Acabamos de finalizar un año que, a nivel personal y colectivo, fue de los más retadores y transformadores para muchas. No hubo ámbito o área que escapara de la pandemia, pero eso no fue un impedimento para que muchas venezolanas salieran adelante materializando iniciativas, proyectos y movimientos increíbles, dentro y fuera del país, siendo además reconocidas por ello.
Quisimos conversar con seis venezolanas trabajadoras, brillantes, nobles y perseverantes sobre lo que sintieron al obtener sus premios y que aprendieron durante el 2020. Desde FeminismoINC celebramos con y por ustedes pues son motivo de inspiración y admiración total.
Fabiola Berton. Artista de conceptos, personajes e iluminación
¿Qué significó la nominación al Óscar de la película Klaus (Netflix) y cómo vivió ese reconocimiento?
La nominación del Óscar fue un reconocimiento maravilloso al trabajo de un equipo súper talentoso y lleno de pasión. Un merecido reconocimiento a la creatividad y a las inmensas ganas de expresar a través de las imágenes, un sentimiento de amor y magia común: «Un acto sincero de bondad siempre provoca otro».
Klaus ha sido realizado desde ese espacio donde todos creemos, donde todos somos capaces de creer (y crear) en la magia y en que es siempre posible. Es, además, una propuesta vanguardista en cuanto al estilo gráfico que presenta. Lo viví con la alegría de un niño cuando ve los regalos de navidad debajo del árbol.
Este año 2020, si bien ha sido un año de retos en todos los ámbitos, ha sido también el mejor año de introspección que hemos podido vivir hasta ahora. En un mundo ahogado por mensajes externos de todo tipo, ha sido una oportunidad para «girar el foco», esta vez hacia adentro. Entre algunos de los aprendizajes, estoy observando que:
- La felicidad y la paz son elecciones personales, ajenas de circunstancias externas de todo tipo (enfermedades, economías, pérdidas o ganancias)
- Mantenernos en estado de juicio constante (bueno, malo; feo, bonito; correcto, incorrecto) nos aleja de nuestra verdadera conciencia de unidad. Realizar pequeños «retiros de juicios» junto con «mantenerse atento, presente» han sido grandes herramientas liberadoras y proveedoras de una comprensión más allá de las palabras. Un estado de aceptación consciente y motivador.
- «La magia existe y somos parte de ella» Esto también es una elección. Podemos elegir experimentar cada momento de la vida como algo mágico, poderoso, completo, convirtiéndonos en exactamente eso: parte de una vida completa, mágica y poderosa. Lo demás también son elecciones. Está todo pues, en volver a elegir.
María Corina Muskus. Abogada, defensora de los DD.HH. y directora de la organización Venezolanas Globales
¿Cómo te sentiste al recibir el Premio Richard C Hoolkbrooke 2020?
El premio fue para mí un premio al esfuerzo y la dedicación que le he puesto por años a Venezolanas Globales (VG). Pienso que fue un reconocimiento al trabajo en equipo, ya que algo que tiene VG es un gran equipo de mujeres. Fue un reconocimiento a la constancia, a esas horas diarias que le he dedicado al proyecto.
Fue un reconocimiento además a nosotras como venezolanas migrantes, que no todo debe enfocarse en lo negativo, las violencias, sino también lo mucho que podemos hacer juntas como equipo, lo fuerte que somos, lo talentosas que somos.
Mis mayores aprendizajes son que definitivamente si tienes ganas y pasión puedes lograr lo que te propongas, no hacen falta grandes fondos para un proyecto o ir a algún lugar. Desde nuestras casas, desde nuestros espacios podemos generar un gran impacto.
Otro gran aprendizaje es que no existen las fronteras. Podemos hacer grandes cosas con mujeres y personas que se alineen con tu misión y visión independientemente que no vivan en la misma ciudad. VG es un grandioso ejemplo de ello, venezolanas en más de 14 ciudades del mundo que nos juntamos para promover y visibilizar a las venezolanas en el extranjero.
Estefanía Reyes – Periodista, politóloga, directora de Proyecto Mujeres y co-fundadora de la Red de periodistas venezolanas
¿Qué significó recibir el Reconocimiento como “Mejor tesis” y “Mayor promedio” del Máster “Medios, género y justicia social” de la Universidad de Leicester en Reino Unido?
Fue una agradable sorpresa en medio de un año difícil. También me demostró que las experiencias y las circunstancias que hemos vivido en Venezuela, inadvertidamente, han valido la pena al menos para prepararnos y desarrollar una mirada diferente que enriquece las discusiones sobre los problemas del mundo.
Aprendí que el autocuidado es una necesidad de supervivencia y una decisión política, especialmente cuando nuestros cuerpos son los más vapuleados en contextos de crisis. También aprendí que cuando todo parece ir irremediablemente mal, es importante buscar refugios feministas en los libros, en tus amigas y en el calor de la familia.
