El objetivo de la presente investigación se centra en poder comprender los aportes que les ha dado a las mujeres y las dificultades que ha presentado María Alejandra Sánchez como experiencia del desarrollo del trabajo fotográfico que ha realizado. La presente investigación se identifica por ser de tipo cualitativa con un método fenomenológico y demostró que la fotografía sirve como herramienta para el autoconocimiento de la mujer y su esencia, así como también que la discriminación tampoco se deslinda del ámbito fotográfico.
Este trabajo fue realizado por Adrielis Soto Esis y Luis Villalobos Villalobos para la cátedra Psicología de la Mujer y Género de la Universidad Rafael Urdaneta.
***
Las artes, mi gran pasión, también manchadas por el sexismo. La fotografía, un medio de expresión y comunicación de aquello que es silenciado. Una mujer y su influencia, ayudando a otras mujeres en el reencuentro de su identidad. La sanación a través de la manifestación de testimonios en la imagen. Una materia e investigación que me ayudó a reconocerme y valorarme como mujer, a alzar la voz y sobre todo a saber cómo darles voz a otras mujeres en mi profesión.
– Adrielis Soto.
De todas las mujeres que habitan en nuestras vidas; las artistas son la huella; los matices: las acuarelas, las canciones e imágenes que plasman una realidad perpetua, sin miedo, libres de ser. Esta investigación lleva los nombres de muchas de esas mujeres que habitan en mí; ellas que renacen y se reencuentran en su propia historia, donde homenajeamos su feminidad a través de la narrativa fotográfica, para que prevalezca su voz, su arte y su valor como mujer.
– Luis Villalobos.
Autorretrato de una mujer: (Re)conocernos en la fotografía
La reivindicación de las mujeres a lo largo de la historia ha sido un ejemplo para todas las sociedades, en especial para las nuevas generaciones, ya que la persecución y la autodefensa ha permitido que puedan alzar su voz, tomar decisiones y dejar atrás tantos años que están cubiertos de dolor, tristezas y memorias dejadas.
Ni una más en el olvido; las mujeres se han consagrado a través de la historia como un pilar que se mantiene firme frente a las adversidades, que no deja de luchar hasta su último aliento, que busca, encuentra y se reencuentra a sí misma en todas las infinidades de ser mujer.
El hecho de que las mujeres busquen su propio horizonte nos deja entrever el sufrimiento que ha conllevado por parte de la sociedad, el ser féminas. Ellas han buscado que prevalezca su nombre, y aunque muchas veces ha sido borrado, la vida y el tiempo siempre ha permitido que lo valioso, lo verdadero, salga a relucir; y en este caso, la historia de muchas mujeres artistas que han sido minimizadas por la sociedad patriarcal, ha permitido que demos nombre al reconocer que existen en toda su cotidianidad y esplendor del ser: mujer.
En esta investigación se quiere dejar entredicho la verdadera esencia de la mujer en todas sus cualidades, pero observándose desde su trabajo como artistas, o lo simple, en el arte de ser mujer. Bien está reconocer que el arte ha sido predominante en el género masculino, desde su reconocimiento, sus posibilidades y su acercamiento a la sociedad; por eso nuestra labor principal es aportar un camino al reconocimiento del trabajo artístico de una mujer y que este pueda abrir las puertas a muchas otras oportunidades para las mujeres de reconocerse a sí mismas y motivar ese instinto tan puro que llevan dentro y que les hace ser artistas y protagonistas de su propia historia.
Las mujeres artistas no han sido olvidadas, ellas están allí luchando por siempre alzar su voz y a lo mucho o poco, encontrarse en el camino a las personas que puedan abrazar a través de la experiencia y el encuentro femenino.
Para esto, nos hemos planteado comenzar con el trabajo artístico de María Alejandra Sánchez, abogada y fotógrafa, quien a sus 50 años, ha podido tener un recorrido de vida en pro al trabajo de llevar a las mujeres al encuentro propio, a su autorreconocimiento y a la labor artística fotográfica, promoviendo en ellas el poder hacerse una en su imagen.
