Y te lo digo cantando

Y te lo digo cantando
diciembre 15, 2019 Maria Fernanda Montilla

Bastante he escuchado las críticas que han surgido desde que saliera el primer video del himno feminista más resonante de los últimos tiempos «Un violador en tu camino».

No vengo a hablar de cómo, en Venezuela, la polarización nos mandó a dos esquinas, representando pobremente en lo que nos hemos convertido y no lo que debe ser una lucha libre de tinte ideológico pero sí de mucha consciencia política: el feminismo.

Vengo a defender el canto. Vengo a defender cualquier forma de expresión que surja después de tantos años de mujeres paradas afuera de tribunales, en calles, avenidas, semáforos, con pancartas en mano que dicen «Nos están matando» y voces que gritan «nos siguen violando».

Vengo a defender cualquier forma de expresión que nos ayude a apropiarnos, como nunca antes, del espacio público para así poder decir, probablemente aún con miedo, pero con mucha más valentía: «el violador eres tú».

Cualquier acción que llevamos a cabo, no importa cuál sea, nos convierte a ojos de algunos en «locas, histéricas, agresivas», solo que el grado de locura, histeria y agresividad varía dependiendo de qué tan «seria» es nuestra forma.

Las críticas constructivas son aceptadas siempre y cuando se manejen desde el respeto y así se ha demostrado:
Incorporemos a los hombres al performance: listo.

Modifiquemos la letra de acuerdo a las necesidades locales: revisemos.

Pero es muy diferente modificar por completo el corazón de la protesta, su forma, simplemente para acomodar los complejos de otros, para volvernos como siempre nos han querido hacer ver: sumisas, calladas, virginales. ¿Hasta cuándo seguiremos, a los ojos de los demás, haciendo las cosas mal?

Si gritamos «nos matan»: mal, si nos escribimos «nos matan» en las tetas, la cara o los brazos: mal. Si lo grafitteamos: mal. Si lo cantamos: mal. Si lo ponemos en una pancarta y no hablamos: no tan mal, pero «feminazi loca… ¿quién está matando a las mujeres por ser mujeres?»

Creo que lo más válido y beneficioso es multidimensionar la protesta, ¿Por qué no cantar «Un violador en tu camino» y además, seguir haciendo el trabajo en foros, charlas, asambleas, organizaciones para promover la igualdad?

Habla mucho de la ignorancia de los críticos, el que sólo se refieran a este himno y no detallen tantas otras acciones que las feministas venimos emprendiendo en diferentes espacios.

El que un canto de protesta tan sentido se convirtiera en himno mundial contra la violencia sexual, el que cientos de mujeres alrededor del mundo entonen al unísono lo que por años muchas voceras y representantes hemos repetido en diferentes espacios -que el Estado y la sociedad es patriarcal y continuamente ignoran nuestras exigencias y pisotean nuestros derechos- que la creatividad de «LasTesis» de ponerle ritmo a esos gritos y los convirtiera en oraciones sin caducidad, que por primera vez en mucho tiempo surgió un movimiento universal que les ha movido el piso: eso es lo loco, lo histérico y lo agresivo.

Y es lo que tiene temblando al patriarcado.

Foto: noticialdia.com

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