres criterios primordiales: los derechos, la diversidad y el empoderamiento. Por ello es simbólico que este acto de lanzamiento de la Colección Estudios de la Mujer Evangelina García Prince, se realice hoy 24 de mayo, día internacional de la mujer por la paz y el desarme, celebración que fue instaurada por grupos pacifistas de mujeres europeas, para recordar las campañas realizadas por las británicas que se opusieron a la OTAN y a la instalación de sus bases militares y por tanto reconoce el liderazgo y la participación de las mujeres en los procesos de paz y la erradicación de la violencia. Esta fecha también reivindica la necesidad de mostrar el protagonismo de las mujeres en los procesos de creación de paz para evitar el estereotipo que nos muestra como víctimas silenciosas y pasivas, entendiendo la importancia de nuestro papel en la construcción social, política y económica después de los conflictos para recuperar los espacios de vida y desarrollo individual y colectivo.

Contra esos estereotipos luchó Evangelina y promovió desde las distintas responsabilidades que asumió tanto en Venezuela como en el exterior, el reconocimiento del rol de la mujer en los procesos clave para el desarrollo de los países. Su influencia y el legado han sido determinantes en quienes desde nuestras posiciones o formación personal trabajamos por el reconocimiento, más allá de lo meramente formal, de una verdadera igualdad de género.

Por todo esto, para la UCAB, institución que tiene como objetivo la formación de ciudadanos y ciudadanas integrales; que proclama en su Estatuto Orgánico que la  enseñanza universitaria que imparte se inspirará en un definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal; que considera “como misión específica suya, la implantación de la justicia social; por la superación de los prejuicios y contrastes que dividen y separan a las naciones; y el establecimiento de la paz”, irradiando su acción, “especialmente a los sectores más marginados de la comunidad nacional”, que es promotora de la igualdad y que ha sido un importante espacio para el desarrollo del empoderamiento femenino, como se puede advertir no solo en la conformación de su población estudiantil sino en las responsabilidades directivas y de gestión encomendadas a mujeres, constituye motivo de orgullo la creación de esta colección que permitirá que las nuevas y futuras generaciones conozcan de cerca el pensamiento y obra no solo de una universitaria a carta cabal sino, por encima de ello, de una gran mujer venezolana.

Palabras de MABEL CALDERÍN. Directora Biblioteca UCAB

Elegimos el día 24 de mayo para lanzar la colección Estudios de la Mujer Evangelina García Prince en coincidencia con la celebración del Día Internacional de la Mujer por la Paz y el Desarme. Un día que tiene como objetivo destacar el importante papel que la mujer ha tenido a lo largo de la historia en la resolución pacífica de conflictos y en la promoción de una cultura de paz y convivencia pacífica en la sociedad.

Este día proclamado desde 1982 es una oportunidad para reconocer la participación relevante de las mujeres en distintas áreas de la vida social más allá de sus hogares. Sea en el activismo comunitario y escolar o en el contexto laboral donde asumen un protagonismo natural que conduce a la humanización del lugar de trabajo (Loden, 1987). Pero también en defensa de los derechos fundamentales de las personas.

¿Por qué Evangelina García Prince?

Evangelina García Prince, doctora en Ciencias Económicas y Sociales, es una referente destacada en materia de igualdad de género en Venezuela. Fue senadora, ministra de la Mujer, directiva de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) fundadora, asesora y activista de ONGs feministas. Fue vicepresidenta del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y coordinó la Red Latinoamericana y El Caribe de Organismos Gubernamentales de la Mujer.

Sus aportes y trabajos en el ámbito académico y profesional son fundamentales para el desarrollo y la aplicación de políticas públicas con perspectiva de género en el país. Profesora de la Universidad Central de Venezuela y en reconocidas universidades de otros países como en la Universidad de Vigo, en la Complutense de Madrid, en la de Asturias y en la de Valencia, todas ubicadas en España. Fue docente de postgrado y diplomados en universidades de la región.

Esta destacada mujer, junto a otros 10 compañeros de estudios, todos de la primera promoción de Sociólogos y Antropólogos de Venezuela en 1956, fueron testigos y actores del fin de la dictadura Perezjimenista y del inicio del intento del país por instaurar la civilidad y la democracia.

García Prince, fue una voz protagonista en la lucha por la eliminación de la violencia contra las mujeres y por el reconocimiento de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su género u orientación sexual. Sus investigaciones y escritos sobre igualdad de género, paridad, equidad y transversalidad en las políticas públicas son de consulta obligada internacionalmente.

