Debo confesar que hasta hace poco me enteré que existía “the gender reveal party”, porque empecé a ver en Instagram videos de famosos y no tan famosos en fiestas donde familiares y amigos acudían para conocer el sexo del bebé, que hasta el momento de la fiesta solo es conocido por el personal médico y quien organiza el evento. Los padres conocen el sexo del bebé en ese instante.
En un principio como que no reflexioné mucho acerca del tema, hasta que en una conversación con mis hijos ya de 26 y 23 años concluimos que este tipo de fiesta es una forma de continuar con los esquemas de sexismo y división contra los que tanto estamos abogando. Y es que a veces están tan incorporado en nosotros de una forma tan interna y sutil que no logramos percibirlos, hasta que tenemos conversaciones que nos llevan a repensar sobre las prácticas culturales que seguimos.
Investigando un poco más sobre el tema encontré que la autora de esta popular fiesta Jenna Karvunidis, bloguera estadounidense, había tenido varios abortos involuntarios y felizmente en 2008 su embarazo estaba avanzando sin complicaciones por lo que decidió hacer una fiesta donde invitó a familiares para compartir la noticia. Horneó un pastel con “icing” de color rosado donde anunciaba que tendría una hija.
Debido a que era una bloguera bien conocida su idea se hizo popular y muchísimos han seguido esta nueva tendencia por 11 años.
Actualmente, Karvunidis afirma que gracias a su hija Bianca, la mayor de tres de sus hijas y quien fue la niña con quien empezó la tendencia se preocupa porque la idea de la fiesta excluye las personas transgénero y las comunidades no binarias.
La invitación que hago a todos es a revaluar sus creencias sobre el machismo, la misoginia y patrones de comportamiento sexista que inconsciente o conscientemente perpetuamos, si realmente queremos un mejor futuro para nuestros hijos e hijas donde tengan la oportunidad de expresarse como son, como sienten, donde puedan soñar y alcanzar sus metas sin ser determinados por su sexo.