“(Re)conocernos en la imagen y la poesía” es una de las tantas muestras artísticas presentada por la fotógrafa María Alejandra Sánchez, donde a través de una serie de autorretratos narra el proceso de autodescubrimiento de las mujeres, siendo esta una herramienta que les permite reconocerse a sí mismas y su feminidad. Esta exposición surge como una exploración de la experiencia de ser mujer, pudiendo visualizarla a través de las letras y la fotografía, y buscando que haya una relación entre la cámara y la mujer fotografiada. El estudio de esta muestra artística se centra alrededor del género y como la mujer percibe su cuerpo, su vida, sus pensamientos.
En noviembre del 2017 presentó en FOTO MARACAIBO su exposición fotográfica “Así era, así es” dónde buscó explorar lo íntimo a través de la poesía y la imagen; lo sensorial, emocional y lo efímero. Desde entonces, María Alejandra Sánchez promueve la expresión de la niñez y adultez, de la familia y sus matices, de lo que conforma la cotidianidad y su transcurrir, de las memorias y las ausencias; todo eso y tanto más a través de la fotografía. Como parte de estas exposiciones presentadas tanto en Caracas como en Maracaibo, ella busca el reconocimiento y la reflexión a través del proceso de autorretratarse. Aquí podemos observar aspectos del género, la feminidad, la cotidianidad de una mujer y el machismo; entre otros.
Como se mencionó al principio, María Alejandra en 2022 realizó un taller para fotógrafas principiantes con el lema de: “(Re) conocernos a través de la poesía y la imagen” donde su aportación más simbólica se da hacía la mujer en su día a día y en cada aspecto que le conforman y la transforman. Promoviendo con esto que cada una de las participantes prueben consigo mismas el autorretrato y la valentía de verse a sí mismas reflejadas en la fotografía, uniendo este arte con el de la poesía, haciendo una ilación perfecta y necesaria para llenar de metáforas la vivencia de la feminidad en todo su esplendor.
Dando de este modo continuidad al proyecto en pro a formar mujeres a través del reconocimiento propio del género y sus matices, de sus derechos y cualidades, de lo que las caracteriza e individualiza. De eso que son frente a la vida, de sus palabras y acciones. María Alejandra se ha sobrepuesto frente a la incertidumbre del ser mujer y se ha permitido darle nombre y valor a cada detalle que pueda representar a través de la fotografía, empujando consigo a otras mujeres que pueda reconocerse no sólo a sí mismas, sino también a sus iguales, a sus hermanas, a sus amigas, a todas las mujeres que buscan redireccionar su sentir, sus emociones y sus pensamientos hacia la libertad propia del deseo y la feminidad.
Por eso cabe destacar que sus talleres y exposiciones inician con la perspectiva de género donde plantea a la mujer desde sus aspectos más ínfimos, de los cuales busca que se haga un paso por la autorrepresentación artística de todo lo que conforma el ser mujer y lo que implica ella a través del arte de la fotografía y la vida. María Alejandra también hace referencia a la conciencia de ser mujer, de poder (re)conocerse a sí misma, de poder observarse en un segundo plano a través de su propio arte, del arte de encontrarse en sí misma; de saberse en su intimidad y cotidianidad.
La pregunta que nos ha movilizado para realizar esta investigación es ¿Cómo la fotografía ha sido una ayuda para el poder las mujeres reconocerse en el autorretrato? y ¿Cuáles dificultades ha presentado para el desarrollo de su trabajo fotográfico?
Teniendo como objetivo: comprender los aportes que les ha dado a las mujeres y las dificultades que ha presentado María Alejandra Sánchez como experiencia del desarrollo del trabajo fotográfico que ha realizado.
Es por ello que también resulta importante poder analizar en la presente investigación cómo la mujer ha sido y es discriminada en el mundo del arte, y sobre todo cómo esta autora lo vive en su día a día, entendiendo que a pesar de ser esta un área en donde incursionan una gran población de mujeres, estas son vistas más desde un rol pasivo que desde uno activo, por lo tanto lo que busca hacer este proyecto es poder dejar de un lado la visión de las artes como meramente femenino a ver y posicionar las artes desde lo feminista y en consecuencias darle el poder a cada mujer para expresarse y demostrarse artísticamente desde un rol activo, y como comenta Lippard, 1976 (citado por Hernández, 2006) «cuando las mujeres usan sus propios cuerpos en su trabajo artístico, ellas están usándose a sí mismas, un factor significante psicológico convierte estos cuerpos o rostros desde objeto a sujeto» (p.124).
