¿Piropos o Acoso?

¿Piropos o Acoso?
mayo 21, 2019 Daura Dominguez

Hoy, 19 de mayo, estaba saliendo de mi casa y caminando hacia el metro cuando un hombre que se encontraba caminando hacia mi, me pasa por un lado y me dice “Vaya pechos” (haciendo referencia a mis senos). Yo sigo caminando, y al notar que lo ignoro dice “Anda, que te invito a un cubata” (un cubata hace referencia a una bebida alcohólica en España).

Probablemente a muchas personas les parezca una anécdota tonta, sin mucha relevancia. Sin embargo, sentí la necesidad de compartir mi indignación a través de mis redes sociales, específicamente Instagram.

Un par de horas después, mi mamá ve la publicación y me envía una serie de mensajes que no voy a publicar textualmente, pero se pueden resumir de la siguiente forma:

  • No debí sentirme ofendida porque la realidad es que tengo senos, su único error fue ser ordinario.
  • Los hombres pueden decir lo que quieran, simplemente tengo que evitar sentirme ofendida.
  • Las mujeres no deberíamos ser tan vulnerables, tenemos que restarle importancia a este tipo de situaciones.
  • Por último: “No te españolices con tanto feminazismo”.

Me costó muchísimo asimilar estos mensajes. Sentí impotencia, no porque haya sido mi madre, sino por entender que, como ella, son muchas las mujeres que piensan y sienten lo mismo. Muchos se preguntarán (o yo), ¿cómo puede pensar así?

Para ofrecer un poco de contexto, tengo 25 años y soy venezolana. Llevo 3 años viviendo en Madrid, España. Mi mamá también es venezolana y lleva 3 años viviendo en Bogotá, Colombia. Ella me ha enseñado a ser una mujer fuerte, trabajadora e independiente. Lamentablemente, no es fácil huir de la mentalidad machista con la que creces, porque ser una mujer independiente y trabajadora no es excluyente del machismo.

En Venezuela, y en Latinoamérica en general, las mujeres están mucho más expuestas al machismo, a la violencia verbal y física, y a la normalización del acoso. Te enseñan que si un hombre “te piropea” (halagarte o decirte un cumplido), deberias sentirte orgullosa. Deberías estar acostumbrada a caminar por la calle y que los hombres te miren, te silben, te hablen. Incluso llegando a un punto en el que hay mujeres que lo disfrutan.

Esto lo he vivido y ví un ejemplo muy claro hoy, también en las redes sociales, cuando encontré un post de una humorista venezolana muy conocida que decía “Disfruten sus piropos porque tarde o temprano se van a acabar”; y leyendo los comentarios me encontré con cientos de mujeres frustradas y decepcionadas porque han inmigrado y ahora en sus países no les lanzan piropos o manifestando lo bien que se sienten cuando ocurre.

No soy nadie para juzgar a mi mamá ni a cualquier mujer que piense de esa forma. Simplemente decidí ver esto como una oportunidad para compartir mi opinión, en un intento de concienciar sobre lo peligroso que puede ser normalizar el acoso, aunque sea únicamente verbal.

Es necesario aclarar que no estoy en contra de que una persona (hombre o mujer) te halague o te diga un cumplido. Si le llamas la atención a una persona, puede encontrar una forma respetuosa de acercarte e intentar comenzar una conversación si tú estás de acuerdo. Pero esto no puede implicar que normalicemos que no nos respeten y nos traten como objetos.

Es por eso que escribo esto para mi mamá y para todas las mujeres que me leen:

  • Ningún hombre tiene derecho a hablarte sobre lo que opina de TU cuerpo (sea de forma elegante o no). Tienes derecho a caminar por la calle, a estar en el bus o en el metro, a hacer lo que quieras sin que un hombre invada tu espacio y tranquilidad.
  • Está bien ser vulnerable, está bien sentirte ofendida, convierte esos sentimientos en fuerza y valentía para enfrentarte a cada hombre que se sienta en la potestad de acosarte.
  • NO podemos restarle importancia a este tipo de situaciones. No calles, no dejes que pase desapercibido. Hazte oír.
  • No es exagerar, no es ser feminista, no es ser feminazi. Es exigir respeto, no tenemos que esperar a ser violadas físicamente para exigirlo. Desde un hombre acercándose para decirte algo inapropiado a un hombre tocándote en una discoteca, es acoso.

Las feministas no somos feminazis, no somos las feas, no somos las solteras, no odiamos a los hombres. Sencillamente creemos que todos deberíamos tener los mismos derechos y oportunidades.

Quiérete, hazte respetar, apoya a otras mujeres, sé libre.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

Comments (0)

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*