Por Richard Marrero Márquez/ Centro Oscar Arnulfo Romero. Cuba
Parece paradójico que no todas las personas se encuentran a salvo al interior de sus hogares, lo que está relacionado con la violencia de género. Esta situación provoca que estas medidas afecten de manera diferenciadas a hombres y mujeres. Según ONU Mujeres, en momentos de crisis o de tensión –como el que provoca el aislamiento o la cuarentena- tiende a haber un incremento en los casos de violencia doméstica, abusos y explotación sexual y Cuba no es la excepción.
En Cuba, según la Encuesta de Igualdad de Género (2018), del Centro de estudios de la Mujer, el 26,7% de las mujeres de 15 a 74 años ha sido víctima de alguna de las manifestaciones de violencia en su relación de pareja “en los últimos 12 meses”. Un 22,6% declaró haber sido víctima en “algún otro momento de su vida” y también “en los últimos 12 meses”, por lo que ha sufrido violencia “a lo largo de su vida”. El tipo de violencia contra las mujeres que prevalece en las relaciones de pareja, es la psicológica, y en segundo lugar, con mucha frecuencia, fueron declaradas manifestaciones de violencia económica.
Todos estos datos muestran la posibilidad de sufrir violencia en el ámbito privado, dígase en sus hogares, por lo que un grupo de mujeres, puede estar expuesta a una situación de riesgo en su propia vivienda. La convivencia cotidiana obligada, las limitaciones del aislamiento, la afectación que provoca en cada persona la grave situación mundial con peligro para la vida, el mal manejo de la ira y la dificultad para el control de las emociones, puede incrementar las relaciones violentas en algunas personas.
Tomando en cuenta la situación que vivimos, ofrecemos algunas indicaciones que pueden ayudar a las mujeres que se encuentren en aislamiento o riesgo de sufrir alguna situación de violencia.
¿Qué puede HACERSE durante el aislamiento para alertar una situación de violencia?
Identificar, prestar atención y dar seguimiento a cualquier manifestación de violencia que pueda presentarse, tanto dentro como fuera del hogar, tales como:
- Violencia psicológica: Incluye toda conducta que cause sufrimiento a la mujer que la recibe: desvalorización, insultos, menosprecios, intimidación o amenazas, abuso de poder, control del celular, limitación o impedimento de la comunicación con amigas, amigos o familiares, exigencia de obediencia, ignorar o utilizar el silencio como castigo, hacerla responsable de todo lo negativo que ocurre en la casa y así, sienta culpa por todas las situaciones conflictivas que se presenten en el entorno familiar o de pareja.
- Violencia verbal: Caracterizada por acusaciones, insultos, amenazas, juicios de valor, humillaciones, críticas degradantes hacia el cuerpo o por actividades realizadas, órdenes agresivas o gritos constantes.
- Violencia física: Agresiones contra el cuerpo de la mujer, niña o adolescente. Incluye empujones, jalones de cabellos, golpes, mordidas, heridas o quemaduras. Según su gravedad, pueden llegar a provocar la muerte.
- Violencia económica: Toda acción u omisión que emprenda un agresor encaminada a impactar de manera negativa la supervivencia económica tanto de la mujer como de su familia. Puede manifestarse como: controlar, limitar o esconder el dinero existente, negar su aporte para cubrir los gastos de vivienda, alimentos, salud, medicamentos u otros no previstos pero necesarios para afrontar una situación emergente.
- Violencia sexual: Obligar a la mujer a tener relaciones sexuales o tocar su cuerpo sin su consentimiento. También son los abusos, acosos o tocamientos a jóvenes, adolescentes, niños o niñas, bajo amenaza de lastimar o causar sufrimiento tanto a ella como a otras personas de su familia.
En caso de sufrir o presenciar algún tipo de violencia, asistir a las instituciones que pueden dar apoyo y otras que tiene líneas disponibles para dar alerta y obtener apoyo.
Si sientes que tú o alguien de tu familia puede estar en riesgo, resguárdate con familiares o vecinos que puedan ofrecerte protección hasta que lleguen las autoridades.
Como medida de autocuidado, es importante crear una clave – puede ser un número o una palabra –que puedas enviar de manera rápida vía WhatsApp o por mensajería que puedas compartir con tus contactos o redes de apoyo. O compartir con vecinos o personas cercanas una palabra o sonido que las alerte si se encuentra amenazada o en peligro.
La pandemia del Coronavid-19 es una emergencia de salud que no puede ser usada como excusa para actuar de manera violenta contra mujeres, niños y niñas.
Prevenir el Coronavid-19 y la violencia contra las mujeres es una responsabilidad personal, social y gubernamental
Consejería del Centro Oscar Arnulfo Romero: consejeriaoar@oar.co.cu
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Artículo publicado completo y originalmente en https://romerocuba.org/2020/04/08/prevencion-y-atencion-para-mujeres-ninas-os-y-adolescentes-en-situacion-de-violencia-de-genero-durante-el-periodo-de-aislamiento-por-covid-19/
Reproducido parcialmente aquí con autorización de la Subdirección del COAR
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Imagen ACNUDH