Además, con todo ello, María Alejandra Sánchez permite el autodescubrimiento de las mujeres y que estas se puedan sentir empoderadas, en confianza consigo mismas y seguras de su cuerpo y lo que son mediante el arte, pues la mayoría de mujeres estamos inmersas en una sociedad que nos llena de muchos prejuicios y estigmas de cómo una mujer se debe de ver y actuar para poder encajar en los modelos de belleza aceptados, en donde vemos que tanto los medios de comunicación como la publicidad, instruyen al pensamiento de que la mujer debe ser aquella que se preocupa por su imagen ya que su valor como persona solo dependen de dicha imagen, pues es con ella que pueden seducir y por lo tanto poder ganar un lugar donde lo necesite (Claramonte, 2002).
Y es precisamente por lo antes descrito que el escritor y también crítico de arte John Berger, 1970 (citado por El País, 2020) plantea que: Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran a sí mismas a través de cómo son miradas. Esto determina no solo la mayoría de las relaciones entre hombres y mujeres, sino también la relación de las mujeres consigo mismas.
De esta manera observamos la importancia que tiene el hecho de que la mujer sea capaz de reconocerse y descubrir cada aspecto de sí, lo que permite que se sienta capaz de lograr lo que se proponga, tener confianza y seguridad, poder vivir libremente sin opresiones ni expectativas inalcanzables. No resulta extraño que luego de haber vivido siglos dictaminadas en cómo se deberían de ver y actuar las mujeres hayan decidido despojarse de la idea de que son solo un objeto en el medio artístico, a pasar a convertirse en las protagonistas, en el sujeto que representa el arte.
La expresión de la mujer en la fotografía se ha sobrevenido a lo largo de la historia en una discriminación constante; desde quienes son retratadas como quienes toman la iniciativa de exponer su arte como fotógrafas. Para esto, Lamas, 1995 (citado por Oliveros, 2015) describe a las mujeres como anuladas en su historia, enunciado y palabra; mostrando a estas como seres desiguales en comparación de los hombres, mujeres destinadas a un solo rol, incapaces y atrapadas por los dictámenes de una sociedad patriarcal
.
Loris Zambrano
Sociedad que ha referido a lo largo de la historia patriarcal un vaivén de juzgamientos hacia la mujer y sus intimidades y potencialidades; no permitiendo que surjan dentro de toda sus capacidades y virtudes, manteniendo una deuda moral e histórica hacia el género femenino que solo busca una reivindicación dentro de su propia historia de vida, dentro de su cotidianidad; para así, de algún modo, poder sobresalir frente a las imposiciones sociales y patriarcales que se le imputan tan solo por ser mujeres; mujeres que se expresan en el propio arte de su feminidad.
Por su parte Dostie, 1998 (citado en Esteban et al., 2004) refiere que la diferenciación que se hace del cuerpo de las mujeres con el de los hombres, es que el de estas se encuentran bajo una mirada contundente y juzgadora de la sociedad, en cambio el del hombre no padece de los efectos y normas de belleza que repercuten en el de las mujeres, desde su forma de vestir, su maquillaje, expresión, corporalidad y otros aspectos que se unen dentro de la discriminación hacia las mujeres en el arte y la fotografía a través del cuerpo de cada una.
Se toma el rol de la mujer no solo desde una cotidianidad machista, sino desde una exigencia por mostrarse impecable para la sociedad, una mujer ilustrada sin imperfecciones, con siluetas esculturizadas en la historia, donde se enuncian realidades ficticias y aparentemente perfectas. Caracterizando de este modo a las mujeres por una insaciable sed de perfeccionismo en comparación de los hombres, señalándolos a estos como conformes y perfectos.
Ecker (1986) por su parte, refirió que las mujeres en el arte de la fotografía, buscaban mostrar su cuerpo para combatir esas ideologías que se suscriben al pensamiento machista detrás de la dicotomía de lo masculino con lo femenino; dejando entrever la posibilidad de reivindicarse dentro de este arte, donde se pueda revalorar el ser mujer, dentro de sus intimidades y cotidianidades que le conforman.
