Financiando futuros feministas

Financiando futuros feministas
diciembre 11, 2019 Susana Reina

La Embajadora de Canadá en Panamá, Sra. Lilly Nicholls, nos dijo en un evento reciente sobre innovación en financiamiento para la igualdad de género, que la política feminista en su país es la más radical de los últimos tiempos: “las mujeres y las niñas están en el centro de todas las políticas públicas, porque nos dimos cuenta de que es necesario considerarlo así para poder combatir efectivamente la pobreza. Es hora de romper paradigmas y financiar un futuro feminista”.

Canadá está movilizando más de un billón de dólares canadienses dirigidos a programas que trabajen por la igualdad de género y lo han llamado “Colectivo del Fondo de Igualdad” (equalityfund.ca). Este fondo está conformado por actores líderes del movimiento feminista, filantropía global proveniente del sector privado y capital del sector público, con la mirada puesta en construir un futuro más equitativo para todos en todas partes.

Es la inversión más audaz y ambiciosa de la historia dirigida a fortalecer organizaciones feministas e iniciativas que promueven los derechos de las mujeres y de las niñas alrededor del mundo, aprovechando el potencial de las finanzas como herramienta para escalar y transformar sistemas que garanticen alcanzar la igualdad de género en el menor tiempo posible.

Innovar para alcanzar los objetivos

Para que esta inversión rinda los rendimientos sociales esperados, se están planteando formas innovadoras de acción, de manera que los fondos verdaderamente lleguen a las manos de quienes deben llegar. Como ejemplo de ello, la exministra peruana Verónica Zavala, hoy Directora Regional del Banco Interamericano de Desarrollo, presente en el mismo evento, declaró que el BID se está convirtiendo en un banco de desarrollo feminista buscando cerrar gaps entre géneros en el acceso a financiamiento. Y para ello están ensayando con nuevos instrumentos que estimulen a la banca privada a pensar en las mujeres cuando ofrecen sus productos: “no queremos una tarjeta de crédito rosada para decir que estamos incorporando perspectiva de género; queremos la poderosa negra platinum que puede comprarlo todo, pero que de verdad llegue a las mujeres”. Buen punto para ilustrar lo que de verdad significa incorporar perspectiva de género.

Esta nueva iniciativa les ha llevado a repensar la forma como han venido trabajando en el pasado para poder lograr cerrar las brechas de desigualdad: uno, hacer coaliciones para unir a la gente que trabaja por objetivos similares. Dos, hablar con nuevos actores, los no tradicionales y así incorporar nuevas voces en el tema. Tres, invitar a todos los sectores a la conversación, público, privado y sociedad civil, sin que ninguno se quede por fuera. Explorar nuevas formas de trabajo, de pensamiento y de rendición de cuentas, exige aprender formas distintas de relacionarse con nuevos jugadores

Desde este Fondo de Igualdad, sus ejecutores se han propuesto abrirse a ideas y metodologías no tradicionales para acelerar un proceso que hasta ahora y por los métodos conocidos, ha sido excesivamente lento, vistos los indicadores que dan cuenta de las brechas de género que aún persisten en distintos ámbitos de la vida política y económica de nuestros países: “aplicaremos un enfoque holístico a la inversión con perspectiva de género, basado en las mejores prácticas, enfoque de inversión sólidos, formas innovadoras de pensamiento y una profunda comprensión de las muchas fuerzas que perpetúan la desigualdad en el mundo”.

El diálogo constante con todas las mujeres de distintas procedencias étnicas, de raza, de clase, de orientación sexual, con discapacidad o sin ella, jóvenes, adultas o mayores, madres y no madres, todas, será una práctica fundamental para saber cuáles son las verdaderas necesidades de apoyo financiero que estos grupos requieren. No pensar por ellas desde una realidad que no es la que los inversionistas suponen o que desde el poder político se asume.

Esto es bien importante porque ya sabemos que desde posiciones privilegiadas se naturalizan todas las formas de opresión; la visión del mundo cambia, según sea la posición social y económica que se ocupe. Por eso escuchar, conversar, negociar y respetar lo local, deben ser prácticas presentes en este tipo de programas para impulsar los cambios que hagan de la igualdad de género una realidad a nivel mundial.

Gobiernos feministas de verdad

No se puede pensar en ningún problema sin dejar de pensar en el género cuando lo que se desea es transformar culturas y relaciones sociales. Contar con un marco de integración para la igualdad de género, donde se definan indicadores, se rinda cuenta por resultados, se proporcione no solamente fondos, sino también capacitación e incidencia sobre las condiciones que garanticen que la inversión se hará conforme a las necesidades reales, son los elementos que caracterizan a un gobierno feminista eficiente.

Una muestra de esto son las declaraciones del Sr. Per Olsson Fridh, Viceministro de Cooperación de Suecia, en su visita a Colombia: “Nosotros somos un gobierno feminista y tenemos una política exterior feminista, lo cual significa que en todo el trabajo que hacemos alrededor del mundo siempre traemos a la mesa los derechos, la representación y los recursos de las mujeres y sus organizaciones. Nunca se podrá llegar a una paz sostenible sin la participación total de las mujeres”.

En palabras de la líder del fondo canadiense, Sra. Beth Woroniuk “sabemos que un enfoque feminista es esencial para construir la paz, generar cambios en las relaciones de poder y proteger el planeta”. Tanta claridad y firmeza de propósito emociona. No deja una de sentir envidia al escuchar este tipo de afirmaciones expresadas con tanta contundencia por parte de portavoces gubernamentales y al mismo tiempo constatar que por cosas como estas es que países como Canadá y Suecia están más cerca del desarrollo humano.

Fue un deleite estar en un acto de tan alto nivel y ser testigo de cómo los países y organismos que pueden mostrar éxito en su desarrollo social, sanitario, educativo y seguridad en todos los niveles, asumen ser feministas sin el estigma, desprecio y rechazo con el que nos paseamos por estas latitudes.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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