En este contexto, el lanzamiento de la colección Estudios de la Mujer Evangelina García Prince tiene como objetivo difundir conocimientos e investigaciones que contribuyan a profundizar en la igualdad de género y en el papel de las mujeres en la sociedad.

La creación de una colección de estudios de la mujer en la academia venezolana es crucial para fomentar la investigación y el conocimiento en esta importante área. La igualdad de género es un tema cada vez más relevante en nuestra sociedad y es necesario contar con recursos y materiales adecuados para profundizar en él.

García Prince realizó numerosas investigaciones sobre la igualdad de derechos y oportunidades para mujeres y hombres, defendió la necesidad de incluir la perspectiva de género, y en ese sentido, reconoció avances en la producción de conocimiento en la institucionalización de la atención académica y administrativa sobre este asunto. Sin embargo, resaltó la necesidad de profundizar en la discusión y fortalecer la interacción entre el proceso real de las políticas públicas y el desarrollo de la disciplina académica que reflexiona sobre ellas.

Enfatizó en la importancia de conocer la evolución de los esfuerzos públicos en materia de combate a la discriminación de género y logro de la igualdad y la equidad, así como, en entender toda la novedosa terminología a que ha dado lugar este desarrollo y sobre la cual aún no hay consenso.

Además, es vital reconocer los aportes de las mujeres en la historia y la cultura, y darles el espacio y la visibilidad que merecen en la academia. Una biblioteca especializada en estudios de la mujer permitiría el acceso a una amplia gama de recursos en este ámbito y ayudaría a fortalecer la investigación y el debate en torno a temas de género.

A pesar de los obstáculos y las desigualdades que persisten, cada vez son más las mujeres que ocupan roles importantes en la política, la economía, la educación, la cultura y otros ámbitos clave para el desarrollo del país. Con sus acciones demuestran amplia capacidad para liderar, trabajar en equipo, propiciar cambios y encontrar soluciones creativas a los problemas que enfrenta nuestra sociedad.

Solo recordaré en esta ocasión a algunas de ellas que dejaron su impronta en la sociedad venezolana.

Carmen Clemente Travieso reconocida periodista y luchadora social venezolana. Nació en 1900 en Caracas, y desde muy joven mostró interés por el periodismo, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en ejercer esa profesión en Venezuela. Participó activamente en el movimiento feminista de la década de 1930 y 1940, y luchó por el sufragio femenino y la emancipación de la mujer. También fue una figura en la resistencia contra el régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez. Clemente Travieso falleció en Caracas en 1983, pero su legado como periodista y activista social continúa siendo recordado y valorado en Venezuela.

Teresa Carreño: pianista y compositora venezolana del siglo XIX, considerada una de las artistas más destacadas de la época. Dio conciertos por todo el mundo. También se desempeñó como directora de orquesta y maestra de música.

María Teresa Castillo Terán destacada periodista y congresista venezolana reconocida por sus extensos aportes a la cultura de su país. Fue miembro fundador del Grupo Cero de Teoréticos, un grupo literario, y del Ateneo de Caracas, que presidió durante muchos años. También fue miembro del movimiento musical Orfeón Lamas, y parte de la Agrupación Cultural Femenina. En 1973, cofundó el Festival Internacional de Teatro de Caracas con Carlos Giménez, y fue la presidenta del festival.

Sofía Ímber: destacada periodista y promotora cultural venezolana de origen rumano. Nació en Soroca, Rumania, pero emigró a Venezuela a los 18 años. Fue la fundadora y directora del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, uno de los museos más importantes de América Latina. Ímber también fue una destacada defensora de derechos de las mujeres y la igualdad de género en Venezuela, tiene un importante legado en el campo cultural y social en Venezuela y más allá.

Evangelina García Prince, al igual que muchas otras mujeres, dejó huella en sus escritos, cátedras, ponencias o cargos que desempeñó. Quienes la conocieron la recuerdan en sus gestos generosos al compartir su sabiduría en la academía y en la vida cotidiana. Esperamos que ese legado sea también un sello característico de esta iniciativa que inaguramos hoy.

¡MUCHAS GRACIAS!

Loden, Marilyn (1987). Femenine Leadership. Times Books. New York: Helgessen.

Palabras de Johanna Cruz Herrera. Coordinadora de programas de laOficina regional para las Américas y el Caribe. ONU Mujeres

Desde ONU Mujeres y a título personal quisiera extender un agradecimiento especial a la Universidad Católica Andrés Bello, especialmente a las profesoras Magaly Vasquez y Mabel Calderón. También agradezco a las queridas Susana Reina y Anna Maschiarelli de Feminismo INC, por la invitación a participar en este evento de conmemoración del Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme.

