Como mujeres debemos defendernos a nosotras mismas, debemos defendernos unas a otras, debemos defender la justicia para todas.
Michelle Obama
El término sororidad proviene de la palabra inglesa “sisterhood”, utilizada en los años 70 por Kate Millet, referente del feminismo de la segunda ola y autora de Política sexual. Años más tarde, la académica mexicana, Marcela Lagarde, utilizó la versión en español, sororidad, por primera vez desde una perspectiva feminista tras verlo en otros idiomas, “encontré este concepto y me apropié de él, lo ví en francés, ‘sororité’ y en inglés, ‘sisterhood’”, explica.
Lagarde la define como “una forma cómplice de actuar entre mujeres” y considera que es “una propuesta política” para que las mujeres se alíen, trabajen juntas y encabecen los movimientos. Como ella misma defiende, da igual cómo se diga, “lo importante es el desarrollo”.
Teresa San Segundo, la define como “solidaridad entre mujeres, una empatía y un acercamiento hacia otras mujeres” y para la escritora y defensora de los derechos de las mujeres Leslie Morgan es una “hermandad de mujeres que te ayudan”.
“Comportarse con sororidad es básicamente pensar que tienes elementos de opresión en común con las mujeres que tienes a tu alrededor”, así lo define la periodista y humorista Nerea Pérez de las Heras, para quien las mujeres son “naturalmente colaboradoras” y “naturalmente amigas”
La sororidad es hermandad, pero la sororidad política es hermandad contra el patriarcado, es un pacto de ayuda mutua frente a la competitividad del patriarcado.
Marcela Lagarde considera que la sororidad es un pacto político entre mujeres feministas que sirve de arma para eliminar las desigualdades de género, siempre reflejadas en todos los informes de ONU Mujeres.
El término sororidad empezó a ser acuñado en el área de las ciencias sociales para conceptualizar la necesidad de la creación de vínculos y alianzas naturales entre las mujeres con el fin de eliminar las opresiones sociales que las afectan como, por ejemplo, el patriarcado.
La sororidad es una nueva forma de encarar los problemas sociales mediante una relación más íntima y comprensiva entre mujeres creando así el empoderamiento del género femenino en la sociedad actual.
El feminismo propone que este concepto vaya más allá de la solidaridad. La diferencia radica en que la solidaridad tiene que ver con un intercambio que mantiene las condiciones como están; mientras que la sororidad, tiene implícita la modificación de las relaciones entre mujeres. En resumidas cuentas, la sororidad se traduce en hermandad, confianza, fidelidad, apoyo y reconocimiento entre mujeres para construir un mundo diferente; percatarse que desde tiempos antiguos hay mujeres que trabajan para lograr relaciones sociales favorables para ellas y para nosotras, recordando siempre que todas somos diversas y diferentes.
Para que la sororidad sea posible, se ha de entender que ésta no incita a competir a la mujer con otras féminas por espacios, poder, fama, hombres o dinero; por el contrario, es una invitación necesaria a la comprensión de las diferencias, justicias e injusticias, y trabajar en las semejanzas entre pares, como seres iguales en los distintos escenarios. Una convivencia compartida, incluyente, hacia la construcción de una realidad más justa, en donde no se siga legando a las generaciones presentes y futuras el padecimiento de la opresión, el abuso o discriminación de un sistema patriarcal.
Para comenzar a practicar sororidad, www.oxfammexico.org nos sugiere:
- Paremos de juzgar nuestra apariencia física y la de las demás.
- Tengamos siempre presente que las decisiones sobre nuestro cuerpo son solo nuestras, evitemos juicios sobre quienes han decidido o no tener hijos.
- Respetemos las formas en las que las demás eligen vivir su sexualidad, omitamos calificar y/o cuestionar estas elecciones.
- NUNCA justifiquemos el acoso o la violencia hacia otras mujeres, ni dudemos de sus testimonios, prohibido decir «ella se lo buscó».
- Evitemos reproducir ideas y juicios sobre nosotras, como que somos débiles, dramáticas, histéricas, etc.
- Seamos amables y generosas con las demás, seamos esa persona que nuestras amigas llamarían sin importar el problema que tuvieran.
- Cuando una mujer nos quiera hablar mal de otra, expliquémosle el grave error que está cometiendo al dejar de ser una aliada.
- Cuando conversemos con nuestras amigas incluyamos temas de autocuidado.
- Generemos una red de seguridad con nuestras amigas, mantengámonos en comunicación, estemos al pendiente de nuestras ubicaciones y tengamos planes de contingencia.
- Sumemos a todas las amigas que podamos.