En España acaban de aprobar una ley para proteger a los perros, consideran que estos tienen alma.
Todos los seres vivos estamos dotados de alma.
En días pasados vi un documental donde un ave usando su pico, tejía las hilazas que encontraba para hacer su nido, era un nido de conoto, de gran tamaño y con infinita paciencia lo lograba.
Tengo un helecho colgado de la ventana de la cocina y siempre veo un canario de jardín de plumas negras que revolotea y escarba muy afanosamente. Un día lo vi llegar acompañado, y por lo estilizado de la figura y sus plumas grises, supuse era su chica y pensé que la había traído para enseñarle el nido que sería su hogar y sería ella la que decidiera, porque en la mayoría de los casos es la hembra la que marca el camino.
Es emocionante saber que sienten y padecen como nosotros.
Por ejemplo:
La leona es la que caza y cuida a los cachorros para que el león no se los coma. Este duerme 22 horas diarias y sólo se levanta a comer. Sin embargo, es considerado «El rey de la selva» sólo por su rugido, que a lo mejor no es más que un gran bostezo.
La vaca cuida a los terneros y brinda su leche a la humanidad, el toro pasta «¡Ay torito bravo!».
El gallo es rey en su corral, no permite que haya otro gallo porque esas son sus gallinas, estas sólo conocen un sólo gallo y sin embargo hay un refrán que dice «más puta que las gallinas»… Ellas buscan al gallo porque necesitan fecundar el huevo, éste las pisa y sólo las moja con su semen porque no tiene pene, pero es símbolo de virilidad. ¡Ese es mi gallo!
Los pingüinos emperador recorren grandes distancias en la Antártida hasta encontrar un suelo firme donde puedan empollar el único huevo que la hembra expulsa e inmediatamente el macho se posa sobre él y lo cubre con los pliegues de su abdomen para darle calor y así se queda hasta que nazca el polluelo. La hembra entonces desanda el camino para buscar comida, muchas no regresan pues son devoradas por las focas.
Parece que siempre tendremos la responsabilidad de preservar la especie. Sin embargo, se nos ponen trabas y no se reconoce el papel fundamental que desempeñamos en la sociedad.