Naky Soto – Periodista y fotógrafa
¿Cómo fue enterarse que habías ganado el Premio Sophie Scholl 2020?
Es un premio potencial porque aún está en desarrollo. Nos premiaron por valores cívicos y democráticos en un país en el que todo está por hacer y en el que hemos sido criminalizados, agredidos y hasta robados por hacer nuestro trabajo. A Sophie la asesinaron los nazis por señalar sus desmanes. Ese premio en el contexto venezolano te recuerda que los horrores no han acabado y hay muchas cosas por denunciar, avanzar y resolver. El país vive uno de sus peores momentos en materia de DD.HH. y libertad de prensa, por ejemplo. Económicamente un grupo de la población ha resuelto cierto nivel de bienestar para seguir adelante con su vida, pero estamos lejos del civismo, la democracia y de tener reglas de juego claras y justas para todos. Con un premio así tienes que insistir y esperar que no vuelvan por ti o por los tuyos en cualquier momento.
Mis mayores aprendizajes del 2020 son muchos… puedes sobrevivir a una pandemia: al miedo, a la desinformación, a la sobreinformación, a la desesperación, a un mundo tan cercano a una película de ciencia ficción. Al principio temí por todo y una vez al día sentía todos los síntomas descritos sobre el COVID19, que curiosamente lograba superar cada noche, hasta el próximo día. Las instrucciones básicas: distancia, higiene, mínima exposición y máxima protección funcionan en la prevención de la enfermedad, la mejor manera de permanecer sanas.
A pesar de lo adverso, hay que guardar registro: encerrados en la casa, mi esposo y yo grabamos los episodios del podcast “En Serio”, en un ejercicio continuo para narrar este país. De hecho, hicimos uno sobre el COVID19, y con él rompimos nuestros récords. Aunque no tengamos muy claro qué viene, seguro encontraremos a alguien para hablar de lo que pasa, por eso es importante hacer comunidad.
La mejor noción necesita emoción: tuve el honor de ser mentora de un proyecto de Chicas Poderosas y ayudar a un grupo de venezolanas que trabajó muy duro para condensar en tres audios datos sobre las mujeres cuidadoras y su invisibilización. Amé su empeño, sus maneras de revertir tantas fallas de infraestructura, me conmovió mucho que lo lograran “a pesar del país”.
Hay que escribir lo que vivimos y hacer rentable la escritura para vivir: pudimos hacer la segunda edición de mi libro Costurero de Lata y además pude ser coautora de un libro de la UCAB, explicando cómo se ha manejado la información en Venezuela en tiempos de pandemia.
La experiencia (con insumos) hace la diferencia: viví mi segunda cirugía de mamas en pleno inicio de la pandemia, gracias a un equipo con la capacitación necesaria para responder en circunstancias tan complejas. Al tercer día de recuperación ya estaba escribiendo otra vez.
Luisa Rodríguez Táriba – Presidenta de Funcamama
¿Cuál es el mayor valor que te deja el Reconocimiento como “Mujer que brilló en el 2020” según Efecto Cocuyo?
El 2020 aunque suene repetitivo ha sido un año de extraordinarios aprendizajes y ser reconocida como Mujer que brilló en el 2020 por un medio de comunicación tan importante de tan alta credibilidad como lo es Efecto Cocuyo para mí fue una hermosa sorpresa.
Lo sentí como un fuerte abrazo al alma y me ratificó que el valor a la constancia, voluntad, sororidad y transparencia no pasan desapercibidos. Las personas que trabajamos por amor al prójimo y nuestro país no estamos esperando reconocimientos, pero recibirlos siempre eleva aún más nuestro compromiso.
Entre tantos aprendizajes, el entender que nuestros recuerdos son producto de nuestras decisiones me ratificó que la historia y la felicidad dependen de lo que decidimos recordar, por eso este año una vez más tomé la decisión de recordar lo bueno para aprender y lo que no lo fue evaluarlo y seguir construyendo la sociedad por la que trabajó, en la que quiero ver a mis hijos crecer, en la que deseo envejecer, en fin, en la que mi legado pueda trascender. Solo tengo que agradecer y mucho aún por aprender. Gracias a toda la gran familia de Efecto Cocuyo por su apoyo, ratificándoles que seguiremos construyendo.
Susana Raffalli – Nutricionista, especialista en protección y asistencia humanitaria y defensora de los DD.HH.
¿Qué impacto tuvo el ser nombrada por la BBC como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo?
Aprecio mucho tener la oportunidad hablar de esto… He seguido muy emocionada los reconocimientos de mujeres tan queridas en ámbitos tan diversos como el deporte y la poesía, Yulimar Rojas y Yolanda Pantin son algunos ejemplos de ello.