Justamente es gracias a la ardua labor de los movimientos de mujeres, que desde 1982, recordamos y reconocemos el activismo de las mujeres pacifistas del mundo.

Resaltamos su rol en los procesos de paz y desarme tras las guerras y en el marco de conflictividades, escenarios de polarización y en contextos de proliferación de diversas formas de violencia, incluidas las violencias basadas en género.  La región de América Latina y el Caribe cuenta con una tradición de compromiso con el desarme como uno de los componentes esenciales del mantenimiento de la Paz y la Seguridad, que en buena parte se debe a la incidencia de la sociedad civil.

Este compromiso se puso en evidencia en 1967 con la firma del Tratado de Tlatelolco, en el que 33 Estados, incluido Venezuela establecieron la primera zona habitada del planeta libre de armas nucleares y con ello se comprometieron a asegurar la ausencia de las armas nucleares, contribuir a su no proliferación, promover el desarme general y utilizar el material e instalaciones nucleares únicamente con fines pacifistas.

Pese a este compromiso, y a importantes movimientos por la paz que recorren nuestra región, con un liderazgo clave de las mujeres, en la actualidad América Latina y el Caribe se enfrenta a múltiples retos para mantener la paz y la seguridad. Y estos superan las situaciones de conflicto o posconflicto;

Entre los desafíos que enfrentamos en la región, se destacan los altos índices de criminalidad, la inseguridad que afecta de manera diferencia a las mujeres.

Vivimos en un entorno de constante amenaza contra defensoras de derechos humanos y constructoras de paz, en el que los espacios cívicos y de diálogo social se han visto reducidos, lo que coincide con aumentos del descontento social asociado a las limitadas garantías de los derechos sociales, económicos y culturales para toda la población.

En este contexto la acumulación excesiva de armas convencionales, y el tráfico ilícito de armas ligeras y de pequeño calibre, ponen en peligro la paz y la seguridad y el desarrollo sostenible al facilitar el acceso y uso:

[…] “Las estimaciones más recientes sugieren que (En América Latina) habría alrededor de 71 millones de armas pequeñas en América Latina, de las cuales el 86 % estaría en manos de civiles”[1].

En general el uso de armas en zonas habitadas pone en grave peligro a la población civil, con los avances en las tecnologías armamentísticas, como las armas autónomas, se transforman y amplían los retos para la seguridad mundial que de por si representan las armas.

A pesar de los llamados del Secretario General de Naciones Unidas para establecer un alto al fuego mundial y de la esperanza de que, ante un enemigo común como el COVID-19, se renovara la cooperación internacional, destinando menos presupuesto en armas y más en ciencia, salud y protección social, lo sucedido en la realidad fue distinto.

El gasto militar viene en aumentó aun en la pandemia. Presenciamos un aumento en las medidas autoritarias, y una profundización de las desigualdades estructurales de clase, etarias, raciales y de género ya existentes. La profundización de las desigualdades ha derivado en un aumento en los niveles de descontento e inconformidad social; lo que sabemos puede convertirse en un motor muy potente de conflictos que, sumado a la concentración de armas, es la fórmula perfecta para la violencia letal.

En este contexto, cobra toda la relevancia que conmemoremos y fortalezcamos el rol de las mujeres en la Paz y el Desarme en un día como hoy.

Sabemos que la participación significativa de las mujeres en todos los espacios de diálogo y construcción de paz incrementa su efectividad y sostenibilidad. Tenemos múltiples ejemplos. Hoy quisiera traerles uno muy cercano:

Los acuerdos de paz suelen mantenerse un promedio de cinco años a nivel global. El Acuerdo Final de Paz firmado entre el gobierno de Colombia y las FARC – EP en 2006, y que es un ejemplo para el mundo por haber incluido de forma significativa a las mujeres tanto en su proceso de negociación, como en el monitoreo, lleva siete años en implementación y las mujeres que sustentaron la inclusión del enfoque de género, siguen exigiendo y monitoreando que los compromisos se cumplan y que la paz sea efectivamente estable y duradera.

Pero no se trata solo de los contextos de conflicto armado. El mundo está lleno de mujeres, que luchan por el desarme, por la transformación pacífica de las conflictividades, y por la consolidación de una paz y un desarrollo que no deje a nadie atrás.

