Desaprender y aprender

Desaprender y aprender
enero 25, 2021 Daniela Oropeza

Por mera casualidad, encontré una frase de la comediante estadounidense Amy Poehler donde expresaba que «Como mujer, se necesitan años para desaprender lo que te han enseñado a lamentar», cosa que me hizo un poco de ruido, porque si bien, desde mi perspectiva la vida es un viaje donde continuamente aprendemos y desaprendemos diferentes cosas, realmente no lo había pensado desde la perspectiva de género.

Y es que, aunque aprender es vital en nuestro desarrollo como seres humanos, desaprender también ocupa un rol importante para lograr avanzar hacia aquello que queremos lograr y finalmente, poder crecer como seres humanos.

Desaprender, dicho de manera sencilla, se refiere al proceso de descartar un conocimiento sobre un aspecto en particular; esto ayuda no solo a deshacerse de malos hábitos sino también de ideas preconcebidas que hemos adquirido con el tiempo.

Todas las personas tienen nociones o ideas preconcebidas sobre diferentes cosas, sea por experiencias propias o adquiridos por patrones socioculturales que imprimen ciertas nociones que no necesariamente son ciertas. En el caso de las mujeres, desde pequeñas son múltiples las ideas que escuchan en diferentes entornos, y que, desafortunadamente, en algún punto, comienzan a normalizarse.

Desde la puesta en duda sobre su capacidad (física e intelectual) en diferentes ámbitos, el sacrificio y abnegación por la familia como lo esperado socialmente, la aceptación y el silencio ante agresiones y vejaciones, el miedo al éxito y crecimiento (personal y profesional), son sólo algunas de las cosas que millones de mujeres aprenden y cargan consigo por mucho tiempo, restringiendo la posibilidad que tienen de llevar al máximo su potencial y lograr efectivamente aquello que desean.

Es aquí donde entra en juego el desaprender, el deshacerse de esas ideas y sustituirlas por otras que resultan en herramientas poderosas para avanzar como mujeres y como sociedades realmente equitativas y respetuosas del otro.

El aprender a no temerle al éxito (y al alcanzarlo, no sentir culpa por ello), el entender que se cuenta con la capacidad de crear, emprender y lograr, el asumir el valor propio como un elemento intrínseco para el desarrollo integral como mujer, comprender el valor de la sororidad, el costo del silencio y la libertad que brinda el alzar la voz en contra de patrones culturales y conductas erradas, son elementos que cada vez más mujeres comienzan a aprender, practicar y compartir con otras.

Gloria Steinem dijo una vez: «El primer problema para todos nosotros, hombres y mujeres, no es aprender, sino desaprender». Y es que, el valor real al desaprender, reside en la oportunidad de incorporar nuevas ideas, conceptos y nociones que contribuyan a la mejora y crecimiento como seres humanos. Como mujeres, representa la oportunidad perfecta para desmitificar años de patrones culturales, creencias limitantes y normas sociales que restringen el potencial que todas guardan dentro de sí.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

Comments (0)

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*