Las Naciones Unidas están celebrando 75 años de su fundación y decidieron celebrarlo conversando. Hermosa y necesaria forma de fortalecerse y proyectar crecimiento futuro a través de la escucha y el intercambio de significados entre gente diversa e inquieta por temas de desarrollo. Recuerdo que a mis apenas cinco años de aniversario en FeminismoINC hice algo similar, con 50 entrevistas durante 10 días, por lo que sé el efecto poderoso de la conexión, de la indagación y del lenguaje, así como la emoción que genera el encuentro humano en medio de la paradoja del distanciamiento físico y cuasi social que la pandemia nos impuso.
En Venezuela, al igual que en muchos otros países, se están dando espacios de diálogo organizados por el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con distintos grupos, para escuchar todas las voces posibles a través de una encuesta (la cual puedes llenar por acá en caso de que no lo hayas hecho https://un75.online/?lang=spa) y de unas conversaciones virtuales sobre la construcción del futuro que queremos desde la sociedad civil para alinear el papel que cumple y debe cumplir en adelante la cooperación internacional.
Sobre la desigualdad
Tuve el inmenso privilegio de moderar uno de esos foros. Convocamos a 25 mujeres adultas, lideresas venezolanas, provenientes de distintos campos de actuación de la vida nacional, para que dialogásemos en torno al difícil tema de la desigualdad. Fue sin duda un grupo muy interesante por su diversidad y experticia en muy variados saberes y desempeños, quienes en limitadísimo tiempo, cubrieron como una suerte de abanico todo el amplio espectro de las desigualdades.
La desigualdad se está convirtiendo en una de las discusiones políticas más trascendentes de la humanidad. No es un tema fácil porque no tiene distinciones precisas y universales y porque tampoco resulta fácil distinguir conceptos como “pobreza” o “necesidades básicas” y la forma como evolucionan con las sociedades y sus ciudadanías.
Reconociendo que hay múltiples orígenes y resultados en la desigualdad, en este diálogo nos centramos básicamente en las prioridades para conformar una agenda pro- igualdad con enfoque de género como guía, con la certeza de que la incorporación de más mujeres a la toma de decisiones públicas es fundamental para garantizar niveles de desarrollo sostenibles y el definitivo avance en la lucha contra la pobreza.
Invitamos a exponer ideas basadas en el tipo de futuro que queremos crear con mirada prospectiva, así como a proponer medidas para cerrar las brechas en el menor tiempo posible.
Algunas ideas que surgieron
Entre todo lo discutido por espacio de dos horas, las intervenciones nos llevaron a pensar que la mejor estrategia para el cambio posible será aquella que incida en las estructuras y reglas que legitiman y generan desigualdades. Esto implica pensar en programas de transformación cultural más que medidas compensatorias aisladas que no se sostienen porque nacen, transitan y mueren en un sistema que históricamente ha planteado esquemas de privilegios en manos de pocos y perviven con modelos institucionales que no recogen las enorme diferencias y transformaciones sociales que se han venido gestando en estos últimos 75 años.
Revisitar el concepto tradicional de la familia, los paradigmas educativos actuales, el rol de las mujeres como agentes de cambio, entre otros, son pasos importantes para identificar y eliminar las barreras de participación política y económica que mantiene aún vigentes los viejos esquemas de subordinación de clase, raza y género.
Por otro lado, un trabajo necesario de cara al futuro consiste en construir imaginarios colectivos en torno a lo diferente, a las vivencias de ser mujeres desde lo simbólico para resignificar las desigualdades con mirada interseccional y de esa forma entender cómo operan la intolerancia, la discriminación y la violencia entre otros mecanismos de exclusión institucional.
De gran valor en el Foro fue el surgimiento de posibles temas a considerar en una agenda futura por la igualdad: autonomía financiera, economía de los cuidados, prevención de la trata y otras formas de explotación sexual, situación de mujeres migrantes, políticas sanitaristas con enfoque de género, acceso a la tierra y derechos de propiedad, acceso a la justicia, brecha digital, acción humanitaria impartida con criterios de equidad, representación política paritaria, abordaje de las consecuencias de la violencia de género en todas sus formas y manifestaciones, sexo diversidad, visibilización de las mujeres campesinas, en las artes, en las empresas y los partidos políticos y las necesarias reformas legales para que todo esto tenga viabilidad mínima.
En la mayoría de las intervenciones se repitió una y otra vez la importancia de invertir en educación y capacitación como pilar fundamental para la transformación de hábitos que procuren valores y prácticas de vida en términos más igualitarios, equitativos y justos para todos.
Por último, resaltó la imperiosa necesidad de mirar atentamente el caso Venezuela y sus múltiples muestras de vulneración de derechos humanos básicos, así como darles voz a las víctimas con el fin de abordar con carácter de urgencia los factores de vulnerabilidad y alto riesgo que condicionan las posibilidades de sobrevivencia y desarrollo en el país.
¿Ahora qué?
Estas opiniones e ideas generadas se presentarán a los líderes mundiales y a los altos funcionarios de la ONU en un evento de alto nivel que se celebrará en septiembre de 2020. Como ellos mismos se plantean: “La enfermedad por coronavirus nos recuerda con crudeza la necesidad de cooperar más allá de las fronteras, los sectores y las generaciones. Nuestra respuesta determinará la rapidez con que se recupere el mundo, el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la forma en que manejemos los desafíos apremiantes… ¿Servirá esta pandemia para unir al mundo? ¿O llevará a una mayor desconfianza? El diálogo y la acción a nivel mundial son ahora más urgentes que nunca”
Ciertamente Covid-19 puede darnos la gran oportunidad de hacer los cambios estructurales y culturales que el mundo necesita para cerrar y acortar las brechas, por la intensidad con que su presencia nos mueve en lo cognitivo, afectivo y conductual. Es momento de reorientar nuestros pasos y caminar en direcciones antes no exploradas.
Gracias a todas las admirables mujeres que nos acompañaron en esta celebración y al PNUD por hacerlo posible.
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Video promocional de la celebración en Venezuela
Video con participación de algunas de las ponentes al Diálogo: