Padre hay uno solo

Padre hay uno solo
junio 19, 2019 Susana Reina

Hace años, cuando trabajaba seleccionando personal, me alarmaba en gran medida la cantidad de jóvenes que decían en la entrevista inicial, no conocer a su papá. O que sabían quien era pero que se había ido de la casa, o que casi no lo veían porque estaba fuera. Esto entiendo no sólo no ha mejorado, sino que ha empeorado.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística del 2015, en Venezuela, 4 de cada 10 hogares tienen a una mujer como jefa, en su gran mayoría sin cónyuge o compañero. La tasa de pobreza en hogares comandados por mujeres es superior en 6 puntos al promedio del país, mientras que la diferencia se incrementa en hogares encabezados por mujeres solas con hijos pequeños. Criar un hijo en soledad trae no pocas complicaciones. Es un proceso que se vive con angustia y sobre todo mucha culpa, dejando consecuencias negativas importantes en la psique y emocionalidad de los niños.

El caso es que, si bien la tradición patriarcal se afinca en el modelo heteronormativo y estimula la constitución de la familia nuclear tradicional colocando el mayor peso e importancia de la crianza de los hijos sobre las madres, la verdad es que hace caso omiso a los abandonos frecuentes de muchos hombres que no asumen su rol paternal. El modelo machista tiene entre sus particularidades el alentar a los hombres a regar su semilla sin ocuparse mucho de hacerse cargo de los frutos. Por supuesto, esto tiene sus variantes en función de la educación y nivel socioeconómico, pero en general, en el imaginario masculino, eso de criar, es cosa de madres.

Valga entonces este recién celebrado día del padre para comentar un estudio que acaba de publicar “State of The World Fathers”, una alianza de organizaciones que trabaja fortaleciendo la paternidad en 11 países, entre las cuales están Save The Children, Oxfam, Men Engage Alliance, Promundo entre otras.

Este estudio reporta que los padres verdaderamente involucrados ayudan a los niños, a sus madres y a la economía a prosperar. Mientras más hombres compartan la responsabilidad del hogar y crianza de los hijos, más mujeres podrán salir al mercado laboral, con la consecuente mejora de los indicadores de crecimiento económico de los países.

Lo que encontré más interesante fue el hallazgo relacionado con el impacto que genera un padre presente: mayor desarrollo cognitivo y mejor desempeño escolar de los niños, mejor salud mental en niños y niñas, menor tasa de delincuencia en hijos, mejor modelaje para el desarrollo de empatía y habilidades sociales de los hijos.

Las niñas que crecen en un hogar con un padre que comparte las tareas domésticas, dice el estudio, aspiran a trabajos menos tradicionales y potencialmente mejor pagados. Los niños que ven a sus padres compartir las tareas del hogar son más afines a la idea de prodigar cuidados a su familia cuando son adultos.  No se trata de que ayuden o colaboren, sino que sean corresponsables y participen activamente en la educación y crianza de sus hijos, así como en las labores domésticas.

La paternidad implicada hace a los hombres más felices y saludables y ven en la relación con sus hijos una fuente de bienestar y felicidad, con esperanza de vida mayor, con mejor calidad de vida. Cuando el hombre se involucra, la tasa de problemas asociados a violencia doméstica se reduce.

La investigación aporta una serie de recomendaciones, tales como: crear planes de acción para promover la paternidad involucrada, no violenta e igualitaria de hombres y niños para compartir los cuidados y trabajo no remunerado; poner en práctica bajas paternales pagadas; compartir data para medir en cada país el impacto social de hombres en su rol de padres involucrados; reconocer la diversidad de los cuidados que ofrecen los hombres y apoyarlos en todas sus formas y alentar a las mujeres a desafiar las normas sociales que impiden a los varones participar de la crianza y cuidados familiares.

No sé si las nuevas generaciones de padres quieren estar más implicados en la vida de sus hijos y si están más dispuestos a involucrarse en las tareas que de forma sexista se han asignado a las mujeres.  Pero es vital que esto se promueva, porque facilitaría la tan deseada transmisión de valores que nos lleve a todos a aceptar y promover de manera natural la igualdad de género, así como la autonomía y empoderamiento de las mujeres como valores sociales esenciales.

¡Enhorabuena por este estudio! Abre nuevos caminos de trabajo para el movimiento feminista. Importante y necesario divulgarlo.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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