Siendo realista, escapar de las tendencias de redes sociales es un poco difícil, en especial de las canciones pegajosas de TikTok o Reels de Instagram. Y hubo una canción que me llamó la atención, que se me quedó pegada por varios días (más que por su ritmo, por su letra).
La artista: Emmy Melli; la canción: I am woman; el mensaje (por lo menos para mí): auto apreciación.
De tanto escucharla, comencé a preguntarme ¿qué tanto tiempo dedicamos a celebrarnos como mujeres? Y no me refiero a celebrar el día internacional de la mujer o alguna otra fecha internacional o nacional que sirva para tal fin.
Me refiero a celebrar nuestra esencia como mujeres, esas peculiaridades que nos hacen ser quienes somos, esos detallitos que nos hacen únicas, los triunfos que hemos tenido, las batallas ganadas y la aceptación de nuestro ser (física y emocionalmente).
Sí, sin duda, a veces ser mujer se siente como una constante lucha por cambiar el estatus quo y labrarse un camino en un mundo donde las cosas se ponen cuesta arriba.
Sí, nos enfrentamos a pisos pegajosos, peldaños rotos, techos de cristal e incluso precipicios. Nos enfrentamos a un sistema que de entrada te pone LA carrera de obstáculos, pero, ¿te has tomado un momento para mirarte al espejo y decir: ¡qué maravilla de mujer soy! ?, o mejor aún: soy mujer, ¡qué maravilla!
A veces se nos olvida que, en la lucha por la igualdad, lo positivo y las cosas buenas deben celebrarse, y eso incluye el celebrarse como mujer.
Muchas veces somos injustas con nosotras mismas, exigentes, perfeccionistas, inflexibles e impacientes. ¿Que existe la oportunidad de mejorar? Siempre, y hacia eso debemos apuntar, a ser mejores personas y crecer para alcanzar nuestro máximo potencial. Pero también es necesario apreciarnos, querernos, abrazarnos y celebrarnos.
Y es que celebrarnos como mujeres, implica reconocernos (con lo bueno, lo malo y lo feo), ver ese potencial que tenemos dentro de nosotras, apreciar los detalles que nos hacen únicas e inigualables, ver (y especialmente, entender) que tenemos muchas facetas y no nos debemos a un solo rol, sino que tenemos la capacidad de ser aquello que deseamos.
Celebrarse implica tratarse con amor, respetarse, abrazarse y ser comprensiva consigo misma y decirse de vez en cuando un par de palabras bonitas.
Celebrarse se trata de mirarte al espejo y decirte lo orgullosa que estás de ti, de tus triunfos, de tus logros y de aquello que lograrás.
La lucha por la equidad de género no es una carrera de velocidad sino una carrera de largo aliento, en unos puntos desgastante, en otros estresante y en muchos momentos, abrumadora. Pero en cada uno de esos momentos, no hay que olvidar que debemos tener espacios para apreciarnos y valorarnos, espacios para celebrar que somos mujeres y ya eso, de por sí, resulta fabuloso.