SALIENDO DEL PÁNICO AL APRENDIZAJE.

SALIENDO DEL PÁNICO AL APRENDIZAJE.
septiembre 10, 2015 Susana Reina
En youtube.com encontramos un video precioso que hemos utilizado en varias oportunidades en nuestros talleres de empoderamiento femenino.  Se llama ¿Te atreves a Soñar?
Luego de proyectarlo le pedimos a las chicas que identifiquen cuáles de las cosas que realizan a diario están dentro
de su zona de confort (aquellas donde se sienten cómodas con lo que hacen, que dominan a la perfección y que forman parte de sus rutinas habituales), cuáles entran en su zona de pánico (acciones y decisiones que saben que deben tomar pero de solo pensarlas les da sensación de miedo y angustia) y cuáles forman parte de su agenda de aprendizaje (conocimientos nuevos o dominio que necesitan incorporar para avanzar en su carrera profesional).
Hemos hecho esto con unas 150 mujeres en varios países. Muchas cosas se repiten en esta sencilla indagación:
1.       En la zona de confort destacan:
a.
Relaciones con los empleados
b.
Relaciones públicas
c.
Manejo administrativo general
d.
Conocimiento técnico del negocio
e.
Permanecer en la oficina, no tener que salir a
la calle
f.
Resolver requerimientos varios
g.
Llevar muchas cosas al mismo tiempo
h.
Organizar eventos o reuniones
i.
Logística general
.       En la zona de pánico colocan:
a.
Hablar en público
b.
Tener más autoridad
c.
Negociar
d.
Pedir o cerrar un negocio
e.
Que me digan que no
f.
Luchar o competir por un cliente contra un
hombre
g.
Comprometerme y quedar mal
h.
Pedir ayuda
3.       En la zona de aprendizaje encontramos:
a.
Balancear mi tiempo con mi familia
b.
Otro idioma
c.
Nuevas tecnologías
d.
Finanzas
e.
Planificar estratégicamente
f.
Tener una segunda carrera universitaria
Lo que más nos llama la atención es que muchas están como encasilladas en tareas tradicionales asignadas a la
mujer y se sienten cómodas con ello: organizar, administrar, relacionarse con otros. De sólo pensar en lo que tendrían que hacer para avanzar en su carrera les da pánico. Ni siquiera se atreven a dar el paso. Tiemblan considerando la posibilidad. El problema es que si no aprenden  nuevos dominios, no serán tomadas en cuenta
para posiciones de mayor nivel.
Las competencias técnicas te llevan a un nivel, pero luego se vuelven insuficientes para ascender. Para ir más arriba se requiere un conjunto distinto de destrezas para las cuales lamentablemente no nos prepararon por estar más relacionadas con el estilo gerencial masculino.  Por eso las Universidades están llenas de mujeres pero en las empresas dominan los hombres y cuando se paran a pensar qué necesitan aprender para seguir avanzando, lo que se les ocurre es seguir estudiando más (otro idioma, otra carrera….)
A esto súmele el pánico que da “pedir ayuda”… siempre con la idea de que somos autosuficientes y que tenemos que
resolver todo solas y como guinda del coctel, el “quedar mal en nuestros compromisos” como otra fuente de estrés que nos paraliza y nos hace sentir o creer que nunca estamos ni estaremos preparadas para posiciones de mayor nivel. Ya lo dijo Sandberg “las mujeres sistemáticamente se subestiman y los hombres se sobrestiman en sus capacidades”.
He visto muchas compañeras quedarse atrás a pesar de ser intelectualmente intachables y muy competentes técnicamente, pero débiles y vulnerables en lo que se precisa para triunfar: oratoria, finanzas, manejo de autoridad, enfrentamiento de conflictos, competencia, autocontrol emocional, negociación, etc… todos ellos rasgos asociados al liderazgo masculino y que a muchas mujeres les da pánico asumir. Declaremos todo lo que está en la lista de pánico pase por lo menos a la de aprendizaje para ver con otros ojos los nuevos retos.
Muchas feministas dicen que no tenemos que aprender esas destrezas “masculinas” porque ellas se justifican en la cultura del patriarcado  que vienen a hacer juego con las reglas establecidas por hombres para hombres. Que lo que hay que hacer es cambiar las normas. Pero yo no sé si ese sea el camino más sencillo. Me recuerda a una criminóloga que decía que el consumo de drogas es una conducta disfuncional para adaptarse a una sociedad disfuncional, y por ello lo correcto era invertir en prevención y no en rehabilitación para que las reglas sociales cambiaran… y yo le preguntaba ¡y qué hacemos con los que ya consumen? ¿los dejamos morir?
Solo cuando estemos muchas más en el poder, cambiaremos las lógicas machistas que nos impiden acceder a la cima con mayor facilidad. Pero mientras, hay que entrar en el juego, dejar el pánico a un lado y abrirse camino como sea. Es el compromiso que muchas estamos asumiendo, no sin sacrificios, pero sí  con mucha resolución.
FEMINISMOINC.
 
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