Dichos aspectos están entredichos como la forma más ínfima de feminidad, esos matices que se van desarrollando por sí solos a lo largo de la vida, que se van integrando a cada uno a través del reconocimiento y la lealtad a la identidad; eso que va formando parte de cada una, que va identificando y abrazando cada característica particular de cada una, como así mismo sus igualdades que se destacan entre lo más certero y necesario de los dos géneros.
Metodología
Dadas las características y objetivos de la presente investigación esta se identifica por ser de tipo cualitativa la cual es descrita como aquella que representa una orientación y forma distinta de conocer, comprender y estudiar los fenómenos humanos, buscando indagar y profundizar en la naturaleza de las realidades, para de esta forma comprender las razones de las situaciones y comportamientos (Martínez, 2004).
Posee un método de fenomenológico, descrito por Husserl (1972) como “la conciencia, en todas las vivencias, actos y correlatos de los actos” por lo tanto, se considera que los paradigmas de esta investigación buscan la percepción, conocimiento, opinión, significado y sentido interno que tienen las personas hacia cierta situación, dado a esto el método resulta ideal para poder obtener comprensión acerca de las experiencias vividas por María Alejandra Sánchez en su trabajo como fotógrafa y abogada, siendo entonces su perspectiva y experiencia el eje principal de la investigación.
Informante
La selección del informante se realizó de forma intencional ya que este se basó en el estudio de la abogada y fotógrafa venezolana María Alejandra Sánchez de 50 años de edad quien se ha desarrollado en labores fotográficas y en el área de abogacía; sobre todo en su trabajo para la reivindicación de las mujeres en el arte fotográfico, teniendo una trayectoria en estos campos en busca de promover la feminidad y el encuentro de las mujeres en sí mismas. Las condiciones particulares por las que fue seleccionada se deben a que ella ha promovido la fotografía como un punto de partida para la exploración de la feminidad a través de la auto imagen, donde se propone mostrar a la mujer en sus distintos matices, la investigación por ende se presenta como una observación de cómo ha afectado el ser mujer en el trabajo artístico de María Alejandra y cómo esto de cierto modo condiciona y mimetiza los objetivos propuestos por la fotógrafa, lo cual es incentivar el reconocimiento propio de cada una de las mujeres a través de su imagen o cotidianidad.
Instrumento
Se realizó una entrevista semiestructurada donde se utilizarán una serie de preguntas abiertas relacionadas que permitirán obtener información a profundidad de la experiencia y perspectiva de la informante, permitiendo la libre expresión de sus ideas y puntos de vistas acerca sus experiencias de sexismo al ser una mujer fotógrafa, así como también lograr comprender los motivos por los cuales se vio inspirada a realizar su proyecto enfocado en las mujeres. Algunas de las preguntas a presentar son:
- ¿Qué buscas lograr en las mujeres a través de tu trabajo fotográfico?
- ¿Cuáles son los obstáculos que has tenido para hacer y cumplir con tu trabajo fotográfico por el hecho de ser mujer?
- ¿De qué manera has conseguido apoyo para realizar tu trabajo fotográfico?
- ¿Tu trabajo fotográfico te ha ayudado a ti también a reconocerte como mujer?
- ¿Qué quieres dejarle como aporte a las mujeres a través de tus fotografías?
Procedimiento
La entrevista se llevó a cabo en una sesión de 20 minutos, la cual se realizó de manera digital por medio de una videollamada en la plataforma Google Meet, por ello, tanto entrevistadores como informante se encontraron en sus propias casas, en un día y horario de conveniencia para la informante.
Resultados
La fotografía permite el reconocerse en el autorretrato y en lo femenino a través de la visión más pura de la persona misma, pues esta al ser un medio de comunicación y expresión artística permite la liberación y manifestación de lo que no se habla, por lo tanto el autorretrato representa la exploración del propio ser y las cualidades que se poseen que jamás habían sido vistas, estableciendo una conexión con el propio yo que llega a ser terapéutico al poder narrar historias y experiencias de forma poética y creativa
A todo esto, no se objeta el hecho de que la violencia no solo está inmersa en el retrato femenino, sino en la labor de hacer de este, un arte que lleve la firma de una mujer. Resaltando de este modo, que el trabajo fotográfico hecho por una mujer, está maltratado e igualmente excluido del círculo artístico donde predomina la labor masculina como uno de los principales autores y artistas que hacen muestra de sus talentos, dejando atrás a las mujeres que incursionan en la fotografía como un eje principal de su vida artística, laboral e íntima.