Estos reconocimientos internacionales a mujeres que son consistentes dejan legado y son coherentes con su oficio dentro de su país tienen un valor enorme para mí, igual quiero mencionar que siempre me agarran por sorpresa porque verdaderamente estos últimos cinco años no estoy haciendo algo diferente de lo que yo he hecho toda mi vida en Venezuela. Tengo 22 años en esto, no sé por qué en los últimos cinco destaca hasta recibir los reconocimientos que he recibido. Creo que en Venezuela hay un gran vacío y una gran necesidad de instituciones en el sentido de su solidez, rigor y consistencia.
El principal valor que me deja el reconocimiento de la BBC es entender que mi nombre se ha inflado como una persona pública a la que muchas personas recurren para saber lo que está pasando y en quien muchas personas confían en términos de su visión.
Las dos palabras que destacan del artículo de la BBC son ser una mujer “inspiradora e influyente” y creo que son cosas totalmente diferentes porque ya me gustaría a mí, desde la posición en la que estoy, haber influenciado a cuadros del Gobierno para que hicieran las cosas de otra forma, al menos en términos de protección social y eso no ha sucedido, ya me hubiese gustado influenciar a la cooperación internacional para que entrara en Venezuela de otra forma, con un poco más de recato, de sentido de permanencia y de respeto por las capacidades y el tejido que somos.
Ya me hubiese gustado tener más influencia sobre gobiernos y liderazgos internacionales para convencerles que las sanciones al país no son el camino y lo que han hecho es agravar las cosas… Entonces entiendo que la influencia que he tenido es sobre personas, cosas más simples, cotidianas y eso tiene tanto o más valor que lo primero.
He hablado con periodistas que me entrevistaron a raíz de esto y me dicen que sí, que mi influencia es sobre ellos, sobre la manera de relatar el país, entonces creo que esto me sigue dando investidura, es un gran valor ser una fuente de información para grupos de trabajo y de reflexión muy valiosos para el momento en el que está el país.
En las emergencias humanitarias como las que vive Venezuela hay tres cosas que son fundamentales para mantenerse en pie y para poder reconstruir luego: la primera es la resiliencia del tejido social, la segunda es la memoria de lo que somos y hemos ido porque la precariedad tiende normalizarse con el tiempo y la tercera es la visibilidad.
En las tres la información y las voces que somos son fundamentales. Yo por sobre cualquier cosa sé que soy una mujer muy privilegiada no tanto por los galardones sino por haber tenido la oportunidad de haber tocado fondo con plataformas de trabajo que están allí en el fondo con los venezolanos a los que les ha tocado la peor parte de esto. El gran privilegio o la gran gracia de tener la habilidad de poder escucharlo, interpretarlo y divulgarlo, creo que es un gran valor y tener un reconocimiento internacional como este me confiere una posición envidiable para seguirlo haciendo.
Mis aprendizajes del 2020 los resumiría en tres cosas también:
He tenido una experiencia, creo que todos, clara y directa de lo que es la fragilidad, eso conmueve mucho. Ahora me doy cuenta de que la capacidad de ser predictivos y trabajar con cosas que no estaban de en nuestros planes y bajo nuestro control tiene que ser un valor y lo estamos trabajando. Otro logro de este año fue el 20 de diciembre, día que inauguramos con el Embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, mi centro de protección nutricional para mujeres y niños en situación de riesgo y para niñas madres en Petare.
Disfruté mucho en medio de mi cuarentena una cosa que no hacía antes pues se desplegó una oferta increíble de formación en línea. Hice tres cursos que siempre había querido tomar, así que desde el punto de vista de mi formación fue riquísimo. Uno fue sobre Protección y diplomacia humanitaria, otro sobre Protocolos de suplementación masiva con micronutrientes a nivel de salud pública y el último fue la suscripción a comunidades de trabajo y estar en contacto constante con los protocolos que se iban produciendo para la integración de la nutrición en las respuestas a la COVID-19.
Creo que el 2020 nos dio la oportunidad de mejorar los mecanismos de convivencia con la familia. Aprender a sentirnos cerca a pesar de no estarlo físicamente. Es un año redondo, con muchas ganancias, estoy muy cansada, pero viendo hacia el 2021 con un sentido más claro y concreto de lo que vale la pena y en que hay que poner las energías.
Susana también fue premiada como Mujer Analítica por la Asociación Mujer y Ciudadanía en Venezuela.
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Quedémonos con lo que ellas mismas destacan como los mejores aprendizajes de su año: trabajar en equipo, auto cuidarse, ser constantes, alejarse de prejuicios, tejer redes de apoyo y tener visión de vanguardia.
Desde Feminismo INC celebramos y nos sentimos orgullosas de Fabiola, María Corina, Estefanía, Naky, Luisa y Susana pues son motivo de inspiración y admiración total para todas las venezolanas y el mundo.
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Fotos Susana Raffalli de Juan Carlos Orellana