Adicionalmente quisiera agregar que los procesos de desarme tienen una relación clara con el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el Objetivo 5 sobre igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.

La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres pasa por el reconocimiento del rol clave que desempeñan en los procesos de consolidación de la paz, y en el abordaje de las causas que llevan a los conflictos violentos. Además, la reducción de la disponibilidad de armas, limita la letalidad de las diferentes formas de violencia de género.

Vale la pena sobre este punto destacar que la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y la Declaración de Beijing forman una sólida base normativa para conectar las agendas de Mujeres, Paz y Seguridad y el control de armas pequeñas y de gran impacto. Mujeres como Evangelina García Prince, quien formó parte del Comité CEDAW, fueron las pioneras en establecer estos nexos y en liderar espacios que evaluaran el cumplimiento de los compromisos internacionales con la igualdad, pero también con un desarme y una paz que incorpore un enfoque de género.   

Avanzar en la incorporación de la perspectiva de género en el desarme, tiene el potencial de contribuir directamente a la eliminación de todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres y las niñas, porque reducir la circulación de armas, elimina una elección frecuente de armas para la violencia de género, los feminicidios y las violencias domésticas.

De igual forma, fortalecer el empoderamiento de las mujeres y acabar con los estereotipos de género que limitan su participación en espacios de decisión sobre la paz, y sobre el uso de las armas, como los parlamentos y los ministerios de defensa, interior, justicia y paz de los diferentes países, también tiene el potencial de transformar la manera en que se abordan de las causas profundas de las violencias, incluidas las violencias de género.

Considerar sus voces, puede facilitar considerar los efectos de los sistemas patriarcales, las actitudes desiguales de género y los aspectos violentos de las masculinidades hegemónicas.

La incorporación de la perspectiva de género en los procesos de regulación del uso de armas puede contribuir a que las actitudes hacia las armas y el impacto que tienen en los diferentes grupos se entiendan mejor y, en consecuencia, se aborden mejor.

En estos propósitos, un elemento central es la circulación del conocimiento acumulado por las feministas que nos han antecedido, como la brillante Evangelina García Prince, a quien homenajeamos poniendo al alcance de nosotras/sus aprendices, sus textos y aquellos en que se inspiró su carrera de liderazgo en las Políticas Públicas con Enfoque de Género.

Cierro pidiendo para ella y para las profesoras que nos convocan un aplauso.

Muchas gracias.

[1] Karp 2018 en smallarmssurvey.org/database/global-firearms-holdings

Palabras de ANNA MARÍA MASCIARELLI MIRÁS.

Mi Evan: Un corazón empoderado.

Era yo una chiquilla y Evan pasó frente a mi casa en su automóvil blanco, y mi padre me dijo: «allí va la Ministra»; Yo suspiré de la emoción pues era la primera vez que veía a una Ministra. Desde ese día la miraba siempre para arriba y con admiración.

Pasaron los años de la » Señora Importante» de la Diputada y Senadora que se hizo amiga de mis padres, y que frecuentaba cada vez más mi casa. La Ministra siempre hablaba y, yo callada frente a su regio atuendo, escuchaba mirándola fijo su voz decidida, llena de mensaje con contenido que hacía dar muchas vueltas a mi cabeza, para procesar todo lo expresado; pero a la vez ese momento competía con mi deseo de ver su majestuosidad y elegancia que la caracterizaba.

Seguí creciendo viendo su trayectoria, hasta que la maravillosa vida -esa que nos hace adultos- nos abrió la puerta a la amistad de iguales. Evan tenía ya tertulias con la menos niña (yo), en las cuales me contaba sus difíciles inicios de zapatos ya usados por otros, de caminos largos a pie para ir a la escuela, de comida contada para que alcanzara para todos sus hermanos; en aquella Venezuela rural, pero ya tenía la semilla plantada de gran país, y al cual su brillante mente posteriormente daría tanto, y fuese además parte de esa construcción de país de avanzada.

Me contó de sus marchas como luchadora social tirando piedras en las calles, de los mítines de estudiante que a viva voz ganaba terreno en la lucha democrática, de los escollos a brincar en cargos públicos por ser mujer; así como de los avatares de la política que nunca torció su camino y a la cual siempre enseñó sus correctos e inquebrantables valores.

Pero ella también me habló de su madre correcta y educada, del amor a su padre que tenía una imprenta, que más que letras dejó valores en su vida que le hizo sacar el temple y la garra.