Eimy Ponce
La fotografía como muestra artística y como representación de la feminidad, ha llevado a lo largo de los años una constante lucha para realzarse frente a la norma patriarcal impuesta por la sociedad. En este caso, el arte no se deslinda de la fotografía, ya que juntos crean una verdadera demostración de lo real, captado en un momento específico. Cuando se hace referencia de lo fémino en la fotografía, nos encontramos con una pared que se distiende por años y años de historia envuelta por estereotipos y falta de valorización; excluyendo a la feminidad a un ámbito meramente sexualizador; plasmando a la mujer como un objeto de placer sexual a través de su fotografía, sin rescatar la verdadera esencia de la feminidad en su mayor resplandor e intimidad.
La investigación realizada, se centra particularmente en la labor artístico-fotográfica de una marabina que a lo largo de estos últimos años ha intentado revalorizar a la mujer a través del autorretrato y el autorreconocimiento de su feminidad reivindicando sus derechos y libertades como mujer.
María A. Sánchez toma la unión de la mujer como el pilar más amplio e infranqueable para la lucha y la visibilización del valor de la feminidad a través del establecimiento de la feminidad; dejando atrás la centranza sexualizada que ha habitado por siglos sobre la mujer y mostrándola ahora desde su capacidad de tomarse de la mano y apoyarse en conjunto, desde una unión femenina que se realza en lo más vertiginoso del sustantivo mujer.
El ser mujer no es un hecho meramente biológico; es sino, el reconocimiento de la propia interiorización del reconocerse en lo femenino, en lo más intrínseco que conlleva la palabra, desde el instinto más efímero y particular que se adentra en la comprensión de sí mismas en todas sus dimensiones y detalles que caracterizan a las mujeres. Siendo la percepción propia el lugar donde Sánchez busca que las mujeres se adentren a un auto reconocimiento propio de su feminidad, que puedan visualizar de sí mismas esas ramificaciones que las conforman, comprendiendo de este modo las cualidades de cada una, desde lo cotidiano hasta lo más íntimo de su ser.
Por ello la fotografía permite el retrato de la feminidad, pues presencia de manera visual aquello que se encuentra interno y oculto, la particular belleza de cada mujer y los significados de su más profundo ser, pudiendo a su vez explorarse a través de la imagen de otras mujeres, al conocer su historia, singularidad y lucha interna se unen lazos de fuerza y empoderamiento para alzar las voces y ser reconocidas ante el mundo.
Utilizando el valor de este arte como vía de construir las vivencias propias de cada mujer a través de la fotografía, y de este modo, revalorizar todo lo que un día quedó atrás por el sexismo que se acrecentaba en la fotografía femenina; que, como bien se mencionó al principio, es uno de los principales factores que han jugado en contra de las mujeres dedicadas a este arte, siendo soslayadas por los preceptos y estereotipos de género que encarcelan a la mujer en creencias vanas y construidas por una sociedad jueza de lo femenino, catalogando esto como una simpleza más del existir, no obstante, Sánchez reivindica y deslastra esa vaga creencia sobre las mujeres como organismos que solo sirven -o se utilizan- para procrear; promoviendo destitución de este determinismo violento, e incluyendo el verdadero ser mujer como una exploración y construcción fémina de cada una; desde sus tonos chillantes dentro de la fotografía como también en sus grisáceos más notables de la feminidad; porque ser mujer es representarse en matices donde muchas veces (nos) desconocemos.
Discusión
Teniendo presente los resultados obtenidos y los antecedentes teóricos planteados, se encuentra que efectivamente el autorretrato y la expresión artística por medio de la fotografía; representa un lenguaje terapéutico y un método de autoconocimiento y de expresión testimonial de la mujer y el género. Siendo la fotografía, principalmente, en palabras de Sánchez, como un campo minado por hombres, donde es la mujer quien debe tener un doble esfuerzo para ser reconocida en esta área como en cualquier otra. Reflejando así como aun en la actualidad el ser mujer implica una lucha constante por la visibilización, y en la fotografía; siendo un arte comunicativo, es un trabajar a pequeños pasos para lograr desmantelar los juicios hechos por la sociedad sobre la feminidad dentro del autorretrato.
