¿Tiene o no tiene género el talento?

¿Tiene o no tiene género el talento?
noviembre 14, 2021 Patricia Valladares Branger
feminismo

Cada vez que participo en una reunión en la que están cabezas de empresas y conversamos de cómo anda el avance de las mujeres en sus compañías siempre me salen con la frase de: “en mi empresa se llega por capacidades y talento” y mirándolos a los ojos no dudo que sea así. Lo dicen con convicción. Cuando veo los números de la incipiente participación femenina en las Juntas  Directivas me digo yo ¿será que nosotras no tenemos talento y por eso no llegamos?

Después de darle vueltas a la cabeza, decidí partir por lo básico y me fui en la definición de TALENTO del Diccionario de la Real Academia Española, la cual entre las acepciones indica: “Persona inteligente o apta para determinada ocupación” y encontré que la definición encaja. Definitivamente si hay mujeres aptas e inteligentes. Parece que la cosa va por la parte que dice “para determinada ocupación” y esa ocupación es desempeñar un cargo directivo. Entonces ¿qué nos falta? Porque inteligencia no es.

Un artículo reciente de Harvard Business Review “Leaders, Stop trying to be heroes” nos dice que el liderazgo más efectivo actualmente no es la experiencia técnica ni tener todas las respuestas; es acerca de ser humano, mostrar vulnerabilidad, conectar con la gente y ser capaz de sacar lo mejor de las personas. Entonces,  a quienes ven ustedes mejor dotadas con tales capacidades? Pues a las mujeres. Ese tan cacareado talento que tenemos en promedio, en menor medida, es un talento netamente técnico. Si las mujeres no somos expertas en finanzas, operaciones  y/o montamos planes de negocio, somos excluidas de las Juntas Directivas.

Las llamadas habilidades blandas, en las cuales destacamos, tales como capacidad de negociación, ética, manejo consciente de los recursos y de las relaciones complejas, trabajo bajo presión, empatía con las personas y el entorno, habilidades de relacionamiento, todas enfocadas al logro de los objetivos, además de que son peor pagadas y por mucho, parecen virtudes de una “buena esposa” más que de una lideresa empresarial. Pero son justamente las habilidades que las empresas están requiriendo para lograr impactar positivamente en lo social, lo económico y en el ambiente.

Las empresas no solo necesitan más mujeres en sus directivas, necesitan ser más femeninas, o mejor dicho, tener más habilidades blandas, esas que se asocian a lo femenino tradicionalmente y que tanto hombres como mujeres debemos compartir, como la solidaridad con tus empleados, la empatía con tus clientes, la facilidad de trabajar en equipos, la tolerancia hacia el que piensa distinto, la cooperación, el uso del poder personal ante el poder jerárquico, la capacidad de cambiar rumbos rápidamente, sin el orgullo de pensar de que si así se planificó así se debe realizar, son condiciones indispensables para sortear un entorno que lo exige, y ser más sustentables e inclusivos a largo plazo.

Nuestra forma de gerenciar es cooperativa, emplea la intuición, su control es reducido, tiene un mayor grado de responsabilidad, compromiso, versatilidad, comparte la información, forma redes y toma decisiones.

No puedo dejar de pensar que las decisiones de compra en más de un 80% las toman las mujeres, compramos desde cauchos hasta tinte de cabello, contratamos los servicios para el hogar y  nos ocupamos de pagarlos. Entonces debemos formar parte de los líderes que deciden cómo producir, qué ofrecer, cómo atendernos y cómo deleitarnos.

Las mujeres sin duda tenemos talento y junto a él intuición, justo lo que se necesita para humanizar nuestras empresas y hacer de este un mundo mejor para todos, por ello debemos conquistar nuestros espacios en las Juntas Directivas. No nos falta nada.

Me toca responder mi pregunta inicial pero no quiero que el talento tenga género, quiero que vea capacidades y habilidades, blandas y duras, que se paguen conforme agregan valor, quiero que la suma de estas condiciones nos haga llegar hasta donde lo merezcamos hombres y mujeres, medidos de forma justa. Todavía estamos lejos pero hay un grupo que sigue trabajando para conseguirlo y yo formo parte de él.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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