Evan, la que tomaba café conmigo, la amiga mentora, la que me permitió ayudarla en varios de sus trabajos. Evan la profundamente humana, en una inmensidad de valores y sentimientos puros. Evan la visionaria y dibujo de esa gran mujer venezolana. Evan, la que iba por la vida con el slogan «Tu palabra es tu poder»…y así andaba abriendo caminos, de victoria en victoria.

Así fue transcurriendo la vida, y la Ministra sin darme cuenta se convirtió en mi gran amiga, en confidente, asesora, que brindaba en nochebuena en mi casa contando historias. Evan, la que cantaba y bailaba con la gallega de espíritu libre como ella – mi madre -, y conversaba con placer y profundidad con el noble y dulce italiano, mi padre; el mismo que cada día cuando ella se iba me decía «Papi, esa señora es una joya, es un lujo de mujer, una fuera de serie»
Bendecida yo de disfrutar de su parte humana, esa que atesoraba sus libros por encima de cualquier cosa, y que ya hacía el final de sus días me dijo: llévate todos los que quieras cuando yo ya no esté. La visite y acompañe en su último periodo, en charlas profundas y risas, ya distantes de la majestuosidad de la Ministra, pero mucho más cercana a esa inmensidad de amor que compartía sólo con quien consideraba sus afectos.

Ese último día que la ví me dijo: siéntate allí que quiero conversar contigo de la vida, y ese dia creo fué su mejor discurso hacia mí. Esa tarde, de regreso a casa, caminé los 38 pasos, si, 38 pasos son los que dividían su casa de la mia, y dudé si iba a volver a verla, y así fue.

MI amiga se fue dos amaneceres después, y yo me quedé con sus tesoros que hoy, después de mucha búsqueda, y empeño en darles su justo lugar, y en honor a ella, se encuentran en el mejor lugar en el que puedan estar: en mi querida UCAB, un lugar de luces, bondad, rectitud y valores como ella.

Evan querida, acá estamos: tus amigas y aliadas venezolanas a las que formaste y amaste, tus ‘ticas queridas» las Evangelizadas, a las que desde el primer taller que les diste se sellaron muchos encuentros de enseñanzas y una amistad de corazón; tus otras amigas de toda Latinoamérica, pues por donde pasaste dejaste alianzas, sabiduría y huellas.

Acá estamos con tus tesoros que me recuerdan a la Ministra, coqueta y decidida, pero también me descubren lo que siempre me pregunté: Como hago yo para parecerme a ella? Y la respuesta la tengo: Valores de familia, educación de calidad, rectitud y justicia, ante todo.

Acá van a perpetuar tus tesoros mi mana querida, que multiplicarán sus mensajes y formarán, como lo hiciste tu conmigo y con tanta gente. Donde estés sé que sonriente estas, eso si, perfectamente arreglada, maquillada y espectacular, porque ¡ay Dios que no la vieran mal puesta en la vida!

Te quiero mi Evan, y recordaremos siempre tu legado. Date por cumplida, que nosotras nos damos por servidas. Como decía mi padre, a buen saber: eres una joya y una fuera de serie. Tu luz siempre perdurará aquí mi mana querida.

Palabras de MARU ULIVI, Artista y Coach.

Quiero agradecer a la Universidad Católica Andrés Bello y a todas las personas involucradas en este proyecto por darme la oportunidad de ser parte de este panel. Es un honor estar aquí en este espacio dedicado a una mujer excepcional: Evangelina García Prince, guía, activista y defensora de los derechos de la mujer.

En el siglo XXI, nos encontramos cuestionando el significado de ser mujer y lo que implica lo femenino. Históricamente, se nos ha definido por roles predeterminados, como ser madres, esposas o hijas. Pero ha llegado el momento de cambiar ese guion y romper con esos patrones. Como sociedad, hemos avanzado, pero aún quedan muchas barreras por derribar. Mi proyecto de vida consiste en dar voz a aquellas mujeres que no se atreven a hablar y, aún mejor, impulsarlas a cambiar y alzar su voz. Me refiero a aquellas mujeres que han vivido de acuerdo a las expectativas de los demás, en lugar de perseguir sus propios sueños y metas. A través de mis libros, charlas y talleres, mi misión es y ha sido crear un efecto dominó que impulse cambios en la mujer, para la mujer y desde la mujer, permitiéndole ser la persona que realmente desea ser.

Me apasiona romper el silencio y liberar la voz femenina.

