La lucha feminista no está en cuarentena

La lucha feminista no está en cuarentena
abril 29, 2020 Susana Reina
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A mediados del siglo pasado, Simone de Beauvoir sabiamente advirtió: “No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, deberán permanecer vigilantes toda su vida”.  Justamente, esta gran crisis del Covid19 trae a nuestra mesa la célebre frase de la autora de “El Segundo Sexo”, cuando comprobamos que efectivamente, a la luz de algunos acontecimientos que se están suscitando en diversos lugares del mundo, podríamos estar ante una real amenaza que puede poner en jaque años de lucha del movimiento feminista.

Restricciones al aborto, violencia contra las mujeres, legalización para alquilar vientres, compra de niños, leyes que avalan la llamada “identidad” de género, acoso sexual, entre otros, son los temas que transcurren tras los bastidores del coronavirus, guiados por lobistas del patriarcado (proxenetas, decisores públicos ultra conservadores, comerciantes de trata, machos disfrazados de feministas) que buscan dar un zarpazo a las conquistas alcanzadas para posponer, obstruir y retroceder en caminos ya abonados por activistas y defensoras de los derechos de las mujeres, aprovechando que el foco mundial está puesto en el control de la pandemia.

Veamos algunos ejemplos

Texas, USA. Durante más de cuatro semanas, desde que se declaró la pandemia del Covid19, los servicios de aborto no habían estado disponibles, siendo la primera vez que este procedimiento médico se detuvo en el Estado en casi 50 años desde su legalización.  Después de un intenso cabildeo y enfrentamientos con el gobernador por parte de la organización norteamericana Planned Parenthood, esta semana entró la nueva orden ejecutiva considerando el derecho a abortar como esencial, según declaración del Fiscal General del Estado. Sin embargo, siete Estados en USA aún enfrentan batallas legales por restringir el acceso al aborto durante la pandemia.

Londres, UK. Se reportan 4.000 arrestos por abuso doméstico en solo seis semanas, según la policía de ese país. Los cargos aumentaron un 24% desde el 9 de marzo, cuando se pidió a las personas con síntomas de coronavirus que se auto aislaran, en comparación con el año pasado. Esto equivale a casi 100 arrestos por día en promedio, mientras que las llamadas de abuso doméstico han aumentado en aproximadamente un tercio en el mismo período. El incremento en los casos de violencia contra mujeres en situación de confinamiento es mundial. Pero ya algunos dirigentes han opinado que la prioridad es mantener a la población libre de contagio y que este es un efecto “colateral”. Las ONGs difunden sin cesar líneas de ayuda a víctimas y exigen a sus gobiernos activar los servicios de refugio y celeridad procesal para emitir órdenes de caución que las protejan de sus victimarios.

Varsovia, Polonia. Esta semana se debatieron en el Parlamento dos proyectos legislativos con los que se buscaba, por un lado, acotar todavía más los casos bajo los que se puede interrumpir legalmente un embarazo suprimiendo la causal de anomalía fetal severa e irreversible y por otro, prohibir la educación sexual dirigida a menores de edad. “Este proyecto de ley resultaría en una prohibición total del aborto y pondría presos a quienes impartan educación sexual a los niños con el pretexto de prevenir la pedofilia», advierte la Federación Internacional de Planificación Familiar. Reporta un vocero: “Las propuestas –polémicas en muchos aspectos, pero también por ser votadas en plena pandemia– han sido finalmente enviadas a comisión parlamentaria, pero su aprobación queda estancada”. Varias organizaciones internacionales elevaron su voz para alertar a la comunidad sobre esta alevosa intentona.

protestas aborto

Foto: Reuters

Madrid, España. Asociaciones y mujeres feministas están reaccionando a algunos de los contenidos de la polémica Ley de Libertad Sexual, anunciada el martes por el Ministerio de Igualdad. El movimiento feminista, con gran fuerza en ese país, considera que el borrador de esta ley incluye artículos que «atentan gravemente contra los derechos de las mujeres», «ponen en peligro las políticas públicas a favor de la igualdad» y «socavan los derechos basados en el sexo».  Introduce un concepto que define el sexo como un “constructo», lo que desdibuja la base de la lucha histórica de las mujeres: «Nacer con sexo femenino o masculino determina la posición estructural en el mundo y no es un dato indiferente respecto a las agresiones sexuales». La “Alianza Contra el Borrado de las Mujeres” de Madrid, lanzó un manifiesto que denuncia «maniobras intolerables» para «colar» esta ley con la intención de negar que las mujeres sean el sujeto político del feminismo, con consecuencias negativas en términos de acceso a la justicia.

Granada, España. La Universidad de Granada aprobó su segundo plan de igualdad para el periodo 2020-2024. Para muchos, el nuevo plan supone un retroceso para las mujeres. El nuevo plan casi no nombra a las mujeres y presenta un concepto de igualdad “más amplio” que el centrado en su emancipación, desconociendo con esto que somos la mitad de la población. Así, bajo el pretexto de la diversidad, los recursos que debían destinarse a las mujeres se asignan a hombres para un programa de “nuevas masculinidades y comunidad LGTBQ”. Es sin duda una forma peligrosa de perder espacios en nombre de la inclusión, que por cierto ya se está registrando en varias instituciones, reflejando lo que desde el feminismo radical se ha denominado como una “jugada maestra del patriarcado”.

