Mirando el mundo por un agujerito

Mirando el mundo por un agujerito
junio 28, 2020 Irene Lopez Lugo
cuento corto Irene

Hoy es el gran día.

Alicia se siente confiada, acaba de obtener su título de Informática, sabe que está preparada para ejercer su profesión. Se arregla con esmero, no quiere desatender ningún detalle, tiene una entrevista en una gran tienda por departamentos, está muy ilusionada, sería muy feliz si la contratan, ya se merece una alegría.

En el transcurso de su vida ha sido relegada por distintas causas. Pues sí, unos nacen para estrellas y otros estrellados… hasta ahora había sufrido muchos infortunios por lo que se había refugiado en los libros, le placía sumergirse en sus historias, eran su remanso de paz, sus auténticos amigos.

Cuando le tocó ser entrevistada para el cargo se sentía segura, de pronto le hicieron una pregunta que la hizo pensar mucho antes de dar una respuesta:

¿Para usted, que es más importante, un libro o una persona?

Y haciendo gala de ese desparpajo que se tiene cuando se es joven y se piensa que se está comiendo el mundo, quiso sorprender con su respuesta:

Decidió ser leal con sus amigos y contestó,

-Un libro…

La entrevistadora la miró largamente y a continuación le dijo:

-Ya la llamaremos

En ese momento supo que no le darían el trabajo, pero estaba tranquila.

Ya en casa analizando lo sucedido se dio cuenta de su error.

¿Como olvidar que fue Don Miguel de Cervantes quien sabiamente le contaba las aventuras de Don Quijote y la sumergía en historias inverosímiles?

¿Y los cuentos tan amenos que Teresa de la Parra le proporcionó al trasladarla al campo, a la hacienda Piedra Azul, a través de su narración en su novela Memorias de mamá Blanca?

¿ Y la de veces que se maravilló con las fantasías de Gabriel García Márquez en su libro Cien años de soledad? Y así muchos más autores. Qué tonta había sido, ¿por qué querer hacerse la graciosa?

Razón tenía su padre cuando le decía «Estas viendo el mundo por un agujerito»

Cuando se presentó otra oferta de empleo fue más sensata. No quería fracasar, necesitaba trabajar.

Había entendido el por qué de sus infortunios en su inmadurez. Siempre achacaba a otros los desatinos de su vida.

Es muy duro crecer.

***

Dibujo hecho por Irene

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