Mujeres constructoras de paz

Mujeres constructoras de paz
noviembre 25, 2020 Susana Reina

Los amigos de Oportunidad AC organizaron en días pasados el Foro «Nuestras mujeres, más allá del 2020» para celebrar los veinte años de la aprobación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Las Naciones Unidas. En esta disposición jurídica se invita a los Estados a que aumenten la representación de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones para la prevención, gestión y solución de conflictos, subrayando la importancia de la contribución de las mujeres en la consecución de la paz y el desarrollo sostenible en contextos democráticos.

Básicamente nos convocaron para conversar sobre nuestra visión del futuro y el rol que las venezolanas podemos y debemos jugar en los espacios de influencia y toma de decisiones para poder superar la polarización actual y construir espacios de paz.

Es una iniciativa que aplaudo porque creo que tener una mirada prospectiva en medio de cualquier crisis, es de las estrategias más atinadas para transitar, resistir y salir fortalecidos de las mismas. Poner el foco en el largo plazo nos reta a revisarnos en el presente entendiendo los retos que enfrentamos como sociedad para darle viabilidad al desarrollo y al progreso.

Mujeres y el trabajo por la paz

No soy esencialista “de género”. No creo que las mujeres por el mero hecho de serlo tengamos más cualidades que los hombres para lograr la paz. Mujeres guerreras existieron siempre. Lo que realmente pasó es que nos pacificaron, que es distinto. Aun hoy nos pacifican desde un sistema educativo que reserva la competencia y la agresividad a los varones y que fomenta sumisión y aquiescencia en las niñas. Y como producto de ello estamos, por mandato social, impelidas a buscar consensos, asegurar armonía, mantener la fiesta en paz.

Obviamente podemos aprovechar esa enseñanza para hacerla parte de todo el entramado social y que no sea una cosa “femenina”. Pero para que las mujeres seamos constructoras activistas de paz y militantes de agendas de negociación social dispuestas a superar ambientes de confrontación que eventualmente nos conduzcan a la guerra, debemos tener garantizadas tres cosas: recursos financieros, autocuidados y tiempo. Todas son condiciones importantes porque sin duda, el aumentar la presencia de lo público tiene un precio en lo privado.

Sin verdadero empoderamiento económico y sin que se rompa la división sexista del trabajo que condena a las mujeres a lo privado eximiendo a los hombres de la corresponsabilidad doméstica, no habrá manera de equilibrar la balanza de la representación por géneros en los espacios de poder.

Futuro feminista

El futuro tiene que ser feminista principalmente porque un mundo no sexista tiene que ser un mundo mejor para todos. No necesariamente al mando de las mujeres, pero sí en torno a sus necesidades, que son las necesidades del 50% de la población.

Es preciso tener una agenda política definida con la participación de más mujeres, para las mujeres, sin más postergaciones. Para ello tendríamos que estar ya formando a nuevas generaciones en formas cooperativas para compartir espacios decisorios y superar el paradigma de la guerra, la conquista del territorio y conflictos de todo tipo entre países, empresas y familias, que han caracterizado el ejercicio del poder a lo largo de la historia.

Tendríamos que asignar valoraciones diferentes a las jerarquías sociales que discriminan, cuestionar el ejercicio de la autoridad a través del mando y control, eliminar la competencia individual desmedida como ideal de productividad y poner los cuidados en el centro de la vida en comunidad.

Tenemos que alentar a más hombres y mujeres a abrazar liderazgos que integren conductas empáticas, inclusivas y pacificadoras. Y esto hay que trabajarlo en lo cotidiano, cada uno de nosotros. Hoy.

La pandemia puede ser la perfecta oportunidad para reorganizarlo todo y derribar de una vez el viejo sistema patriarcal con sus dicotomías masculino-femenino, racional-emocional, fuerte-débil, guerra-paz, que tanto daño ha generado.

Gracias a Oportunidad AC por ponernos a pensar e imaginar futuros de paz necesarios y posibles.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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