Puerto Ordaz, Venezuela. Una ex estudiante de UCAB Guayana denunció por redes haber sido víctima de acoso sexual por parte de un profesor y la confesión viral de muchas otras estudiantes puso en evidencia que las universidades del país no cuentan con protocolos de prevención y atención para este tipo de casos; más frecuentes de lo esperado, pero invisible para las autoridades. Las organizaciones feministas lanzaron la campaña #UniSinAcoso y lograron pronunciamiento de la UCAB prometiendo investigar los casos señalados. Más de uno se aventuró a comentar agresivamente por Twitter que “no es el momento de atender estos casos”, que lo que importa es el coronavirus.

Nueva York, USA. El estado de Nueva York aprobó, en plena pandemia, la legalización de los vientres de alquiler “ignorando el clamor feminista que considera que esta ley mercantiliza el cuerpo de las mujeres, oprime a aquéllas que padecen falta de recursos y abre la vía para la trata para la explotación reproductiva”, leemos en el NY Times. La nueva ley supone también una marcha atrás en la declaración que este mismo Estado formuló en 1988, cuando prohibió explícitamente la subrogación comercial como “potencialmente degradante”. Aunque la medida se presenta como una iniciativa progresista en favor de los derechos de las mujeres, las personas gays y la autonomía corporal, la asambleísta Deborah Glick, primera mujer abiertamente lesbiana de la Legislatura, puso en duda que la subrogación comercial fomente la igualdad de derechos: “Esto es claramente un beneficio para los adinerados”. Asombra la celeridad dada a esta ley y el momento elegido para aprobarla.

Imagen Clínica BioTexCom publicado en es.euronews.com

Kiev, Ucrania. Rápidamente las empresas que comercializan vientres en la mayor granja de gestantes y bebés por encargo del mundo, adaptaron sus políticas comerciales para no perder mercado ante las medidas de confinamiento, tanto de los padres compradores como de las mujeres que les paren por encargo. La clínica ucraniana de gestación subrogada “BioTexCom” situó una cámara sobre un trípode que enfoca cada cuna para que los padres puedan ver a los bebés que ya nacieron, pero no han podido ser recogidos por cierre de fronteras; si se alarga mucho esta cuarentena ¿los querrán grandes o los devolverán? Las comunicaciones con las madres gestantes actualmente embarazadas son en línea: «Antes venían directamente a nuestra clínica para ser examinadas. Ahora nuestros gerentes trabajan online, no hablan directamente con las madres, no permiten el contacto directo… el momento crítico es el parto… si les es imposible llegar a Kiev para dar a luz, lo harán en su lugar de residencia», dice el propietario de la clínica. Imagino que la medida será para que no se contaminen y dañen “la mercancía” como establecen en los contratos de “subrogación”, a riesgo de poner en peligro sus propias vidas.

Buenos Aires, Argentina. Postergado el envío al Congreso de la Ley de Aborto prometido por el presidente Alberto Fernández, por el “efecto coronavirus” ​. En la Casa Rosada no se habla de fecha concreta en la que la ley pase a discusión. Mientras tanto, la Cámara de Diputados, con parlamentarias pro aborto al frente, armó las comisiones correspondientes para que se pueda empezar a debatir apenas ingrese. No pocos “pro-vida” celebran el hecho, asociando la llegada del virus a una señal de Dios para detener el proyecto.

Vigilantes siempre

Como vemos en cada caso, gracias a la rápida y efectiva reacción de organizaciones de la sociedad civil actuando como red y a la difusión de los medios de comunicación social, en la mayoría de los casos relatados, se ha logrado hacer visible, denunciar, presionar y actuar a tiempo para plantarse y no dar un paso atrás en todo lo que ha costado más de 300 años conseguir en favor de las mujeres.

Es vergonzoso que muchas de estas situaciones absurdas y retrógradas se estén dando en medio de la crisis sanitaria. Es hasta cruel e inhumano impedir que las mujeres hagamos uso de nuestros derechos para atender nuestra propia salud sexual y reproductiva y evitar el acoso y la violencia, sin que ortodoxos, religiosos, proxenetas o decisores públicos sin formación en perspectiva de género, nos digan que nuestros asuntos tienen esperar.

Pero al mismo tiempo y paradójicamente se le da impulso a proyectos de quienes se lucran de la explotación de nuestros cuerpos y restringen libertades a las mujeres. Más aun, están aprovechando la prohibición de aglomeraciones como medida de contención de la enfermedad, que impide el derecho a la protesta en las calles y con ello la capacidad de las organizaciones para manifestar públicamente su desacuerdo ante cualquiera de estas tropelías.

Con todo y esto, el feminismo no va a parar. No ha parado en cuarentena. Con la misma creatividad de las polacas, quienes convocaron a una manifestación desde sus vehículos en Varsovia mostrando paraguas amarillos para detener el avance de los ultraconservadores y la de las venezolanas, que lograron por redes el pronunciamiento de las universidades sobre su rol para atender el acoso sexual en sus campus, las organizaciones feministas seguiremos alertando por todas las vías cualquier intento por detener o revertir las reivindicaciones y logros alcanzados.  Vigilantes siempre, como nos pidió Simone.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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