Navidades sin drama:  guía feminista para sobrevivir las fiestas sin perder la cordura en el intento.

Navidades sin drama:  guía feminista para sobrevivir las fiestas sin perder la cordura en el intento.
diciembre 20, 2024 Veronica Arvelo
navidad feminista

Las fiestas navideñas se conocen por ser una época de alegría y momentos especiales. Sin embargo, hay quienes las asocian más bien con un campo de batalla emocional cuando se trata de reuniones familiares o con amigos. Las expectativas, los comentarios incómodos y los roles tradicionales de género pueden hacer que las festividades se conviertan en una prueba de resistencia para quienes nos identificamos abiertamente como feministas, no solo tenemos que manejar la presión externa, sino también proteger nuestra paz interior mientras navegamos por estas dinámicas.

Sé que varias feministas han hecho anteriormente artículos similares con recomendaciones para sobrellevar estas fechas de la mejor manera posible, pero este año quise hacer la  mía para sumar algunas estrategias que he probado y  me han funcionado de maravilla.

  1. Establece límites claros y firmes

La primera regla para sobrevivir las fiestas es establecer límites. Entiendo que es difícil decir no, especialmente en reuniones con amigos y familiares donde con frecuencia se espera que participes en todo, pero es importante reconocer tus propias necesidades emocionales y ponerlas en primer lugar. Si alguien te hace un comentario que te incomoda o te pide algo que no quieres hacer (como tomar un rol tradicional de cuidadora o cocinera), no tengas miedo de decir “no, gracias”. Tu bienestar es lo primero, y no tienes que ceder a las presiones de cumplir con expectativas obsoletas solo por ser mujer.

Como la mayoría de las veces suelo compartir estas fechas solo con gente que es de mucha confianza, me ha funcionado  advertir  desde el momento de la invitación a quien vaya a ser el anfitrión o la anfitriona, que no estoy dispuesta a aceptar que se me imponga ninguna expectativa de género durante cualquier celebración a la que asista, así no hay sorpresas ni malos entendidos.

  1. Rechaza los comentarios sexistas o machistas

Si durante la cena navideña alguien hace un comentario sexista o machista, respira hondo y mantén la calma. No estás obligada a tolerar comentarios despectivos, recuerda que para mantener la fiesta en paz todas las personas presentes deben colaborar, no es únicamente tu responsabilidad, así que no tienes por qué quedarte callada y aguantar. Si tienes ganas de responder, hazlo de manera firme pero educada. Puedes decir algo como: “Creo que eso no es apropiado” o “Me parece que esa opinión está un poco desactualizada”, también en algunas ocasiones el sarcasmo -si lo sabes usar- puede ser un gran aliado. La Navidad también puede ser una oportunidad para educar y desafiar los estereotipos de género.

  1. Prioriza tu autocuidado durante las fiestas

Las navidades suelen estar llenas de compromisos, pero no debes olvidarte de ti misma. La autocompasión es esencial, especialmente en momentos en los que las expectativas sociales son altas. Todas las personas tenemos una especie de batería social que se va agotando, para algunas más rápido que para otras, por eso es importante tener tiempo para recargar. Planea tiempo para ti, ya sea para meditar, leer un libro o simplemente relajarte. Si te sientes sobrecargada, date permiso para retirarte a un espacio tranquilo por el tiempo que sea necesario.

  1. Recuerda tu derecho a ser imperfecta

Si algo no sale como lo planeaste, no te castigues. La Navidad se trata de disfrutar el momento, no de cumplir con una serie de expectativas estéticas o sociales. Además, la mayoría de las veces las mejores historias para contar y recordar son aquellas donde algo no salió como se supone que debería haber salido.

  1. Acude a la sororidad

Si tienes hermanas, primas o amigas cercanas que también forman parte de tus reuniones, aprovecha para crear un espacio de apoyo mutuo. Juntas pueden compartir experiencias y aliviar la presión de los roles tradicionales. La sororidad es un salvavidas en estas situaciones.

  1. Define qué es lo más importante para ti en estas fiestas

En lugar de centrarte en lo que «deberías» hacer, toma un momento para reflexionar sobre lo que realmente te importa en esta época del año. Tal vez prefieras pasar tiempo de calidad sola, o en tu casa con tus seres más queridos, en lugar de asistir a una fiesta o reunión abrumadora. Quizás tu prioridad sea no dejarte consumir por el estrés y la presión social. Sea cual sea tu elección, sé fiel a ti misma y prioriza lo que te haga sentir bien, sin remordimientos.

Para mi este es el punto más importante de todos, por salud mental, en estas fechas, deje de ir a lugares donde no me siento cómoda y hago lo posible por no socializar con personas que me roban la energía.

  1. Las fiestas navideñas son también una oportunidad para hablar de igualdad

Para promover la igualdad hace falta que dejemos de hablarnos solo entre convencidas, así que si en algún momento tienes la oportunidad de hablar con tus familiares sobre temas de igualdad de género durante las festividades, aprovéchalo. Claro, esto no significa que debas iniciar una conversación incómoda o confrontacional, pero a veces un comentario casual o una reflexión pueden ayudar a abrir la mente de familiares o amigos. Si notas que alguien refuerza los estereotipos tradicionales de género, usa tu voz para promover el respeto y la equidad.

  1. Suelta el látigo feminista

Si en algún momento te es más cómodo callar o dejar pasar de largo algún comentario machista hazlo sin remordimientos, tu paz mental es lo más importante, no sientas que defraudaste tus principios. Ser feminista también es priorizar tu salud mental y  saber elegir tus batallas, así que no pasa nada si en algún momento por cansancio decides dejarte llevar un poco por la corriente.

Las reuniones familiares o con amistades en ocasiones pueden llegar a ser agotadoras, especialmente cuando las normas de género siguen influyendo en la forma como las mujeres somos vistas y tratadas. Sin embargo, como feministas, podemos cambiar la narrativa y hacer de estas festividades una oportunidad para cuidar de nosotras mismas, desafiar los roles tradicionales y promover la igualdad dentro de nuestras familias y amistades. No importa si no cumples con las expectativas externas; lo importante es que disfrutes de estas fiestas a tu manera, sin perder tu autenticidad ni tu calma.

Recuerda, la Navidad no tiene por qué ser perfecta. Solo tiene que ser tuya.

Las opiniones expresadas de los columnistas en los artículos son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Feminismoinc o de la editora.

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