Están pasando cosas interesantísimas por estos primeros días del recién iniciado 2018. Acontecimientos que están cambiando el curso de la historia y del sistema patriarcal como lo conocemos hoy. Veamos algunos de ellos.
Davos, Suiza. Por primera vez en sus 48 años de historia, la edición 2018 del Foro Económico Mundial fue dirigida exclusivamente por mujeres. Según el documento ¿Por qué 2018 debe ser el año en que las mujeres prosperen? escrito por la directora del FMI, Christine Lagarde y la primera ministra de Noruega, Erna Solberg “darles a las mujeres y las niñas la oportunidad de tener éxito no solo es lo correcto, sino que también puede transformar las sociedades y la economía”.
En la agenda de tan importante reunión que convoca a los países más poderosos del mundo, entró el tema de la brecha salarial, la necesidad de ofrecer mayor participación a las mujeres en la fuerza de trabajo para impulsar el PIB y la urgencia de tener más mujeres en puestos de dirección. Solberg puso el acento en la importancia de los cambios: “Estoy especialmente preocupada por la necesidad de crear una sociedad del bienestar sostenible. El crecimiento inclusivo es esencial para alcanzar ese objetivo. Y eso significa, entre otras cosas, que tanto hombres como mujeres deben ser capaces de formar parte del mercado de trabajo en los mismos términos”.
Dos mujeres poderosas en medio de un escenario tradicionalmente masculino llevando la batuta de una reunión donde el tema de la igualdad de género fue ampliamente tratado. Impensable hace unos años atrás.
Suiza. Mismo Foro Económico Mundial, Malala Yousafzai declara: “Dije hace mucho, durante un discurso de la ONU, que primero queríamos que los hombres hicieran algo por nosotras, pero ese momento ya ha pasado; no vamos a pedirles a los hombres que cambien el mundo, vamos a hacerlo nosotras mismas«. Como dice la reciente campaña contra la violencia de género: “Time´s Up”. No esperamos más. Campaña por cierto que, junto a #MeToo, está elevando la indignación y la voz de muchas mujeres silenciadas. Aplaudimos a rabiar esta sentencia de la joven premio Nobel. Inesperada, sorprendente y justiciera.
Estados Unidos. La jueza Rosemarie Aquilina condena a Larry Nassar, el médico estadounidense sentenciado de 40 a 175 años de cárcel por abusos sexuales contra 156 gimnastas menores de edad. «Acabo de firmar su sentencia de muerte. No ha hecho nada para que merezca andar libre jamás. Yo no le dejaría solo ni con mis perros. Usted no tiene el derecho de volver a caminar fuera de una prisión«, le dijo la jueza Aquilina al leer la sentencia.
Salen así a la luz aberraciones que socialmente era tabú destapar y que el machismo criminal se encargó de normalizar, poniendo el foco en los “extraños”, teniendo a los violadores tan cerca.
Islandia. Primer país donde es ilegal que las mujeres cobren menos. Desde este 1 de enero, todas las empresas de más de 25 trabajadores están obligadas a demostrar anualmente que las empleadas no ganan menos que los empleados. Quien no lo cumpla, se enfrenta a multas económicas. Objetivo logrado al fin, después de 40 años de lucha. Alemania hizo lo propio días después y ya es un tema de discusión en los gobiernos de todos los países civilizados de Europa.
Hollywood, USA. “Big Little Lies” gana numerosos premios como serie dramática. Esta producción nace porque a las actrices Reese Witherspoon y Nicole Kidman no les ofrecían papeles interesantes, pagándoles menos que a sus contrapartes masculinos. Por lo que decidieron convertirse en productoras y protagonistas ellas mismas, sin esperar a que los patriarcas del espectáculo les dieran trabajo. Ahora ellas son las que se ganan los reconocimientos y la plata también.
Europa. Fórmula 1 ha anunciado que a partir del próximo mundial desaparecerán las tradicionales azafatas en las carreras del campeonato, al entender que esta práctica está «claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales”. Ya hay movimientos pidiendo eliminar la figura de la mujer trofeo de todos los deportes, “costumbre” que únicamente perpetúa la cosificación de las mujeres.
Madrid y 20 países más. El Movimiento Feminista llama a las mujeres a participar en una huelga histórica el próximo 8 de marzo. “Produzcan sin nosotras”. En un remake del paro de Islandia 1975, las mujeres dejarán de realizar tareas feminizadas que se invisibilizan y se minusvaloran, y al que ni siquiera llaman trabajo, asumiendo ellas solas la carga doméstica y de los cuidados.
Nada de esto está emergiendo de un día para otro. Es producto de una transformación lenta pero segura, iniciada y construida por muchas mujeres desde varios siglos atrás, incluso a costa de sus propias vidas, y que ha ido generando un nivel de consciencia colectiva que hoy estamos activando, como si de un testigo se tratara, las de mi generación y las que nos siguen.
No son pocas las resistencias que tal movimiento genera, por supuesto. Basta tuitear alguna de estas noticias y recibes como respuesta improperios que van desde reclamos airados por la “avanzada del imperio feminazi” hasta recomendaciones para usar un consolador. Pero, a los y las neomachistas, yo les canto como Bert en la película Mary Poppins (donde destacan al movimiento sufragista londinense, por cierto):
«Viento del Este y niebla gris
Anuncia que viene, lo que ha de venir…
No me imagino que irá a suceder
más lo que ahora pase ya pasó otra vez…»
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