Para María A. Sánchez, fotografiar desde la mirada de la mujer es una forma de cuestionar todos estos estereotipos impuestos sobre lo femenino, sobre las expectativas que tiene la sociedad acerca del ser mujer y su rol en la vida. Como se observa a lo largo de la historia fotográfica hecha por mujeres y sobre mujeres, el valor que se ahínca a este arte, es desdeñado por el patriarcado, menospreciando cada reflejo de la feminidad y utilizando a esta como atractivo o para el placer de otros.
Por eso Sánchez busca reivindicar el valor de la mujer en la fotografía desde la representación de esta en la imagen para así visibilizar no solo la violencia de género sino en la verdadera intimidad que concentra lo fémino; desde aspectos cotidianos, o vivencias que integran a la mujer, como el observar la menstruación desde el lente de una cámara, como también la pureza de la sexualidad femenina; la lealtad y unión entre mujeres. Así como esto, muchos otros matices se concentran en la intención fotográfica presentada por María A. Sánchez, como búsqueda de reconocimiento propio y visibilización.
En su discurso como promotora de arte, feminidad y derechos, Sánchez narra su experiencia en la fotografía como una salvación propia; un transitar de la feminidad y un lenguaje que le permite cuestionar creencias ajenas a sus propios instintos. Menciona que, su labor fotográfica no solo sirve para que las mujeres se encuentren a través de sus fotografías sino para que sean ellas las protagonistas de ese propio placer de ser las retratadoras de su feminidad. Además, centra su atención en que el autorretrato es de alguna forma retratarse a sí mismo a través de la mirada de otros.
La investigación ha permitido vislumbrar no sólo la importancia de la fotografía como arte comunicativo, sino el hecho de la feminidad dentro de sí; como un factor determinante para el reconocimiento propio de las mujeres. En palabras de María A. Sánchez, lo que busca a través de la fotografía es “inundar el mundo de nuestras vivencias”; haciendo referencia de este modo, al vivir diario y constante del ser mujer en Maracaibo, o en cada rincón del mundo. Reafirmando el valor, la sutileza y la feminidad, como un pilar para una sociedad libre de violencia y reconocimiento propio.
Referencias
Acosta, T. A. (2017). Por el simple hecho de ser mujer. Retrato fotográfico. Facultad de Comunicación. Universidad de Sevilla.
Claramonte, M. C. A. V. (2002). El cuerpo colonizado. Asparkía: investigación feminista, 103-114.
Ecker, G. (1986) Estética feminista. 1era. ed. Editorial Icaria.
Esteban, M. (2004). Antropología del cuerpo. Género, itinerarios corporales, identidad y cambio. Ediciones Bellaterra.
Hernández, C. (2006). Lo femenino en el arte: una forma de conocimiento. Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, 11(27), 045-058. Recuperado en 11 de junio de 2022, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-37012006000200004&lng=es&tlng=es.
Oliveros, F. D. (2015). Al margen de la mirada. La praxis fotográfica de las mujeres en México. XI Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
Proyecto Mujeres, Sánchez, M. A., Reyes, E., Ramírez, K., & Fund, F. (2021). El cuerpo que menstrua. https://proyectomujeres.org/StaticFiles/Resources/recurso-archivo-637728332151420000-Fanzine%20el%20cuerpo%20que%20menstrua.pdf
Sánchez, M. A. [@marialejana]. (s.f.). Publicaciones [Perfil de Instagram]. Instagram. Recuperado el 14 de agosto de 2022, de https://www.instagram.com/marialejana/
Sanz, L. O. (2013). La mujer y la fotografía. Facultad de Bellas Artes de Sant Carles.
Wikimedia Commons. (2020, julio 6). Lo que el arte enseña sobre la desigualdad de género. El País. https://elpais.com/elpais/2020/07/04/mujeres/1593848715_483357.html#:%7E:text=Como%20dijo%20en%20los%20a%C3%B1os,de%20las%20mujeres%20consigo%20mismas%E2%80%9D.