Insignes Venezolanas.

Insignes Venezolanas.
enero 30, 2019 Susana Reina

Han sido días de mucha agitación en el país. Liderazgos jóvenes emergen para tomar la conducción de este nuevo proceso que busca restituir garantías y libertades perdidas. Renacen esperanzas, se eleva la energía. Oímos hablar de nuevo de planes, refundaciones, retornos. Visualizamos futuros positivos y se reagrupan fuerzas de cambio.

Tiempo interesante, sin duda. Siente uno que hace historia con solo estar acá. Y el saber además que detrás de todo este despliegue de declaraciones, acciones y movimientos hay mucha gente que no de ahora, sino desde hace meses, está trabajando para provocar un desenlace favorable a la mayoría, me hace sentir orgullo y admiración por esta nueva generación de venezolanos y venezolanas valientes, y sobre todo inteligentes.

No quisiera entonces que volvamos a empañar esta gesta libertadora cayendo una vez más en la tradición de invisibilizar a las mujeres luchadoras, fenómeno común y práctica habitual de partidos tradicionales a nivel mundial y particularmente nacional. Vuelve uno a ver juntas, comités, oradores, líderes, todos hombres, espacios 100% masculinos, sin representación de mujeres en roles estelares, pero sí empleadas para el apoyo y soporte organizacional.

El discurso a favor de la igualdad, en la práctica, se contradice cuando sigue presente una cultura patriarcal que no ve con buenos ojos la participación de las mujeres en el ámbito público y se ejerce violencia política hacia ellas; se incumplen las cuotas de género o se estigmatiza su rol en los gabinetes; se ven sometidas a una vigilancia permanente en su vida privada y su logro se condiciona a una supuesta buena conducta personal.

Por eso quiero enviar unas palabras de admiración y un aplauso por su temple y constancia a las mujeres que le han puesto un mundo desde sus posiciones partidistas o curules o cargos públicos, cuando muchos criticaban lo que se hacía desde la unidad opositora: María Corina Machado, Manuela Bolívar, Delsa Solórzano, Nora Bracho, Elimar Díaz, Elaisa Ferris, Dinorah Figuera, Amelia Belisario, Flavia Martinau, Adriana D Elia, Liz Jaramillo, Johanna Peñalver, María Gabriela Hernández, Marialbert Barrios, Katiruska Russo, Miossottis Herrera, Lilian Tintori, Boni Simonovis, Patricia Ceballos, Elena Domínguez, María Vera, Aura Niño, Julia Morales, Ana Violeta Villalta, Ariana Velázquez, Beatriz Pérez Blanco, Brenda Ribeiro, Lilibeth Sandoval, María Elena Fernández, Madeleing Tuesta, Milagro Valero, Cristina Méndez, Dorkis Castro, Ada Rafalli, Nerlitt Torres… y muchas pero muchas más.

Ellas son coautoras de esta nueva ola democrática. Desde las que tienen mayor presencia en medios, hasta las batalladoras anónimas de calle y militancia partidista, encaminadas e ilusionadas con hacer carrera política, que están incluso sin percibir ingresos económicos suficientes al mismo tiempo que cuidan de sus hijos, padres enfermos, atienden la sobrevivencia básica de su familia y aun así siguen trabajando por el país.

Toca entonces a los partidos, en esta nueva y retante etapa que está por comenzar, la tarea de modernizarse e instrumentar mecanismos para lograr paridad real en sus estructuras. A los futuros  gobernantes, acumular voluntad y compromiso político para apostar por planes de igualdad de largo plazo e impacto sostenible, así como a capacitar, institucionalizar y transversalizar el enfoque de género en todas sus políticas públicas. A las concejalas, diputadas, juezas y alcaldesas sensibilizadas, ayudar a impulsar a otras mujeres y también actuar como promotoras y garantes de las reformas institucionales por la igualdad de género. Todo ello me parece una excelente forma de avanzar para que tanto talento femenino no se quede por fuera como ocurrió en el pasado.

Ojalá todo este esfuerzo y vocación de cambio que se está gestando hoy, venga acompañado por la certeza de que sin las mujeres no hay democracia, la lección aprendida de que la exclusión de género no trajo ni traerá nunca nada bueno ni sostenible y la convicción de que la política y el poder cuando es compartido, se ejerce mejor.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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