En el mes de abril 2019 en las redes sociales circulaban dos videos, donde un hombre con bastante frialdad, narraba como mató a quien era su pareja y a la persona que previamente había identificado como amante de ella, también intentó matar a su superior por no haber accedido a trasladar de oficina a su pareja.
Tan aberrantes hechos fueron titulados por el Diario el Estímulo como “PNB (Policía Nacional Bolivariana) confesó que asesinó a su pareja y al amante por infidelidad”, creando una matriz de opinión que todo se trata de un “crimen pasional”, ocultando la misoginia (odio a la mujer) que se encuentra presente, haciendo parecer que es sólo un hombre que arrebatado por la pasión mató a su pareja y a la persona a quien señaló como su amante. En este contexto, se señala a la mujer víctima de feminicidio como una mujer mala, cuestionándose su sexualidad por mantener una relación paralela, llegando a responsabilizarla por toda la tragedia, restándole así responsabilidad a la ÚNICA persona responsable, que es el autor de tan terribles hechos, el cual ha sido identificado como William Acosta de 45 años de edad. Este hombre se desempeñaba como Supervisor Jefe de la Policía Nacional Bolivariana en el Estado Carabobo y mantenía relación sentimental desde hace dos años con la ciudadana Karla Méndez.
Al leer sobre los hechos se hacen evidentes los rasgos patriarcales del ciudadano William Acosta, quien llegó a recriminarle a la víctima que era malagradecida, porque él había dejado a su esposa, con quien había mantenido una relación de veinticinco años por ella, cuando el único responsable, y el que tomó la decisión de dejar a su familia para iniciar una nueva relación de pareja había sido él, sin detenerse a pensar en las consecuencias de la diferencia de edad. Sólo pensó en cambiar una mujer “usada” por “una nueva”, llegando a considerar que era propietario de ella; no la consideraba como persona, con capacidad para cambiar de sentimientos, emociones, y dejar la relación, la consideraba como un objeto, una cosa de su propiedad, por ello la mata en el mismo sitio donde inician su romance con dos disparos, describiendo en el video que “me bajé de la moto, desenfundé el arma, le apunté de frente… le dí un disparo de frente creo que más debajo del intercostal izquierdo, ella se vino desvaneciendo, la agarré, la arrastré a la orilla cuando se vino abajo le dí otro disparo en la cabeza”.
Señaló que la muerte fue a las 12:42 minutos del mediodía, demostrando planificación al ocultar el cadáver para tener tiempo de ejecutar las otras acciones que tenía previstas y aunque intenta en su relato hacer ver que todo fue una discusión que habían tenido cuando estaban en la moto, la realidad es que de su mismo discurso se evidencia que tenía conocimiento de la infidelidad de quien era su pareja. Por ello toma el celular, publica fotos, esperando la reacción de quien él tenía la sospecha era el amante. Al día siguiente se presenta durante la formación policial en la sede de la Policía Nacional Bolivariana en los Guayos, matando con un disparo en la cabeza a Luis Chacón, actuando con premeditación y alevosía, como propio patriarca “defendiendo su territorio”.
De estos terribles hechos, se desprende la necesidad de evaluar el proceso de selección del personal que labora en los diferentes cuerpos policiales del país. Para nadie es un secreto que el Estado Venezolano no tiene precisamente la mejor policía, que por supuesto no cuenta con un proceso de selección de las personas más idóneas para desempeñar la función policial, que es un servicio público esencial y es responsabilidad directa del Estado.
Fuentes:
http://elestimulo.com/blog/pnb-confeso-que-asesino-a-su-pareja-y-al-amante-por-infidelidad/
Foto: http://ciudadvalencia.com.ve