Las «etiquetas sociales» me han definido como hija, madre de cinco, abuela de cinco, divorciada, diseñadora de interiores, fotógrafa, trabajadora social, coach, ama de casa, directora de empresas, artista textil, entre otras. En cierto sentido, estas etiquetas me han moldeado en la mujer que soy hoy: he sido cosida, remendada, rota y vuelta a coser. Sin embargo, este camino también me ha llevado más allá de los espacios físicos, adentrándome en los espacios emocionales de la mujer.

Sentirme atrapada me ha convertido en portadora del mensaje y de la voz de muchas mujeres que callan, víctimas de los patrones de pensamiento impuestos por el sistema patriarcal, el cual durante más de 7000 años ha educado en «relaciones de poder» y ha disminuido el papel de la mujer en la sociedad.

A lo largo de mi vida y carrera, he presenciado cómo el silencio puede convertirse en una jaula invisible que aprisiona a las mujeres. He sido testigo de cómo las experiencias vividas y las decisiones tomadas pueden estar influenciadas por estas barreras invisibles. He experimentado la sensación de encierro, la incapacidad de expresar mis sentimientos y el peso de las expectativas ajenas. Esto me ha llevado a adentrarme en las historias de otras mujeres, buscando respuestas sobre lo que las aprisiona.

Durante años, he tenido la bendición de conversar con más de 1000 mujeres de diferentes estratos sociales, edades, nacionalidades e inclinaciones sexuales. He tratado de ser un espejo en el que puedan verse y ser escuchadas, creando un espacio de confianza donde puedan compartir sus historias sin temor a ser juzgadas. En cada una de estas conversaciones, he sido testigo de revelaciones parciales de lo que se esconde tras los barrotes invisibles que han encarcelado a estas mujeres: dolor, frustración, anhelos y sueños aplastados.

Algunos testimonios que he escuchado incluyen:
• «No haber tenido hijos, la vida me dio una bofetada cuando me quitó a mi marido. Él era todo para mí, y ahora estoy sola, sin importarle a nadie.»
• «No tuve amor de niña, no sé qué es amar. Me siento culpable e indecisa incluso al vestirme. Cuando alguien me muestra amor, dudo de su sinceridad. Tengo miedo de ser querida y de querer.»
• «Necesito que los hombres me vean como una igual, soy tan buena o mejor que ellos.»
• «El sexo es una rutina semanal, es cómo lavarse los dientes, cepillarse el cabello o tomarse una taza de café”.
• “Tengo un tabú muy grande con el sexo, se lo atribuyo a la religión y a mi madre, sigo escuchando la voz que me dice: No hagas nada que no harías frente a tus padres”
• «No encajo en la descripción de hombre o mujer, soy simplemente yo».

He aprendido que el silencio duele, tanto el nuestro como el de los demás. Ese silencio ha llevado a millones de mujeres a vivir la vida de otros arrastrando consigo un peso invisible que asfixia, impidiéndoles ser quien realmente son. Las heridas que dejamos sin sanar marcan nuestro ser y limitan nuestras posibilidades.

También he escuchado cómo mujeres valientes han encontrado su voz y han desafiado las expectativas y las limitaciones impuestas por la sociedad, sus padres, sus religiones y demás. Una de ellas es nuestra admirada Evangelina, en Jalisco, por ejemplo dijo en el IEPC esta frase con la cual me identifiqué: «A veces cuando hablo, lanzo algunas bombas que no caen del todo bien, pero no voy a complacer a nadie para que me quieran. Prefiero que me quieran por desafiar las mentiras que se dicen constantemente».

Y justamente, para desafiar las mentiras, romper el silencio y contar las historias que me han compartido tantas mujeres, he desarrollado dos libros “Jaulas” y “Callar duele más”, ambos centrados exclusivamente en la mujer. Creo que en la necesidad de dejar por escrito estos testimonios, de hacerlo con respeto y dignidad, para aprender y no repetir patrones. Esa es la importancia de las publicaciones como las que hoy abren esta colección de Estudios de la Mujer en la Biblioteca UCAB, a la cual quisiera contribuir donando dos ejemplares de mis libros. Espero que esta labor que hoy nace, dé frutos, motive nuevos proyectos, investigaciones y publicaciones, que desde la universidad también se impulsen cambios a favor de las luchas de las mujeres.

Los invito a reflexionar sobre el silencio, a escuchar y apoyar las voces de las mujeres en nuestras vidas y comunidades. Juntos, podemos crear espacios seguros donde sean escuchadas y ayudar a construir un mundo en el que todas las mujeres tengan la libertad de ser quienes realmente desean ser.
Gracias.

 

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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